Niño de 2 años perdió la visión luego de recibir un beso de una persona con herpes labial: ‘No es justo’

Un menor de tan solo dos años, llamado Juwan, perdió la visión de su ojo izquierdo después de haber sido contagiado con herpes labial tras recibir un beso. 

El caso, ocurrido en Namibia y despierta preocupación entre los especialistas por las graves consecuencias que puede tener esta enfermedad viral en menores de edad.

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Los primeros síntomas aparecieron cuando el niño tenía un año y cuatro meses. Presentó una infección ocular persistente para la cual los tratamientos con gotas antibióticas no mostraban ningún resultado positivo. 

El cuadro clínico fue empeorando hasta que un especialista logró dar con el diagnóstico: Juwan tenía el virus del herpes simple (VHS) alojado en el ojo izquierdo.

El herpes labial, también conocido como ampolla febril o fuego, es una afección altamente contagiosa que puede transmitirse por o con saliva, la piel o incluso objetos contaminados. Aunque suele aparecer en los labios o alrededor de la boca, en este caso se desarrolló en una zona inusual y extremadamente delicada: la córnea.

La madre del menor, Michelle Saaiman, confesó sentirse incrédula cuando los médicos le explicaron la situación. “El médico me decía que a mi hijo le estaba creciendo una ampolla febril (también conocida como herpes labial) en la córnea. Lo miraba, preguntándome si era el Día de los Inocentes, porque pensé que era una broma del Día de los Inocentes. Una ampolla febril debería estar en los labios o en la boca. Nunca en mi vida había oído hablar de una ampolla febril creciendo en la córnea de alguien”, expresó.

Durante varias semanas, los profesionales de salud intentaron frenar la infección con ayuda de expertos desde Nueva York, quienes recomendaron una medicación específica. Sin embargo, para cuando el tratamiento empezó a surtir efecto, el daño en la córnea ya era irreversible.

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El deterioro progresivo hizo que el niño perdiera completamente la sensibilidad y visión en el ojo afectado. “El gel que lo protegía se evaporó y se le secó el ojo”, relató Michelle, al explicar cómo el ojo de su hijo comenzó literalmente a derretirse por falta de lubricación natural. El daño fue tan severo que se le formó un orificio de cuatro milímetros.

Desde entonces, el niño enfrenta infecciones recurrentes en esa zona y los médicos han advertido que existe un riesgo latente de que pierda el ojo de manera definitiva.

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Ante la gravedad del caso, sus padres decidieron trasladarlo por vía aérea a Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde un especialista realizó una cirugía de injerto de amnios. 

En ese procedimiento, también se cosieron los párpados del niño para proteger la córnea. Los planes médicos incluyen una segunda intervención quirúrgica programada para abril, en la que se espera transferir nervios desde una de sus piernas al ojo afectado. Si esta operación tiene éxito, Juwan podría someterse en 2026 a un trasplante de córnea que daría la posibilidad de recuperar parcialmente la funcionalidad ocular.

Michelle, quien es abogada, compartió su dolor ante el sufrimiento de su hijo. “No es justo que un ser humano tan pequeño tenga que pasar por todo esto”, expresó.

La familia Saaiman ha recurrido a la financiación colectiva para poder cubrir los altos costos médicos, las cirugías y los desplazamientos al extranjero.

“El herpes comenzó a desarrollarse en el ojo izquierdo de Juwan hace siete meses”, explicó su madre. No se tiene certeza de quién fue la persona que transmitió el virus, pero Michelle reconoce que inicialmente ella y su esposo reaccionaron con indignación. 

“Al principio, estábamos muy enojados. Mi esposo y yo estábamos enojados con quien fuera tan egoísta como para besar a mi hijo en la mejilla con una fiebre activa. Los besos nacen del amor. Así que quienquiera que le haya dado esto, estoy segura de que no lo hizo con la intención de hacerle daño”, afirmó.

O Globo (Brasil) / GDA.