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La proteína clave para tener un cerebro más joven, rápido y enfocado: así puede estimular su producción
● El BDNF influye en cómo el cerebro se adapta, aprende y forma nuevas conexiones.
● Niveles altos de BDNF se asocian con menor riesgo de Alzheimer y Parkinson.
Una dieta real y sin procesados favorece la producción de BDNF. Foto: iStock
El funcionamiento óptimo del cerebro está relacionado con factores internos y externos, entre ellos, una proteína conocida como Brain-Derived Neurotrophic Factor (BDNF).
Este componente desempeña un papel fundamental en la creación de nuevas neuronas (neurogénesis) y en la reorganización de las conexiones neuronales (neuroplasticidad).
Investigaciones recientes lo relacionan con mejoras en procesos como la memoria, el aprendizaje y la capacidad de concentración, así como con un menor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, según información del medio Perfil.
Por esta razón, muchos enfoques centrados en la optimización cerebral han incluido dentro de sus prácticas el incremento de los niveles de BDNF. Esta proteína puede ser estimulada a través de tres pilares principales: la alimentación, la actividad física y la salud digestiva.
A continuación le presentamos tres acciones para favorecer la producción de BDNF:
1. Comer para el cerebro:
La elección de alimentos tiene un impacto directo en la producción de esta proteína. Consumir frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescados, huevos y grasas como las que contiene el omega-3 puede favorecer su presencia en el organismo.
También se asocian a este efecto compuestos como la vitamina B12, el magnesio y la l-teanina, cuya incorporación debe hacerse bajo supervisión especializada.
Paralelamente, reducir la ingesta de productos procesados, azúcares añadidos y harinas refinadas contribuye a un entorno metabólico más favorable para el cerebro. "Porque lo que comes no solo alimenta tu cuerpo, sino que moldea literalmente la estructura y el rendimiento de tu cerebro".
Comer frutas, omega-3 y cúrcuma puede estimular el BDNF. Foto:iStock
2. Actividad física como estímulo natural:
El movimiento corporal, especialmente a través del entrenamiento de fuerza o rutinas de alta intensidad, representa una de las formas más eficaces de elevar el BDNF. Además de sus beneficios físicos, este tipo de ejercicio tiene efectos en la regulación del estado de ánimo y la disminución del estrés.
El estrés sostenido en el tiempo reduce los niveles de esta proteína, motivo por el cual se recomiendan prácticas como la meditación, la respiración guiada o el yoga. "Puesto que el estrés crónico reduce el BDNF, por eso, incorporar prácticas como meditación, respiración consciente o yoga es mucho más que una moda zen".
Meditación y yoga ayudan a conservar el BDNF ante el estrés. Foto:iStock
3. Cuidar el intestino, una vía indirecta pero importante:
El vínculo entre el sistema digestivo y el cerebro se ha convertido en un campo de estudio relevante. Una microbiota intestinal balanceada se asocia con mejores condiciones para la producción de BDNF. Por el contrario, un desequilibrio microbiano puede limitar su presencia.
Incluir alimentos ricos en fibra, productos fermentados y prebióticos se presenta como una forma efectiva de influir positivamente en la salud mental. "Una microbiota diversa y equilibrada favorece la neuroplasticidad, mientras que su desequilibrio (disbiosis) puede disminuir esta proteína clave".
Microbiota sana mejora el enfoque y protege la mente con más BDNF. Foto:iStock
En conjunto, estas estrategias no solo tienen el potencial de proteger la mente en el tiempo, sino que también ofrecen herramientas concretas para mejorar su rendimiento.
A través de decisiones cotidianas relacionadas con lo que se consume, el movimiento diario y la atención al bienestar intestinal, es posible influir en los niveles de BDNF y, con ello, favorecer una mayor claridad mental y capacidad cognitiva.
El fenogreco: Proteína, magnesio y sus beneficios para la salud | El Tiempo
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.