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La tristeza navideña: cómo manejarla y evitar que se convierta en depresión
La clave está en la autoaceptación, la búsqueda de apoyo y la adaptación de las tradiciones.
La Navidad, a menudo idealizada como un tiempo de felicidad y celebración, puede ser paradójicamente una fuente de estrés, ansiedad, y tristeza para muchas personas.
Esta época del año, que supuestamente debería llenarse de alegría y festividades, puede, en realidad, acentuar los sentimientos de melancolía, especialmente entre aquellos que extrañan a seres queridos ausentes o que reflexionan sobre los desafíos enfrentados durante el año.
La Dra. Aisquel Machado, una reconocida médico psiquiatra, señala que la presión social para sentirse feliz durante las festividades navideñas puede ser abrumadora, especialmente para aquellos que han sufrido pérdidas o viven con enfermedades discapacitantes.
Dichas expectativas pueden generar una sensación de desventaja emocional en comparación con la alegría aparentemente omnipresente asociada con la Navidad.
Al acercarse el fin de año, muchas personas realizan un balance reflexivo de los últimos doce meses, evaluando logros y fracasos. Esta introspección puede acompañarse de una presión anticipada por el futuro, sumado a desafíos familiares y económicos.
Dichos factores pueden desencadenar trastornos de ansiedad, caracterizados por pensamientos fatalistas y catastróficos.
Tristeza en Navidad. Foto:iStock
2. Cambios químicos en el cerebro
Los niveles elevados de cortisol en personas con depresiones diagnosticadas, así como desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina, dopamina y oxitocina, juegan un papel crucial en la generación de sentimientos depresivos.
Dichos desbalances químicos afectan las emociones y pueden desencadenar respuestas físicas asociadas con la depresión.
3. Mecanismos cerebrales detrás de la depresión
Un pensamiento desagradable puede activar cambios químicos en las neuronas, generando una respuesta de alerta en todo el cuerpo. Este proceso puede desencadenar una serie de reacciones en los órganos, reflejando físicamente el estado mental de ansiedad o depresión.
Relación entre Navidad y depresión
La depresión, caracterizada por sentimientos de tristeza, apatía y sufrimiento mental, puede intensificarse durante la Navidad debido a factores como la pérdida de seres queridos, problemas financieros y soledad. En este contexto, la tristeza navideña puede transformarse en un trastorno emocional más grave o agravar un trastorno depresivo existente.
Los síntomas incluyen cansancio, apatía, desgano, irritabilidad, pensamientos negativos, pérdida de interés en actividades festivas, aislamiento y reacciones adversas a elementos navideños como villancicos o decoraciones.
Siete consejos de la Dra. Machado para manejar la tristeza navideña
La Dra. Machado ofrece varios consejos para enfrentar estos sentimientos:
Tristeza en Navidad. Foto:iStock
1. Reconocer la tristeza como temporal: Aceptar que, aunque la tristeza puede intensificarse, en la mayoría de los casos es un estado emocional pasajero.
2. Evitar tradiciones dañinas: No sentirse obligado a seguir tradiciones que generan malestar emocional.
3. Buscar compañía: Rodearse de amigos, colegas o vecinos si se está lejos de la familia.
4. Cambiar pensamientos negativos: Sustituir pensamientos negativos por positivos.
5. No dejarse paralizar por la tristeza: Permitir que los sentimientos fluyan naturalmente.
6. Crear nuevas tradiciones: Si las tradiciones navideñas convencionales generan malestar, es válido crear nuevas costumbres personales.
7. Buscar ayuda profesional: Considerar la asistencia de un psiquiatra si se tienen dificultades para manejar los problemas emocionales de manera autónoma.
Mientras la Navidad puede ser una época desafiante para muchos, existen estrategias y enfoques para manejar los sentimientos de tristeza y evitar que se conviertan en algo más grave. La clave está en la autoaceptación, la búsqueda de apoyo y la adaptación de las tradiciones para alinearse mejor con las necesidades emocionales personales.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación , y contó con la revisión de un periodista y un editor.