La historia de los exitosos publicistas quienes son la primera pareja homoparental de Pereira: están abriendo el camino

Pereira es una ciudad abierta, liberal. Sin embargo, algunos temas aún generan resistencia, rechazo. Uno de esos asuntos es la adopción por parejas del mismo sexo. Carlos Laguna y Julián Giraldo son la primera pareja homoparental de Pereira que adopta un niño. Son los pioneros y quieren abrir el camino a otras parejas.

(Puede leer: Al exalcalde de Pereira, Carlos Maya, jueza lo envió a la cárcel, pero el Inpec no ha encontrado dónde llevarlo)

Carlos y Julián se conocieron en la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), donde estudiaban Ingeniería Industrial. Carlos vendía unas agendas que él mismo elaboraba y pintaba a mano, que fue el producto que se inventó para una asignatura, de primer semestre, en la cual le pidieron crear un producto innovador. Con el dinero de la venta de las agendas, a las que denominó Ciento por ciento colombianas, reunía el dinero para el transporte diario y otros gastos. 

En el 2005, Carlos recogió de una mesa, en la universidad, un volante que promocionaba la Feria de emprendimiento juvenil, Expocamello, que organiza la Cámara de Comercio de Pereira. Se inscribió para vender agendas, cuadernos, tarjetas y manillas con el nombre de 'Laguna, Ciento por Ciento Colombiano', lo escogieron y le asignaron un stand. "Hoy en día me dicen, Lagu, esas tarjeticas que usted vendía eran muy feas, pero la forma en que las vendía era bonita", contó Carlos.

La participación en esa feria -que hoy tiene gran reconocimiento- fue la semilla de la agencia de publicidad C, que la pareja creó hace 15 años con 50 mil pesos en el bolsillo. El nombre de C se origina precisamente en Ciento por Ciento Colombiano, que se convirtió en los premios Ciento por Ciento Colombianos que crearon para reconocer a jóvenes de todo el país para mostrar el talento del país en los ámbitos cultural, social, deportivo y medio ambiental. 

C es hoy C Group, una organización empresarial que tiene sede en Nueva York y ha obtenido más de 120 premios de publicidad en Argentina, España y Colombia, entre otros países.

El reconocimiento de C que más enorgullece a Carlos es el que obtuvo en Sídney, Australia, por la campaña 'El primer ladrillo', para la construcción del Centro de eventos y exposiciones de Pereira, Expofuturo. Ganó en la categoría 'Mejor proyecto no convencional' en el World Chambers Competition, que organizó la Federación Mundial de Cámaras (WCF, por su sigla en inglés). 

(Le recomendamos: COP16: Máxima alerta por posibles amenazas de las disidencias de 'Iván Mordisco' para la realización del evento en Cali)

Carlos y Julián se casaron hace cuatro años y siempre quisieron adoptar. "Desde hace muchos años teníamos el sueño de ser papás, desde la época en que no era legal ser papá homosexual en Colombia y las parejas del mismo sexo no podían adoptar. Pensamos en alquilar un vientre, pero eso es demasiado costoso y después de dar muchas vueltas en el país para esto, fuimos al Icbf, porque, nos enteramos que esta entidad avala la adopción para parejas homosexuales", le contó Carlos a EL TIEMPO.

En el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), regional Risaralda, se encontraron con un funcionario que fue clave para que pudieran cumplir su sueño. Esta persona es defensor de los derechos en inclusión de los procesos de adopción diversa. De hecho, él hizo una tesis al respecto.

Después de un riguroso proceso que se extendió por nueve meses, el comité de adopción del Icbf se reunió para analizar la solicitud y al final concluyó que Carlos y Julián son una pareja homosexual "apta" para adoptar y convertirse en una pareja homoparental.

El siguiente paso en el Icbf fue encontrar a un niño que, en su concepto, encajara bien con la pareja y en eso tardaron otros seis meses. La respuesta pudo haber sido negativa si la entidad hubiera concluido que la solicitud no era viable por uno o más de cuatro factores: social, familiar económico, y psicológico.

Carlos y Julián recibieron a su hijo hace 14 meses y acaban de celebrarle sus cuatro años de edad. El pequeño se convirtió en el centro de atención de los abuelos y demás familiares. Cuando llega de clases o está en vacaciones se la pasa revoloteando en la oficina de sus padres.

(No deje leer: U. de La Guajira acatará fallo de Corte Constitucional que ordena cambio de género en título académico a una estudiante)

El niño es el motor sus vidas. Mas aún, porque en el 2017, cuando tenía 26 años, Julián sufrió un Ataque Cerebro Vascular (ACV), que gracias a su juventud, la atención médica, las terapias y el amor de su pareja y de su hijo, está superando. La adopción del niño ha sido para Julián una razón para recuperarse completamente.

Carlos y Julián no son una pareja homosexual activista, pero respetan profundamente a quienes sí lo son. Lo que sí defienden es el derecho que tiene cualquier clase de pareja de formar una familia. Ellos están abriendo el camino en Pereira para esto.

Fernando Umaña Mejía

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS