La millonaria estrategia del ‘clan del Golfo’ para controlar las redes de microtráfico en Colombia instrumentalizando a niños

En una operación coordinada entre la Policía y la Fiscalía, tras 10 meses de investigación, se logró desmantelar una red de microtráfico en la que 13 personas comercializaban marihuana, bazuco y cocaína en sectores populares de los municipios de Heliconia, Girardota y Yarumal, en Antioquia.

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Las autoridades tenían claro que en el operativo iban a aprehender a tres menores de edad que la red delictiva instrumentalizaba para la distribución de la droga, especialmente en los entornos escolares. En el proceso se estableció que esta red estaba al servicio del ‘clan del Golfo’, el mayor traficante de cocaína con destino a Europa, Estados Unidos y México.

Ese hecho concuerda con los hallazgos de un informe de la Policía conocido en exclusiva por EL TIEMPO que da cuenta de que Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, máximo jefe de la red criminal, viene desarrollando un plan para usar menores de edad en su táctica de que el tráfico local de estupefacientes sea una de sus principales estrategias de financiación en zonas urbanas.

Por eso, a través de los jefes de subestructura se buscaría “el apoderamiento del negocio del tráfico local de estupefacientes, las ventas y el control de las rentas ilícitas o legales como parte de su financiación”, sin importar que esto llevara a “escenarios de violencia, criminalidad y degradación social”, se lee en el documento.

La Policía logró identificar que tan solo en el Urabá antioqueño, zona de injerencia del ‘clan del Golfo’ -que pide ser reconocido como ‘Ejército Gaitanista de Colombia’, para tener un asiento en la ‘paz total’- se han establecido cerca de 44 puntos de expendio de microtráfico.

De acuerdo con el informe, estos lugares de expendio le “generan aproximadamente $1.320 millones en ganancias mensuales” a los hombres de ‘Chiquito Malo’ y los que no están bajo su control deben pagar un impuesto del 20 por ciento.

En la cruzada para afectar al ‘clan del Golfo’, hace 10 días en Apartadó, Antioquia, se incautaron 1.903 dosis de cocaína, 2.189 bazuco y 480 cigarros de marihuana, los cuales iban a ser distribuidos por menores de edad en los barrios de ese municipio.

Un agravante,es que las autoridades lograron precisar que las ‘bichas’ (dosis de cocaína) estaban mezcladas con insecticidas, polvo de ladrillo y cemento blanco, lo que afecta aún más la salud de los consumidores.

En el documento conocido por este diario se detalla que el ‘clan del Golfo’ mantiene el sistema en la región Caribe, por ejemplo en Barranquilla se identificaron154 expendios bajo su control. Allí la situación incide en la cifra de homicidios por la guerra territorial que libra el ‘clan’ contra tres bandas: 'los Costeños’, ‘los Rastrojos Costeños’ y ‘los Pepes’, que por años han tenido la hegemonía del microtráfico.

“El tráfico local de estupefacientes le deja en estos puntos una ganancia de $22 millones cada semana por expendio, es decir, $ 3.388 millones aproximadamente y el ‘clan’ cobra el 20 por ciento, se queda con unos $677 a la semana”, se lee en el informe.

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También se advierte que en centros poblados y zonas estratégicas especialmente en las principales ciudades del país, el ‘clan del Golfo’ ha centrado “jíbaros y plazas de vicio para la proliferación de actividades delictivas y de mendicidad”, buscando revivir el modelo de la llamada calle del Bronx (Bogotá), “a partir de la presencia de habitantes de calle y trabajadoras sexuales, para aumentar la adicción y dependencia a la marihuana, cocaína, heroína y sustancias sintéticas como el fentanilo y el 2CB o tusi”.

El objetivo de querer replicar ese modelo en las ciudades es “permear jóvenes quienes han sido acechados por jíbaros del ‘clan del Golfo’ y que han sido identificados como que se encuentran en estado de vulnerabilidad por sus condiciones sociales, descomposición familiar y falta de oportunidades laborales” para atraerlos a sus filas.

