Ante la aparición de la variante Ómicron, que ha llevado a cerrar vuelos, establecimientos y fronteras en el hemisferio norte, surge la necesidad de replantear nuestras actividades en esta temporada y a tomar medidas para el 2.022. Las milagrosas vacunas que nos permitieron funcionar este año no ofrecen inmunidad eterna.
Los reportes científicos van disminuyendo el tiempo de cobertura, y ahora se estima que cada cuatro meses habrá que aplicar un refuerzo a los mayores de 60 años.
Ante las inminentes cancelaciones de espectáculos internacionales, habrá que reprogramar algunos de los conciertos ya contratados para superar esta situación y tomar medidas ingeniosas para que continúe el show.
Ahora somos exportadores de espectáculos y estos cierres por el brote de Ómicron afectarán a los grupos colombianos que tenían fechas vendidas en el extranjero
A mediados de los años 80 ocurrió en Colombia algo parecido a lo que está pasando ahora por el virus. Muchos de los artistas que alistaban maletas para visitar nuestro país cancelaron sus presentaciones ante la ola de violencia del narcotráfico.
Entonces las salas y los promotores de conciertos tuvieron que echar mano del talento local para darle alternativas a los espectadores. Así se llenó el vacío de cartelera y, de paso, se le abrieron las puertas de los escenarios nacionales a grupos locales que solo eran contratados como teloneros de los grupos extranjeros. Esto coincidió con un boom en la oferta de programas académicos en artes escénicas que ha traído grandes cambios en la práctica musical del país. Surgió así una camada de talento que ahora da frutos construyendo y fortaleciendo la identidad cultural de Colombia.
Ahora somos exportadores de espectáculos y estos cierres por el brote de ómicron afectarán a los grupos colombianos que tenían fechas vendidas en el extranjero.
Por eso hago un llamado a los solistas, a las agrupaciones y orquestas de las regiones a que se preparen para sustituir la ausencia de invitados internacionales ante las medidas que se están tomando por el brote.
Mi llamado se extiende a los
festivales, empresarios y teatros del país para que apuesten por el talento local y regional con el fin de no volver a cerrar sus puertas.
El sector cultural debe reaccionar con creatividad y prontitud ante un inminente pico de contagio.
Otro frenazo en seco sería catastrófico para la salud de las artes escénicas colombianas y mundiales.
Les deseo un feliz y sano 2022.
Óscar Acevedo
Músico y crítico musical
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