Hábitos y alimentos para evitar las várices y mejorar la circulación en las piernas

Las várices y las pequeñas 'arañitas' venosas, lejos de ser meramente un problema estético, representan una preocupación de salud que afecta a una significativa porción de la población.

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Estos problemas vasculares, que suelen manifestarse en las piernas, pueden provocar no solo un impacto visual sino también dolor, malestar y, en casos más graves, úlceras, coágulos sanguíneos o incluso sangrados.

Entre las complicaciones que pueden surgir de las várices y arañitas se encuentran las úlceras dolorosas cerca de los tobillos, coágulos en las venas profundas de las piernas que generan dolor e hinchazón, y sangrados producto de la ruptura de venas superficiales. Aunque no son el desenlace más frecuente, su posible ocurrencia subraya la necesidad de consultar a un profesional de la salud ante estos síntomas.

Para prevenir la aparición de estos problemas vasculares, los expertos recomiendan adoptar una serie de hábitos saludables. Entre ellos, evitar el uso de zapatos de tacón alto y medias demasiado ajustadas, cambiar regularmente de posición para no permanecer mucho tiempo sentado o de pie, seguir una dieta rica en fibras y baja en sal, practicar ejercicio regularmente, levantar las piernas durante períodos de descanso y mantener un peso saludable.

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La dieta juega un papel crucial en la prevención de las várices. Alimentos específicos, especialmente ciertas frutas y verduras, pueden mejorar significativamente la circulación y fortalecer las paredes venosas, reduciendo así el riesgo de desarrollar várices.

Entre las verduras destacadas se encuentran los morrones, cebollas y ajos; mientras que las frutas recomendadas incluyen naranjas, pomelos y limones por su capacidad de mantener las paredes de las venas sólidas y flexibles, así como fresas, duraznos, mangos y papayas.

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Además, el consumo de manzanas, cerezas, higos, frutos secos como almendras, semillas de calabaza y girasol, aguacates y aceite de oliva es beneficioso debido a su alto contenido de vitamina E, un nutriente esencial para la circulación sanguínea.

Es importante recordar que, antes de incorporar cualquier alimento o tratamiento nuevo a la rutina, se debe consultar con un médico para asegurar que las medidas adoptadas sean las adecuadas y no contraproducentes para nuestra salud individual.