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Camilo Villegas, como el Ave Fénix (Llegando al 'green')
El colombiano volvió a lo grande, luego de varios años de sombras.
Perdón por hablar en primera persona. Debo confesar que no pensé que Camilo Villegas fuera a regresar a la gran carpa del golf estadounidense. Habíamos tenido casos dicientes y recientes de jugadores de primerísimo nivel como Severiano Ballesteros, David Duval, Ben Curtis, Ian Baker-Finch, todos ellos ganadores de Majors, que a pesar de que lucharon, jamás pudieron regresar.
Creí que Camilo iba a ser uno más de ellos, y qué agrado saber que me equivoqué. Espoleado no por el dinero, sino por la vergüenza que tiene este jugador y por la responsabilidad de ser nuestra figura señora del golf, Camilo jamás se entregó. Fue una lucha larga, de nueve años, pero en los últimos, en un bache enorme. En ese túnel que estaba metido, apenas había atisbos de luz de vela de iglesia.
Camilo siguió luchando. “Me encanta trabajar, me encanta tener un propósito cada mañana”, dijo. Y eso se reflejó con creces en estas dos últimas semanas. Para su fortuna, la del golf colombiano y el la del golf mundial, porque Camilo es figura aquí, allá y acullá, encontró en febrero de este año un profesor extraño, y decimos extraño porque ni siquiera vive en Estados Unidos. Es coach en la tierra donde nació, Argentina.
José Luis ‘Pepa’ Campra apareció para decirle: “Vas a volver a ganar”. Él mismo reconoció que, de hecho, dudaba de eso. Fue una lucha demoledora. Ya lo dijo Jack Nicklaus: “Nos toma cientos de golpes ganar la confianza y solo uno para perderla”. Así de fuertes son las cosas en el golf de primer nivel. Para nosotros los aficionados es simplemente llegar triste a la casa, tratar de mejorar. Para un profesional es su vida, su trabajo.
Camilo se derrumbaba, pese a todas esas excepcionales condiciones que lo habían encumbrado a la cima. Incluso, tuvo que derrumbar su ego, su arrogancia, y lo hizo con humildad. Bajó inclusive a jugar torneos que jamás habían estado en su mente. Todo ello, buscando ese regreso.
La resurrección de Camilo Villegas: dos semanas brillantes
Y por fin llegó: el trabajo con Campra se vio reflejado hace 15 días en el torneo de Los Cabos, en México. Cuatro vueltas sensacionales: 64, 64, 69 y 66, 25 bajo par, para perder en el hoyo 72 con un águila de su opositor.
Vuelvo a decirlo: pensé que era una semana de esas que les salen a los jugadores. Esperaba con ansias saber si eso se iba a ratificar en el torneo de Bermuda. Y vaya, vaya: ¡qué sorpresa tan agradable! 67, 63, 65 y 65, 24 bajo par, para conseguir la victoria.
Lo de Camilo fue único: disparó 49 bajo par en dos torneos consecutivos del PGA Tour. No hemos encontrado otra marca igual en lo que hemos podido revisar. Eso son palabras mayores. Y lo más importante: nos embriagó con el aroma de su juego. Fue un recital de recursos e inspiración. Esa seguridad inmensa en esos tiros, poner esa pelota en el tee con una madera 3 y sacarla a un metro de altura, qué sensación. Esos tiros de los crossbunkers, maravillosos. La verdad, fue de asombro.
Todos los que pudimos ver a través de la televisión, colombianos y no colombianos, sentimos una emoción inmensa, de un jugador que regresaba, y para mucho rato: vuelve al Masters, al PGA Championship y a The Players.
Con mi compañero de golf en esta casa editorial, Orlando Ascencio, tendremos una entrevista con ‘Pepa’ Campra. Espérenla: nos contará cosas maravillosas de nuestras dos figuras del golf del momento: Camilo, como su coach, y Sebastián Muñoz, como su cadi.