En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Análisis
Exclusivo suscriptores
La profunda ‘cirugía’ a las Fuerzas Militares que enciende el debate
El gobierno del presidente Gustavo Petro decidió 'suprimir' los comandos conjuntos, claves en la derrota militar de las Farc. Esta es la nueva estrategia.
Almirante Francisco Cubides, comandante de las FF.MM. en la operación Perseo, en El Plateado. Foto: Fuerzas Militares de Colombia
En lo que los expertos consideran el más profundo cambio en el despliegue de las Fuerzas Militares en las últimas dos décadas, el presidente Gustavo Petro y su cúpula de seguridad acaban de oficializar el fin –la “supresión”, según los términos utilizados en el decreto expedido por el Ministerio de Defensa– de los Comandos Conjuntos y las Fuerzas de Tarea Conjunta. Y hay polémica porque se trata de dos de las figuras claves en la derrota militar de las antiguas Farc, justo en un momento en el que todos los actores ilegales han intensificado su poder criminal en las regiones.
En esencia, la estrategia de la ‘conjuntez’, que empezó a aplicarse en el primer gobierno del presidente Álvaro Uribe, apuntaba a poner bajo el mando de un solo oficial las fuerzas combinadas del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea en una región determinada o con un objetivo militar específico. El ahorro de tiempo para implementar operaciones urgentes (por ejemplo, un bombardeo de la FAC previo al ingreso del Ejército para capturar o abatir a un jefe criminal ubicado por inteligencia de la Policía), y la talanquera al problema de décadas de los celos institucionales fueron dos de las mayores ventajas del modelo que ahora pasa a la historia. Los golpes estratégicos contra las Farc, como las muertes de ‘Raúl Reyes’, ‘Jojoy’ y ‘Alfonso Cano’, fueron producto de esa fórmula.
Tras la polémica generada por las decisiones reveladas el pasado fin de semana, el Ministerio de Defensa y el Comando de las Fuerzas Militares han aclarado que más que una “supresión” habrá un profundo cambio de énfasis.
Ahora, los Comandos Conjuntos serán reorientados en su misionalidad y de ser operacionales, pasan a ser de planeamiento y análisis estratégico. Con la salvedad de que cuando sea necesario, el comandante de las Fuerzas Militares les puede asignar nuevamente la actividad operacional. A la par, las Fuerzas de Tarea Conjuntas (con personal de Armada, Ejército y Fuerza Aeroespacial) pasarán al Ejército, y quedan como unidades asignadas para reforzar las labores terrestres de esta arma.
La base de operaciones de la Fuerza de Tarea Omega se encuentra en La Macarena, Meta. Foto:César Melgarejo. ELTIEMPO.
El ministro de la Defensa, Iván Velásquez, aseguró que en adelante estas unidades desarrollarán sus operaciones bajo la responsabilidad directa de cada comandante de Fuerza, sin que esto afecte la coordinación conjunta. “Este nuevo sistema de organización no debilita a las Fuerzas Militares; al contrario, las fortalece al permitir una mayor autonomía operativa dentro de una estructura conjunta”, afirmó.
Con amenaza combinada del Eln, disidencias y grandes bandas, como el ‘clan del Golfo’ y ‘los Pachenca’, que llega a los 20.000 delincuentes (entre hombres en armas y redes de apoyo) y con un área de coca superior a las 250.000 hectáreas, el aparato militar del Estado colombiano sigue enfrentando hoy grandes retos, como se ha visto en la región de El Plateado, en el Cauca.
Lo que considera la actual cúpula militar es que los 184.000 hombres del Ejército, los 31.000 de la Armada y los 12.000 de la Fuerza Aeroespacial deben empezar a desplegarse por el territorio nacional respondiendo a las nuevas realidades y estrategias de los grupos criminales que hoy están presentes en el país. “No se pueden enfrentar las amenazas de hoy con la organización y estrategia del ayer”, señaló un general. En efecto, en los últimos 20 años salieron del mapa del conflicto los dos mayores generadores de violencia armada en el país: las Auc y las Farc. Combinadas, esas fuerzas criminales sumaban unos 50.000 combatientes y milicianos.
