¿Quién le dijo que alquilar es sinónimo de botar su dinero? La realidad es que, si bien cada caso es único, una hipoteca puede convertirse en un pasivo de largo plazo que afecta el bolsillo de cada persona. En lugar de asumir que comprar una vivienda es la única opción sensata, es esencial analizar detenidamente antes de tomar una decisión.
Imaginemos que una persona está considerando la compra de una propiedad valorada en $360 millones de pesos y decide optar por un crédito de $252 millones de pesos, equivalente al 70% del valor total, a una tasa del 15% a 20 años. Los cálculos mensuales le llevarían a realizar pagos aproximados de $3,144,000 sin incluir el seguro. Al cabo de 20 años, habrá desembolsado alrededor de $754 millones de pesos.
Pero eso no es todo; se deben sumar los costos adicionales como istración, impuestos anuales y mantenimiento, que pueden alcanzar la suma de $228 millones de pesos durante todo el préstamo. Si actualiza esto con una inflación promedio del 4.5%, habría pagado, en términos actualizados, solo $366 millones de pesos. El 30% adicional serían $108 millones de pesos en el préstamo y $754 millones en costos adicionales, lo que da un total de $1,180 millones de pesos, sin incluir gastos de escritura y otros costos.
Ahora, comparemos esto con la opción de alquilar. Supongamos que alquila la misma propiedad por $1,800,000 mensuales. ¿Qué pasaría si en lugar de comprar, invierte la cuota inicial y los $2,544,000 restantes que no estaría pagando en crédito y otros gastos asociados a la compra? Los $108 millones de pesos de la cuota inicial, invertidos a una tasa conservadora del 6% anual, se convertirían en $346.370.631 pesos en 20 años. Los $2,544,000 restantes se convertirían en $1,159 millones. En total, tendría 1,505 millones de pesos al final del ejercicio. Aunque esta rentabilidad puede parecer modesta, es real y conservadora, cercana a lo que podría generar un inmueble. Claro, podría obtener mejores resultados dependiendo de su perfil de riesgo y plan financiero.
Ahora, consideremos la posibilidad de vender la propiedad 20 años después. Estimemos que podría obtener alrededor de $868 millones de pesos según el comportamiento económico. Si decide no comprar, tendrá $1,505 millones de pesos. En cambio, si decide comprar, habrá pagado $1,180 millones y vendería por $868 millones, saliendo de su bolsillo 312 millones de pesos.
No se está diciendo que no compre propiedad raíz, pero sí a que realice un análisis detallado. Hacer las cuentas adecuadas es crucial para que la inversión sea atractiva. Este análisis destaca que alquilar no es simplemente "botar dinero"; puede ser una estrategia financiera más rentable y flexible. Antes de sumergirse en una hipoteca, reflexione sobre si esta decisión realmente está alineada con sus objetivos financieros a largo plazo. Aprenda más sobre este tema en las redes sociales de Claudia Uribe.