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Deseo sexual: ¿cómo puede afectarlo o estimularlo el confinamiento?
Compartir más tiempo en pareja puede dar pie a una disminución del apetito sexual.
La cuarentena para mitigar la expansión del nuevo coronavirus trajo consigo un cambio radical en ámbitos como el trabajo, el estudio, la alimentación, las relaciones y, por supuesto, el sexo.
Así lo demostró un estudio sobre sexualidad durante la pandemia publicado por la revista científica ‘Leisure Sciences’, el cual se basó en una encuesta anónima en internet a personas de diferentes países. La investigación reveló que el 43% de los más de 1.500 adultos encuestados afirmó que la calidad de su vida sexual disminuyó durante el confinamiento.
Así las cosas, varios expertos le dieron su opinión a EL TIEMPO sobre los factores que favorecen o perjudican el deseo sexual en tiempos del nuevo coronavirus.
De acuerdo con Diana Pardo, psicóloga clínica especializada en terapia de parejas y terapia sexual, la cuarentena implica una carga de estrés que antes no se presentaba, lo que puede disminuir el deseo sexual en una pareja.
“El estrés por temas financieros, tener a los niños todo el tiempo en la casa, encargarse de las tareas del hogar, el trabajo y demás responsabilidades afectan muchísimo la baja en el deseo”, dice.
Asimismo, Andrés Castro, psicólogo y sexólogo clínico, añade que "al compartir tanto tiempo juntos se generan más conflictos en la pareja, lo que causa que el apetito sexual tienda a bajar".
El permanecer las 24 horas del día con el otro puede disminuir la tensión sexual, “porque hay una sensación de que podemos tener relaciones sexuales en cualquier momento, es una disponibilidad continua que no se da con seducción, por tanto se pierde el encanto del encuentro erótico sexual”, añade Frauky Jiménez, psicóloga y terapeuta de pareja.
Es como tener pastel de cumpleaños todos los días, el primer día te encanta, el segundo te gusta, pero con los días, sino no hay novedad, ya no te sabe a nada
Sin embargo, tanto Pardo como Castro aseguran que, en otras parejas, el encierro puede tener el efecto contrario y aumentar la frecuencia en los encuentros sexuales: ya sea porque hay mucho tiempo libre o porque encuentran en el sexo una manera de liberar el estrés.
En cuanto a las parejas que no viven juntas, también se puede incrementar el deseo sexual, ya que “se extrañan, añoran el o físico y fantasean con verse de nuevo, se arreglan y preparan especialmente para el encuentro. En la actualidad, hay novios o parejas a los que les tocó la cuarentena en diferentes ciudades”, indica la terapeuta Jiménez.
Para determinar la causa de la pérdida del apetito sexual es necesario evaluar factores biológicos y psicológicos que puedan estar influyendo en la relación.
Para Alejandro Díaz, médico ginecobstetra, sexólogo clínico y terapeuta de parejas, las enfermedades, como la hipertensión, la diabetes o el cáncer, pueden ser algunas de las causas. Asimismo, la edad es determinante, ya que después de los 40 años hay mayor tendencia a disminuir el deseo.
Los expertos Pardo y Castro señalan la baja testosterona en los hombres como otro de los motivos, mientras que el sexólogo Díaz puntualiza que, en el caso de las mujeres, la menopausia también podría ser decisiva.
“A nivel psicológico, el cambio de la rutina de vida y factores económicos, les ha provocado estrés a las parejas. Los niveles de ansiedad por las circunstancias de emergencia sanitaria son mucho mayores y la ansiedad es una gran enemiga del deseo sexual”, agrega la doctora Jiménez, quien, además, hace énfasis en que la depresión, la incertidumbre y la tristeza muchas veces se alimentan por el exceso de noticias sobre la pandemia.
Los conflictos en la relación también afectan el deseo sexual. “No sentir confianza, discutir todo el tiempo, sentirse rechazado sexualmente y no tener el mismo apetito, son algunas de las causas. Otra razón es sentirse presionado, porque entre más te presiona tu pareja a que tengas relaciones sexuales más pereza le vas a coger” sostiene la psicóloga Pardo.
La doctora Jiménez asegura que los hábitos de las personas durante la pandemia también pueden jugar un papel importante en la disminución del deseo.
