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Explicativo
Así fue la vida del 'hombre oruga', la estrella del circo que, sin manos y ni piernas solo con el torso, logró ser un artista por su habilidad de liar cigarrillos con los labios
Este hombre padecía el síndrome de tetra-amelia.
Fue un artista del circo. Foto: Captura: redes sociales
En 1932, llegó la película 'Freaks' (en español 'fenómenos'), dirigida por el estadounidense Tod Browning. La cinta contó con un elenco de personas con discapacidades físicas e intelectuales.
Entre los personajes de la película estaban el esqueleto humano, la mujer barbuda, el microcéfalo, el medio niño, las gemelas siamesas y el príncipe Randian, más conocido como ‘el hombre oruga’ o ‘el torso viviente’.
En su mayoría, este grupo de personas habían salido de los ‘freak shows’, un tipo de espectáculo que presentaba las “rarezas” de algunas personas en los circos, carnavales, ferias y exhibiciones.
Este evento fue muy popular a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX y marcó la crueldad que se vivió en ese entorno. Incluso, la cinta retrató los testimonios de estos personajes en un escenario en el que se ven humillados y maltratados, producto del “morbo” de los espectadores.
El príncipe Randian -nombre que fue puesto, al desconocerse el verdadero- nació en 1871 en Demerara, una antigua región que ahora es parte de la Guyana británica. Se dice que manejaba varios idiomas: alemán, inglés, francés e hindi.
Fue conocido por otros apodos como ‘el hombre oruga’, ‘el torso viviente’ y ‘el hombre serpiente’, que fueron puestos al haber nacido sin brazos y ni piernas por padecer el síndrome de tetra-amelia, una enfermedad congénita poco frecuente que se caracteriza por la ausencia de las cuatro extremidades, según MedlinePlus.
A pesar de su condición, Randian fue un artista que demostró sus habilidades que lo llevaron a las tarimas circenses de Estados Unidos, donde comenzó a trabajar en los ‘freak shows’.
El acto del ‘hombre oruga’ era sencillo: liar cigarrillos con la boca. Inclinado en una pared, armaba el cigarro con un papel, sacaba su caja de fósforos y lo encendía. Esta presentación le hizo ganar, también, el nombre de ‘la máquina humana de hacer cigarrillos’.
El espectáculo era tan aclamado que los espectadores siempre le pedían que lo repitiera. También, solía mostrar cómo se afeitaba sin hacerse ningún corte en la cara, y era capaz de pintar, y escribir sosteniendo un pincel con pluma en su boca. El apelativo de ‘oruga’ era debido a su traje.
Durante cada presentación, Randian, un hombre de padres esclavos que llegaron de un barco inglés traído hasta América, se preparaba y ponía su aclamada indumentaria: un ropaje ajustado al cuerpo con rayas que hacían que su torso quedara totalmente estático y comprimido, para que así pudiera desplazarse fácilmente de un lado a otro.
Al recibir la oferta del director Tod Browning para ‘Freaks’, Randian se alistó para dar inició a un nuevo capítulo en su vida: ser actor. El cineasta capturó la verdadera esencial de su acto cuando este participó en uno de los espectáculos más aclamados en Nueva York.
A finales del siglo XIX y con una propuesta de trabajar en un circo de la ciudad, el director dejó registro de su obra. La cinta mostró, a fondo, la vida cotidiana del artista y otros “fenómenos” como, por ejemplo, que era llevado en un carro a caballos hasta a la carpa para realizar su actuación.
El artista tuvo cuatro hijos, entre ellos tres niñas y un niño, Tanto su esposa como ellos, ninguno tuvo algún tipo de discapacidad, eran completamente sanos.
Entre los registros, Randian falleció a los 63 años tras más de 40 años en el escenario, un 19 de diciembre de 1934. Se dice que murió por un ataque cardíaco, al poco tiempo de dar su última presentación en el Museo de la Calle 14 de Sam Wagner, en Nueva York.