‘En la ducha improviso melodías’, dice la jazzista lusa Sofia Ribeiro

Cuando era niña y sentía tristeza, la cantante lusa Sofia Ribeiro ponía uno de los vinilos de música clásica de su padre, se acostaba en el sofá, “lloraba un poquito” y se mejoraba. “Oír música era mi manera favorita de regular mis emociones”, cuenta.

Fue tan importante esa imagen, que incluso la artista le compuso la canción ‘Por isso canto’ (‘Por eso canto’). Allí cuenta la pasión de su papá por la música. “Llevo conmigo su mirada, que se derrite de emoción con cada nota, cada sonido”, cuenta.

Ribeiro, con once discos de trayectoria, se presentará este domingo 17 de septiembre, a las 4 p. m., en el Teatro Libre de  Chapinero. Interpretará un repertorio que recorrerá varias de sus canciones, en los que mezcla elementos del jazz, de la música brasilera y del Fado portugués. Contará con la compañía del jazzista y pianista colombiano Juan Andrés Ospina, y los argentinos Andrés Rotmistrovsky, en el bajo, y Marcelo Woloski, en la percusión.

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“A mí me encanta contar historias sobre las canciones, improvisar e invitar el público a cantar, así que si vienen prepárense para cantar. ¡Siempre soy muy feliz cantando para el público de Colombia! Hay una conexión fuerte y muy linda, y el recibimiento es súper cálido”, cuenta.

Se inició en la música estudiando canto en la Escuela de Jazz de Porto. Ribeiro comenta que era la única opción para estudiar canto de manera profesional. Entonces, para familiarizarse con el jazz comenzó a oír discos de este género, que la fue atrapando. “La primera bossa nova que canté y escuché fue ‘Insensatez’, que me cautivó desde el primer momento, y me acuerdo de estar preguntándole un día a un amigo músico: ’Quién es este António Carlos Jobim?’. Inmediatamente fui y compré un disco suyo”, recuerda.

Con los años, la artista perfeccionó su carrera musical con una maestría en el Conservatorio de Bruselas, con intercambios en ESMUC (Barcelona), Berklee College of Music (Boston) y el Conservatorio Superior de París.

Ribeiro ya completa más de 20 años de carrera artística. Se ha presentado en festivales y auditorios de Europa, Estados Unidos y Latinoamerica. Fue artista residente en el Carnegie Hall (Nueva York) y ganó el primer premio en las competencias internacionales “Voicingers” (Polonia) y “Crest Jazz Vocal” (Francia) y el segundo premio en “Young Jazz Singers” (Bélgica). Desde el 2016 es profesora en el curso anual de Bobby McFerrin “Circlesongs”, en Estados Unidos.

Su nuevo proyecto es un disco que prepara, para grabarlo en Els Prats de Rei, un pueblito muy pequeño en Catalunya. Allí, además de la música, ha comenzado a trabajar también en proyectos ambientales. “Aparte de todo esto, tengo una fascinación por la improvisación vocal, y me he dedicado a dictar talleres y retiros en que invito a la gente a crear música de forma espontánea, en el momento, y a soltar los juicios y las fórmulas”, anota.

¡He escrito muchas canciones! Editadas son como unas 50. Y tengo muchas en el cajón, que están por lanzar…

'Paloma', de Aca Seca Trío. La he escuchado mil veces, pero aún no la he cantado.

¡Sí! Más que nada improviso melodías…

Mariah Carey.

El cello.

'Amapola', de Juan Luis Guerra (principalmente la versión de Juan Quintero).

Elis Regina.

Del fado me quedo con la intensidad y con la manera tradicional de cantar, y de la bossa nova me quedo con los ritmos y las armonías.

Coetus – una banda espectacular basada en Cataluña (los escuché en el pueblito catalán Els Prats de Rei), The Secret Trio (en el GroundUp Festival en Miami), y Aca Seca Trío (en el Joe’s Pub de Nueva York).

'Beatriz' (Edu Lobo y Chico Buarque), 'Há uma música do povo' (Fernando Pessoa y Mário Pacheco), 'O bêbado e a equilibrista' (João Bosco y Aldir Blanc), 'La Paloma' (Aca Seca) y 'Lately' (Stevie Wonder).

'Papa don’t preach', de Madonna. La escuchábamos mucho en viajes en carro con mi familia.

'Olha Maria', de António Carlos Jobim.

Creo que fue 'Ella and Basie', de Ella Fitzgerald con la Count Basie Orchestra.

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¡Me gustan todos los géneros musicales! En especial la bossa nova y las músicas del mundo, música clásica (principalmente de la época del impresionismo) y música pop.

¡Tengo muchos, y voy cambiando dependiendo del día! Con una vela, un café, un té, haciendo caminatas, viajando en tren, en carro o en avión, bailando…

El sonido del mar, porque me relaja. El sonido de los árboles “bailando” con el viento, porque me invitan a moverme con suavidad. El canto de los pájaros, porque me acuerdan que soy parte de un todo. El sonido de la lluvia, porque me incentiva a parar.