“Durante la convivencia en confinamiento algunos han descuidado el aspecto físico: pasan todo el día en pijama, se ponen la misma ropa una y otra vez, o tienen el pelo sucio. En el caso de los señores, no afeitarse mata la pasión, o descuidar su barba, en general todo lo referente al aseo y aspecto personal descuidado acaba con el deseo”, explica.
Entre más te presiona tu pareja a que tengas relaciones sexuales más pereza le vas a coger
La especialista enfatiza en la importancia de la privacidad de la pareja para quienes tengan niños, pues “si los hijos no tienen normas o permanecen mucho tiempo despiertos, terminan afectando los tiempos de privacidad de la pareja y la frecuencia sexual satisfactoria. Es importante colocar normas en la familia y respeto a la privacidad de la alcoba matrimonial para conseguir cierta intimidad”.
¿Cómo recuperar ‘la chispa’?
Para el profesional Castro, el mejor tratamiento es acudir a un sexólogo clínico para mirar si hay que trabajar un conflicto de parejas u otra causa, “pues hay que tener en cuenta que el deseo sexual se puede relacionar directamente con el tema emocional”.
Asimismo, la psicóloga Pardo recalca que lo principal es buscar ayuda terapéutica dado que, aunque “muchas parejas comienzan a trabajar entre ellas a ver si pueden recuperar el deseo, no conozco la primera a la que le haya ido bien. Porque usualmente no tener relaciones tiene un componente más emocional y psicológico que físico”.
“Es importante buscar ayuda a tiempo. Las parejas suelen llegar tardecito a la terapia”, agrega.
De acuerdo con el sexólogo Díaz, una de las técnicas que se utiliza en las terapias enfocadas en recuperar el deseo es la erotización de la vida cotidiana, la cual consiste en ejercicios de erotización de los cinco sentidos con otras actividades diferentes a las relaciones sexuales tradicionales.
“También se hace un entrenamiento de autoestimulación, darse placer a sí mismo, hacer ejercicios de relajación y, si la persona se siente bien con la masturbación, también se puede implementar”.
El experto resalta el uso de las aplicaciones y los juguetes sexuales como herramientas para las parejas que están en el proceso de recobrar ‘la chispa’.
“Varias aplicaciones tienen que ver con la erotización de la vida cotidiana. Por ejemplo, hay algunas que las parejas descargan y cada día les pone un reto, sorprender al otro, hacer un juego de roles, un detalle, un baile erótico. Esas cosas pueden disminuir la posibilidad de volver a la mecánica rutinaria de la pareja”, señala.
En cuanto a los juguetes eróticos, es necesario identificar los usos y las necesidades para encontrar uno que funcione en la relación. “Si se detallan los gustos de cada persona y de la pareja se puede encontrar un juguete que se adecue a sus necesidades. Eso puede ayudar a mejorar la comunicación, lo que es fundamental en la base del tratamiento para recuperar el deseo”, dice Díaz.
“La pareja puede empezar a explorar su sexualidad, recordando que ésta no es solo genital. Por lo que es importante encontrar aplicaciones, hacer sexting responsable, mandar mensajes, enviar algunas fotos o frases dependiendo de la confianza que haya. Si se comienzan a estimular los cinco sentidos y momentos de nuestra vida que no pensábamos que pudieran ser eróticos, vamos a aumentar el deseo”, complementa.
Sorprender al otro, hacer un juego de roles, un detalle, un baile erótico. Esas cosas pueden disminuir la posibilidad de volver a la mecánica rutinaria de la pareja
La comunicación es clave
Para el sexólogo Castro, es vital que la pareja tenga una buena comunicación sexual, es decir, que cada persona tenga la confianza de expresarle al otro sus preferencias durante los encuentros sexuales.
“Vencer la monotonía tiene que ser un tema de negociación en el que se pongan sobre la mesa las fantasías. Es un tema de expresar sentimientos y emociones”, añade.
A esta postura se suma la terapeuta Jiménez, quien destaca que es
“importante la buena comunicación, que hablen de sexo, sean cómplices y se conecten con lo que les gusta hacer. También que hablen de lo que no les gusta y lleguen a acuerdos que los beneficien a ambos en cuanto a la frecuencia y satisfacción sexual”.
No obstante, Castro hace claridad en que la terapia de pareja es el camino más certero para aumentar el deseo de manera asertiva.
“Lo ideal es recibir asesoría de un especialista, porque no puede ser solo sorprender a la pareja con cosas nuevas, eso puede generar más ansiedad. Es necesario hablarlo primero”, concluye.