Natalie Casadiego, relata como una complicación médica fue el inicio de su sueño empresarial familiar. La Cámara de Comercio de Bogotá ha sido fundamental en su proceso de crecimiento, especialmente en esta coyuntura.
Por eso, Nicolás Uribe, presidente de la CCB, aprovechó este espacio para hablar acerca de la historia empresarial e inspirar a otros emprendedores y empresarios sobre cómo es más fácil seguir delante de la mano de entidades como esta que brindan apoyo gratuito para impulsar los negocios.
¿Cómo llega Natalie Bella al mercado?
La historia de este emprendimiento familiar surge cuando yo tenía 12 años y tuve un tumor cerebral. El tratamiento, la cirugía y la posterior etapa de recuperación fueron procesos complejos, y mis padres, buscando cómo ayudarme, empezaron a hacer en casa mezclas de frutas con flores de Bach para que emocionalmente yo me sintiera mejor. Ellos sabían que de mi estado de ánimo dependía mi salud física y con el paso del tiempo se empezó a ver una mejoría, se fue pasando el voz a voz sobre las aromáticas que hacían para mí y surgió la idea de comercializarlas.
Yo fui la persona en la que ellos probaron todos estos productos, con un excelente resultado y en honor a mi recuperación, decidieron llamar la empresa Natalie Bella, como una manera de empoderarme física y emocionalmente. Sin mis padres y mi hermana yo no estaría contando mi historia. Todo el reconocimiento es para ellos.
¿Qué tipo de productos fabrican?
Hacemos alimentos funcionales. Trabajamos con frutas en aromáticas en polvo, potenciadas con las propiedades de las esencias florales y queremos aportar bienestar a través de infusiones que ayuden a equilibrar la salud mental de las personas.
Colombia es un país con una enorme belleza natural y una gran despensa de frutas; tenemos el potencial de aprovecharlas como alimentos funcionales que, con la combinación de las esencias florales, nos permiten recibir todos sus beneficios para sanar afecciones relacionadas con el estrés, los problemas digestivos, el insomnio, las pérdidas en la vida, la ansiedad y los nervios, entre otros.
¿Cómo es su proceso productivo?
Antes de la pandemia teníamos una planta de producción, pero por la situación tuvimos que cerrarla por dificultades económicas, no obstante, pudimos anticiparnos y sacar una buena producción para tener inventario durante varios meses. Nuestro proceso es artesanal y funciona bajo todos los estándares requeridos cumpliendo con todas las normas exigidas por el Invima y la Secretaría de Salud.
Además de una presentación en polvo, ¿qué otros diferenciales ofrecen sus productos?
Al trabajar con esencias florales decidimos que nuestro empaque fuera en botellas de vidrio para conservar sus propiedades, también nos permite ser ambientalmente sostenibles; son envases que se pueden reutilizar y que no contaminan. La presentación en polvo fue pensada para que las personas puedan preparar sus infusiones fácil y rápidamente en su casa o lugar de trabajo.
¿Cuáles han sido los mayores aprendizajes en estos años como empresaria?
En estos 10 años el mayor aprendizaje ha sido no rendirse. La constancia y la tenacidad es lo que nos ha llevado a conquistar un mercado y darnos a conocer, por eso podemos decir que tenemos buena presencia en el país, estamos en varias ciudades a nivel nacional y esperamos en el futuro cercano empezar a exportar.
¿Qué papel ha jugado la CCB en la construcción de este sueño?
La Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) es lo mejor que nos ha pasado, ha sido el motor que nos ha acompañado en toda esta aventura de crear empresa, nos han brindado la mano para capacitarnos en aspectos básicos de ser empresario, también en la participación de las ferias y plataformas que tienen para que posicionemos la marca y logremos más ventas. Para nosotros han sido un amigo, un aliado cercano para nuestro emprendimiento.
¿En qué aspectos se han beneficiado más del portafolio de la CCB?
Nos apoyaron en el proceso de solicitar el Registro Invima y nos acompañaron en el proceso de adecuación de la planta de producción, también en las ruedas de negocios para que podamos acceder a nuevos mercados; están las ferias en Bogotá y BazzarBog que es la plataforma de comercio electrónico de la CCB para que podamos hacer ventas online, incluso en otras regiones de Colombia. Todo esto nos ha beneficiado mucho.
¿Además de ese apoyo, cuáles han sido las claves del éxito?
La disciplina, el estudio constante de lo que hacemos y el análisis permanente del mercado son indispensables para lograr posicionar nuestra marca. El segmento de las aromáticas es muy competido, pero desde el principio supimos que teníamos un producto con diferenciador importante, como el uso de las flores de Bach y eso nos ha permitido ser únicos y acercarnos al consumidor.
¿Cómo ha sido su experiencia empresarial durante la pandemia?
Cuando la pandemia empezó fue un tiempo bastante difícil, nos llevó a tomar decisiones vitales, pero nos enseñó a ser aún más perseverantes. Nuestra empresa nació por amor y ese mismo sentimiento es el que nos impulsa a continuar porque queremos ayudar a otros con nuestros productos. No nos dejamos vencer. Creemos que todo es temporal, ese panorama oscuro no sería para siempre y esperamos con esperanza una nueva oportunidad para renacer. Ese ha sido nuestro motor y estamos en ese proceso de reactivarnos.