Ya adoctrinados, la idea del ‘clan’ es aprovechar que son menores de edad y la ley es menos dura con ellos por lo que pueden encargarlos de “la creación de ollas, puntos fijos o móviles y coordinadores de expendio especialmente en barrios de estratos bajos, al interior y entornos de establecimientos abiertos al público y alrededor de colegios”.

De acuerdo con la Policía, el modus operandi del clan es entonces la “instrumentalización de menores de edad para la coordinación de plazas de vicio y distribución de estupefacientes, quienes al mismo tiempo son constreñidos para realizar actividades delictivas como el sicariato y el cobro de extorsión”.

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El informe añade que esto genera una “economía criminal perversa porque lleva a estos menores al consumo lo que a mediano plazo destruirá sus vidas”; y al volverlos consumidores, el ‘clan del Golfo’ los manipula para “realizar extorsiones, hurtos, homicidios y las niñas son inducidas a ejercer la prostitución a cambio de una papeleta”.

De otra parte, el documento indica que para ir expandiéndose a otras zonas del país el grupo ilegal estaría “coaccionando a la comunidad rural en el cañón de las Garrapatas (Chocó y Valle), para actividades de constreñimiento y vinculación de exintegrantes de otros grupos criminales”.

Para ello estaría subcontratando bandas locales como ‘los Fríos’, que delinque en Trujillo (Bolívar), al mando de ‘Culebra’ y se habría aliado con el grupo criminal ‘la Firma’, al mando de alias ‘Seis’, que hace presencia en los municipios de La Unión, Victoria y Toro (Valle del Cauca).

En Quibdó (Chocó), la Policía estableció que los hombres de ‘Chiquito Malo’ estarían “dinamizando el cobro del 30 por ciento de las ganancias del sector comercio, elementos básicos de la canasta familiar y obras públicas”.

Precisamente en esta ciudad la Policía reportó hace unos días la aprehensión de 8 de menores de edad al servicio del ‘clan del Golfo’, quienes, por manejar las ollas de vicio o puntos de distribución, reconocieron que recibían un pago de un millón de pesos al mes.

Paralelo a ello, se documentó que en los Llanos orientales el ‘clan del Golfo’ se financia del tráfico local de estupefacientes, cobros extorsivos hacia ganaderos y comerciantes, y de la implementación de alianzas para el procesamiento de sustancias en Mapiripán, Granada y San Martín.

Esta figura del outsourcing para el tráfico local de estupefacientes la viene afianzando el ‘clan’ desde años atrás por lo que hoy en día tiene consolidados fuertes vínculos “con bandas criminales locales en Antioquia, Córdoba, Magdalena, La Guajira, Atlántico, Magdalena Medio, Valle del Cauca, entre otros”.

En esa dinámica de expansión del ‘clan’ y el control del microtráfico, la Policía reporta que en Barrancabermeja (Santander), se han venido registrado disputas con la banda criminal que se hace llamar ‘los de la M’, por el control de zonas de expendio y consumo de drogas ilícitas, principalmente en las comunas 1, 3, 5 y 6. Esto porque el ‘clan’ estaría tercerizando actividades de sicariato con el grupo criminal ‘los Búcaros’ para quedarse con el territorio de ‘los de la M’.

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Finalmente, el informe de la operación Agamenón señala que en adelante, el ‘clan’ probablemente mantendrá su foco en el fortalecimiento de sus ganancias “por medio del mantenimiento y ampliación de la ley de la oferta y la demanda”, involucrando a los menores de edad en sus redes de apoyo como ‘campaneros’, es decir, para que les avisen sobre los desplazamientos que realiza la Fuerza Pública en sus zonas de injerencia.  

ALICIA LILIANA MÉNDEZ 

Subeditora de Justicia

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