Resuelven el misterio de la antigua ‘puerta al infierno’ de 3.000 años de antigüedad dedicada a dios azteca

La cultura azteca es una de las más reconocidas a nivel mundial, este es uno de los pueblos mesoamericanos más conocidos de la época precolombina. Son conocidos por ser los fundadores del Imperio azteca, la entidad político-territorial más grande y poderosa de la región hasta la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI.

Los aztecas estaban ubicados en la región centro-sur del actual territorio mexicano. La historia menciona que eran un pueblo fundamentalmente guerrero y religioso, cuyo patrono principal era el dios del Sol, Huitzilopochtli. En su honor y el de otros dioses hacían sacrificios humanos, cuyas víctimas eran los guerreros de las etnias conquistadas, a las que además imponían un sistema de tributos que centralizaba en Tenochtitlán una gran cantidad de riquezas, esto según lo mencionado en el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.

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La ‘Máscara de la cueva Olmeca’ o como es conocida popularmente ‘La puerta al infierno’ es un tesoro arqueológico de más de 3.000 años de antigüedad, se cree que es perteneciente a la cultura azteca que fue robado en el siglo XX por unos saqueadores.

Esta obra arqueológica representa la imagen del dios jaguar Tepeyollotlicuhti. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México menciona en su sitio web que originalmente se encontraba ubicada en Chalcatzingo, y tras su hurto emprendió un viaje por décadas por los Estados Unidos, pasando por distintas colecciones privadas.

Fue en 2023 cuando la Unidad de Tráfico de Antigüedades de Nueva York ubicó este importante elemento en una ‘colección privada’ que llegó a Denver, entonces solicitaron la devolución e iniciaron el proceso para asegurar regreso a México.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México aseguró que la máscara se encontraba en un estado de fragmentación preocupante. Tras su recuperación por parte de las autoridades de Estados Unidos, se determinó que la escultura estaba compuesta por 25 piezas.

La Unidad de Tráfico de Antigüedades de Nueva York destacó la importancia de este objeto como “una ventana hacia el pasado de los olmecas”. Sin embargo, también indicó que, de forma similar a otras antigüedades saqueadas, sufrió daños y rupturas para facilitar su contrabando.

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El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg Jr., anunció en un comunicado de prensa que la máscara es “extraordinariamente rara” y que había sido elaborada ya en el año 800 a. C. en México.

“La enorme máscara olmeca de la cueva, que representa el paso al más allá, custodiaba la entrada a una cueva ceremonial en el sitio arqueológico de Chalcatzingo, México”, se lee en el comunicado.

“Esta increíble y antigua pieza es una rara ventana al pasado de la sociedad olmeca”, añadió el fiscal Bragg.

“Algunos elementos que lo componen son originales, pero otros, como una estructura metálica a base de pernos, refuerzos de cemento y reemplazos de piezas y formas faltantes, se agregaron para darle estabilidad nuevamente, a pesar de que las técnicas y materiales no eran los más adecuados”, explicó María del Carmen Castro Barrera de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural. 

ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO