(Esta historia se publicó originalmente en noviembre del 2018)
Hola, querida. ¡Ánimo! Con determinación lograrás muchas cosas, las que ni siquiera te puedes imaginar. Te lo aseguro. No te preocupes por el tiempo. Tarde o temprano alcanzarás todo lo que te propusiste. No será fácil. Deberás tomar decisiones radicales. Algunas tan, pero tan trascendentales, que quizás pienses que no son posibles.
Sobre todo porque ahora solo crees en él. Tu vida gira a su alrededor. No mientas, sabes bien que crees que afuera no hay vida sin él.
Cuando lo conociste solo tenías 16 años. Creías que todo lo sabías. Pensaste que había llegado tu príncipe azul y que nada podía ser más perfecto. Idealizaste a un hombre, pero ni siquiera te conocías a ti misma, ¿Por qué esperabas que alguien te salvara? ¿Por qué esperabas tanto de los demás?
A pesar de los consejos de tu madre, insististe y no esperaste. Metiste la cabeza hasta el fondo. Nada de lo que te imaginaste iba a pasar y lo sabías desde el principio. Pero está bien. En medio de todo todavía crees en la gente. Eso te hace grande.
Pero no pasó un año cuando la realidad te aterrizó. Ese príncipe azul se destiñó. Te engañó desde el primer día en que estuvieron juntos. Pero eres terca, entonces buscaste todas las excusas para seguir. No veías, solo sentías. No lo amabas, solo tenías necesidad de estar a su lado.
En el camino perdiste tu amor propio, tu autoestima y tu dignidad. Le hiciste creer que a pesar de lo que hiciera siempre ibas a estar. Entonces él tenía siempre el control. Tenía el poder, manejaba las situaciones. Te manipulaba hasta el punto de que tú siempre pensabas que era tu culpa.
En el fondo de ti me puedes encontrar siempre. No me habías encontrado antes porque decidiste apagar mi voz, pero no te preocupes. No hay rencores
No, por favor, no reniegues. No te culpes más. Fue algo que debiste vivir. Tenías miedo porque no sabías cómo mantenerte, no te creíste capaz de nada más sin tenerlo a él.
Así que aquí va mi petición. Te la diré rápido porque contigo es mejor sin anestesia. ¡Sal ya de esa relación toxica en la que te metiste!. Te puedo jurar que no te aportará nada. Lo sé porque yo pasé por el mismo camino. Busca relacionarte con personas que sumen en tu vida y no enfocarte en aquellas que te reste. Ambas sabemos que crees en lo cósmico. Entonces te puedo asegurar que Dios, el destino, o el Universo, todos los días, te mostrarán caminos diferentes.
No dejes que tu capricho –ya sé que odias que la gente te diga eso, pero en el fondo sabes que es así- o tu falta de autoestima, te impidan seguir. Hace rato te estás dando cuenta de que das vueltas en el mismo punto, que estás rondando por un camino sin salida.
Perdona si he sido dura. Sé que estas triste, confundida, con temores, pero ahora tienes una motivación diferente. Yo estaré siempre contigo. En el fondo de ti me puedes encontrar siempre. No me habías encontrado antes porque decidiste apagar mi voz, pero no te preocupes. No hay rencores.
Tranquila. Respira. Al final no es tan difícil. Ve, abraza a tu hija y empaca tus cosas. No, no te lleves nada más, solo lo valioso, solo lo importante. Y ojo, regla primordial: no mires atrás. Al menos no por ahora, sé que será difícil y que tienes muchas dudas, pero ya verás cómo se disipa todo. Confía en mí. Confía en ti.
¿Cómo vas a regresar a casa? ¿Por qué quitarle la oportunidad a tu hija de crecer con su padre? ¿Qué dirán tus amigos? ¿Nadie te va a querer como él lo hace?
¿Nadie se va a fijar en una mujer con hijos? ¿Te vas a quedar sola?
Por ahora no te puedo responder todas esas preguntas. Yo sé que necesitas saberlo, pero es mejor que lo descubras tu misma. Te puedo jurar que al salir por esa puerta te sentirás cada vez más viva, más fuerte.
Claro, tendrás muchas noches de llanto, habrá muchos días de arrepentimiento, de querer tener de nuevo esa compañía que creías que tenías. Otros días estarás mejor y tu alma se iluminará solo con los ojos de tu bebé. Otros más querrás volver a tu zona de confort, pero este cambio será un proceso de desintoxicación.
Deberás, cómo no, empezar de cero, tanto en lo anímico, como en lo personal y en lo profesional.
Está bien, te adelantaré algo. Esto te servirá para conocerte, para madurar, para tomar las riendas nuevamente de tu vida, por que todo lo que has vivido hasta este día forjará la mujer que serás. Ahora no me lo vas a creer, pero tu vida será genial.
Por ejemplo, terminarás tus estudios, esos que has aplazado por años y eso que creías que sería imposible volver a un aula. Incluso, harás un posgrado antes de los 30. Serás una mejor madre para esa hermosa princesa.
Pero todo será lento, todo será a su tiempo. Lo lograras con paciencia, aprendiendo de los errores. Te caerás y te levantarás. Te darás cuenta de que eres capaz de lograr cualquier reto que te propongas.
Aún te faltan por vencer los más grandes obstáculos, pero siempre ten en mente que la recompensa será grande. Irte de su lado es el primero. Hazlo. Hazlo pronto. Recuerda siempre que esté en nosotros no chocar de frente con los mismos errores. Si nos pasa dos veces, es porque en la primera no aprendimos lo suficiente. Descubre qué es y supéralo.
En esta nueva parte de vida no pararás de disfrutar y reírte. Recuperarás la libertad que perdiste. Tendrás días donde descubrirás lo que te gusta, y tendrás claro cómo defender con argumentos tu punto de vista. Te gustará descubrir lo bonito de la vida y valorarás más que nunca lo que tienes, lo que has conseguido. Como mujer ya sabrás que quieres, qué no quieres, cuándo, cómo y en qué momento. Lo que tú piensas es importante y ya lo sabes. ¿No te parece fantástico?
Tendrás las respuestas a todas esas dudas que no te dejan ir, pero lo más importante es que le darás un hogar a tu hija. También un concepto de familia diferente al que siempre pensaste. Son ella y tú contra el mundo. Pero es un hogar cálido, sano. Ella aprenderá de tí. Lo harás bien.
Listo, ya es hora. Llegó el gran momento. No es tiempo para ser cobarde. Levántate ya de esa silla, seca esas lágrimas. No es el fin del mundo. Carga a tu hija, compra el boleto, regresa a casa, mañana será un nuevo día, uno donde todo empezará de nuevo. Te aseguro que serán más las lágrimas de felicidad las que derramaras que las de tristeza. ¡Vamos amiga! Te aseguro que todo estará bien.
Por Anónimo
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