Atlético Nacional le pasó por encima a Santa Fe y es finalista de la Liga junto a Tolima

Atlético Nacional, otra vez, pulverizó a Santa Fe, otra vez lo destrozo, otra vez le desnudó todas sus fallas, otra vez lo goleó, esta vez 0-3, solo que este triunfo contundente en Bogotá le sirvió para clasificar a la final del fútbol colombiano que jugará contra Tolima. Millonarios, que tenía que ganar, no pudo en Pasto. 

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Los resultados de Santa Fe ayudaron a eliminar a Millonarios. Los resultados de Santa Fe clasificaron a Nacional. Santa Fe fue un triste juez, que terminó el cuadrangular con las caras más rojas que las camisetas, rojas de vergüenza. Es que perder en casa contra Nacional era probable, perder goleado otra vez fue inaudito. 

Y Nacional fue una aplanadora. Aprovechó que en frente había un león en decadencia, manso, un león que no gobernó a nada ni a nadie en el grupo. Y lo destruyó. 

Nacional se jugaba el paso a la final, no dependía de sí mismo, necesitaba que Millonarios no ganara, y salió a la cancha de El Campín a dar una exhibición de fútbol, una orquesta liderada por Edwin Cardona, salió a ganar y a esperar a ver qué pasaba en Pasto. Un gol de Millonarios significaba que el verde se quedaba con las ganas de la final. Así que lo minutos pasaron con angustia, más allá de que goleaba. 

Los goles de Nacional fueron golazos. Claro, la defensa de Santa Fe no opuso resistencia, no porque quisieran perder, sino porque no podían. Nacional los bailó. La salida de sus laterales fue demoledora y Cardona estaba en su estado estelar. 

El primer gol fue tocata. Román tira el centro rastrero y Cardona le di la bienvenida a la pelota, pase usted, y le dio una caricia de taco. Cardona sabía sin mirar, como hacen los cracs, que atrás suyo estaba un compañero, lo presentía, lo olfateaba, seguramente Andrés Sarmiento también le pegó el grito, por lo que sea esa la jugada fue especial, el taco genial y el remate letal. Fue el 1-0.

Nacional no se quitó ninguna presión porque ganar no era suficiente. Pero al menos tuvo la certeza de que su tarea se cumplía. Lo demás fue acelerar en momentos claves para que se león dormido no pudiera ni gatear.  

Al minuto 31 Cardona elaboró el otro gol, con su pase a Angulo quien entró en el área y tiró el pase para que Alfredo Morelos anotara. 2-0.

Ahí Nacional supo que el partido era suyo. Ahí Santa Fe supo que viviría otra pesadilla. Ahí Millonarios supo que la final se les escapaba. 

En el segundo tiempo Nacional no estaba saciado. Este equipo ratifica que llega a la final aceitado. Otra de sus tocatas terminó en un golazo. Lo gestó el de siempre, ese Cardona genial que anticipa los festejos, que toca con una sutileza despiada para el rival. Pase para Sarmiento, Sarmiento para Román y Román enloqueció cuando capturó esa pelota en el aire y sacó un remate fulminante. 3-0. El partido en Bogotá ya era historia. 

A Nacional le quedaba istras sus fuerzas y esperar que el cronómetro volara, no el de Bogotá, sino el de Pasto. En es trámite perdió a David Ospina, por lesión. Luego se fue Cardona, y si el público hubiera sido verde, el aplauso hubiera sido atronador.  

El partido terminó y en Nacional fue una sola oración, en espera del pitazo final en Pasto. Hasta que por fin vino el alivio: Nacional está en la final.

PABLO ROMERO

Redactor DEPORTES

@PabloRomeroET