El curioso origen de Victoria’s Secret, los primeros 'ángeles' y el trágico destino de su fundador

La historia de Victoria’s Secret, la icónica marca de lencería que revolucionó la industria de la moda, está profundamente entrelazada con la vida de su fundador, Roy Larson Raymond. 

(Lea también: La historia del primer supermercado que existió en Colombia: se encontraba cerca de El Campín de Bogotá). 

Todo comenzó en 1977, cuando Raymond, después de sentirse incómodo al intentar comprar lencería para su esposa, identificó una oportunidad de mercado: crear una tienda que ofreciera un ambiente acogedor para los hombres que quisieran comprar este tipo de productos. 

Con una inversión inicial de 80,000 dólares, Raymond abrió la primera tienda de Victoria’s Secret en un centro comercial en Stanford, California. El lugar estaba decorado al estilo victoriano, con alfombras orientales y antigüedades, buscando recrear la elegancia y el encanto de una era pasada.

(Siga leyendo: Indignación por mujer que dice que el acento pastuso es ‘muy feo’ y que ella habla ‘neutro’). 

El concepto fue un éxito instantáneo. En menos de un año, Victoria’s Secret logró ingresos de medio millón de dólares, transformando radicalmente la percepción de la lencería de ser meramente funcional a un símbolo de lujo y sensualidad. 

Bajo la dirección de Raymond, la compañía creció rápidamente, expandiéndose a cinco tiendas y un almacén en San Francisco. Sin embargo, a pesar del éxito inicial, el empresario enfrentó desafíos financieros significativos que finalmente lo llevaron a vender la marca en 1982 a The Limited Inc. por cuatro millones de dólares. 

Con nuevos propietarios, Victoria’s Secret se expandió a nivel nacional y luego internacional, introduciendo los icónicos desfiles de moda con supermodelos conocidas como los 'ángeles', lo que solidificó su estatus en la industria de la moda.

(De interés: Le celebran cumpleaños a anciana con 95 años y 95 velas, el resultado no salió como se esperaba). 

Actualmente, la empresa tiene un valor de mercado de alrededor de 4.000 millones de dólares y cuenta con más de 500 tiendas distribuidas en las principales ciudades del mundo. Curiosamente, en el 2000, la modelo Giselle Bundchen lució el 'Red Hot Fantasy Bra' de Victoria’s Secret, valuado en 15 millones de dólares, que se convirtió en récord Guinness como “la prenda de ropa interior más cara del mundo”.

Después de vender la marca, Raymond intentó replicar su éxito anterior con varios emprendimientos, incluyendo una tienda de artículos de lujo para niños, que financió con los ingresos que había obtenido con la venta de Victoria’s Secret, y una librería infantil con el apoyo financiero de Diane Disney Miller y su marido, Ron Miller, ex director ejecutivo de la Walt Disney Company. A pesar de sus esfuerzos, estos negocios no prosperaron, y el empresario enfrentó dificultades económicas continuas.

En un último intento por innovar, lanzó un negocio orientado a apoyar a mujeres bajo tratamiento de cáncer de mama, ofreciendo productos especializados que buscaban brindar comodidad y dignidad. Aunque la iniciativa fue elogiada por su enfoque humanitario, no logró estabilizarse financieramente.

La vida de Roy Raymond concluyó de manera abrupta el 26 de agosto de 1993, 11 años después de vender 'Victoria's Secret'. Días antes de su muerte, el Servicio de Impuestos Internos embargó sus cuentas por 77.000 dólares. También tenía una deuda similar de impuestos federales.

Según su abogado, Barry Reder, en una entrevista para el 'New York Times', con varios millones en el banco, Raymond “podría haberse ganado la vida recortando cupones y haber vivido feliz para siempre. En cambio, tuvo las ideas... Fueron las ideas las que lo mataron”.

CONSTANZA BENGOCHEA

La Nación (Argentina) / GDA