La tecnología y la medicina, con el paso de los años, han trabajado cada vez más tomadas de la mano.
Es casi indiscutible que los grandes pasos que la medicina han dado para solucionar problemas que parecían casi imposibles de resolver, que han sido posibles gracias a las innovaciones tecnológicas.
Desde agendar citas generales por internet, hasta realizarse electrocardiogramas o radiografías, los cuales fueron posibles gracias a esta funcional relación. Estos y muchos otros diferentes métodos han sido importantes para la medicina en el objetivo de ser cada vez más efectiva y masiva.
Uno de esos casos es el tema de las prótesis, las cuales han acompañado a la humanidad desde hace muchos años, pero que han llegado a consolidarse gracias a que los avances tecnológicos han logrado que estas generen mayor confianza en las personas, que, por cualquier motivo, han tenido que sufrir la pérdida de alguna de sus partes del cuerpo.
Uno de estos casos es el de Brian Stanley, un ingeniero electrónico estadounidense que sufrió cáncer en uno de sus ojos a los cinco años de edad, lo cual causó que se le removiera para poder salvar su vida.
Todo con tal de disimular
El hombre, oriundo de California, tuvo que lidiar con distintas ‘soluciones’ que le ayudaran a disimular un poco el hecho de que ya no poseía uno de sus ojos. Desde parches hasta lentes oscuros.
No obstante, a medida que fue creciendo, buscó la forma de recuperar la totalidad de su visión. Gracias a su afición a la tecnología, diseñó un ojo prostético, el cual está compuesto de titanio y puede hacer las veces de linterna.
“¡Primer éxito con el interruptor que integré en mis últimas prótesis! Apagado y encendido con magnetismo. Tener el control del dispositivo que he fabricado es un salto importante hacia otros objetivos más complejos que me he propuesto. Todavía necesito perfeccionar este método aún más, pero este es un excelente comienzo”, dijo en su cuenta de Instagram.
Desde ese entonces, el ingeniero se ha dedicado a compartir diversos videos en los cuales se pueden ver distintas modificaciones que le hace a su ojo prostético. Así mismo, también ha mostrado cómo rediseña de forma constante dicho artefacto.
Se pueden ver diseños conocidos popularmente como la 'pokebola' de la franquicia ‘Pokémon’, la habilidad de ‘Sharingan’, muy conocida por los fanáticos de la serie animada japonesa ‘Naruto’, entre varios más. Así mismo, creó un diseño con el emblema de la banda de metal industrial alemana Rammstein.
“Traté de incorporar algunos diseños de Sharingan en mi diseño actual de lentes. Tuve que sortear algunas restricciones, pero a pesar de tener que sortear eso, creo que se ven geniales”, indicó Stanley en otra publicación.
Soluciones con estilo
El hecho de que le falte un ojo natural no ha sido impedimento para que Stanley le dé rienda suelta a su ingenio y creatividad, en conjunto con sus conocimientos en tecnología.
Esto le ha valido para tener una gran cantidad de seguidores en sus redes sociales, pues hay videos que superan el millón de visualizaciones, principalmente en TikTok, plataforma en la cual incursionó luego de consolidar su en Instagram.
El ojo biónico de Stanley ha sido objeto de iración para muchos de sus seguidores, quienes no ocultan su asombro frente a lo lejos que Stanley ha podido llegar. Una de las características que Stanley reveló de su dispositivo es que tiene una durabilidad de hasta 18 horas, gracias a una pequeña batería incorporada.
No obstante, el funcionamiento del ojo artificial ha despertado dudas sobre una posible incomodidad por la luz que este emite. Sin embargo, Stanley asegura que no hay problema alguno con su otro ojo, pues la cavidad nasal y su propia nariz sirven como protector.
En uno de los videos, el ingeniero estadounidense explica que la luz puede cambiar de color, además de que tiene tres tipos diferentes de intensidad, los cuales el mismo ajusta según como lo requiera, desde el baño de su casa hasta espacios exteriores a oscuras.
“Es la mitad de mi potencia máxima -mencionó en otra publicación-. La seguridad es primordial, con el tiempo llegaré a la máxima potencia”.
En cuanto al encendido y apagado del artefacto, explicó que tiene un sensor de proximidad, por lo que, con solo acercar el dedo, este ojo se puede apagar y encender. Así mismo, aseguró que dicho dispositivo no se recalienta.
Sin embargo, muchos internautas le manifestaron su preocupación debido a que no ha patentado dicha creación, a la cual le logró dar vida desde su casa; por lo que una persona podría tomar créditos de ello sin que lo sepa. “Sin una patente, alguien puede ver tu invento, robarlo y hacerse millonario”, le dijo un en los comentarios.
Pese a ello, Stanley, sigue feliz con su creación, que le ha permitido tener una calidad de vida más aceptable y que, en el futuro, puede ayudar a muchas otras personas que hayan sufrido alguna situación negativa parecida a la que él tuvo que padecer cuando era niño.
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JUAN MARTÍN MURILLO HERRERA
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