El lío de la tesis de las nuevas amenazas es que, desde hace al menos seis años, incluidos los dos de la ‘paz total’ del gobierno del presidente Gustavo Petro, el poder militar de los remanentes de Farc, Auc y el del Eln ha crecido en muchas regiones, al punto de que en algunas se han vuelto a ver grandes zonas campamentarias.
“Queda la sensación de que se están dejando desprotegidos territorios que hoy nuevamente están bajo el control de la criminalidad y el terrorismo, con las consecuencias nefastas que esto trae para la seguridad y la vida de sus habitantes”, señaló esta semana el exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón.
Las fuerzas Militares de Colombia eran campeonas entre Fuerzas Especiales. Foto:Fuerzas Militares
Él fue uno de los arquitectos de la estrategia de la ‘conjuntez’. Y esta se implementó, según Pinzón, “para sumar las capacidades de Fuerzas Militares y de Policía para ser más efectivos en la lucha contra el terrorismo y el crimen”. Añadió que “la lógica conjunta permite integrar de forma coordinada e interagencial, recursos, equipos y especialidades de las distintas instituciones”.
Con la Fuerza Aérea ‘amarrada’ por la decisión del presidente Petro de suspender los bombardeos, el mayor esfuerzo operacional se concentra aún más en el Ejército, que es la fuerza que más generales ha perdido en el actual gobierno, al punto que su actual comandante, Luis Emilio Cardozo, regresó al servicio activo después de haber salido de la línea de mando en la primera purga ordenada por el presidente Petro, en agosto del 2022.
La Fuerza de Tarea –la Omega, la más conocida– pasa a control pleno del Ejército. Esta nueva estrategia plantea la conformación de seis Fuerzas de Despliegue Rápido (Fudra), que se suman a las cuatro existentes y que van a desarrollar las operaciones ofensivas en el territorio de sus respectivas divisiones. En esa línea, el Comando Específico del Oriente se convierte en la Fudra 11, y el Comando Específico del Caguán en la Fudra 12. La Omega seguirá manteniéndose como punta de lanza de las operaciones militares en el sur del país.
El comandante de la Fuerza Aeroespacial, general Luis Carlos Córdoba, le aseguró a este diario que la misión de la institución a su cargo seguirá trabajando de manera coordinada con las demás Fuerzas y con la Policía. “La Fuerza Aeroespacial continuará desplegando aeronaves hacia cualquier lugar del territorio nacional, ahora con mayor eficacia y eficiencia”, puntualizó Córdoba, quien añadió que lo anterior se da “teniendo en cuenta que cada comandante en el territorio en forma conjunta y coordinada, podrá requerir del apoyo directo de la FAC de acuerdo al desarrollo táctico y operacional en las diferentes áreas de responsabilidad”.
Operación Perseo: ingreso de las Fuerzas Militares a El Plateado, Cauca. Foto:Fuerzas Militares
De otro lado, el comandante de la Armada, vicealmirante Juan Ricardo Rozo, afirmó que la modificación de las Fuerzas de Tarea, “únicamente varía la cadena de mando”, más no el despliegue y las responsabilidades de cada fuerza. En esencia, los comandantes de cada unidad militar recuperarán el mando sobre tropas que antes estaban asignadas a los comandos conjuntos, y la teoría es que de esta manera podrán ser más eficientes en el cumplimiento de sus misiones operacionales específicas, al tener más unidades a su servicio.
El general (r) Guillermo León, presidente de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore), asegura que los cambios son necesarios de acuerdo con las nuevas realidades del país, pero llama a que “no se pierda el esfuerzo que se ha hecho para construir esa capacidad de las operaciones conjuntas y que fueron fundamentales en la primera década de este siglo para cambiar los resultados que se estaban viendo en la en las estrategias militares”: “En eso se ganó y se debe mantener por la sinergia que da el hecho de sumar capacidades para obtener resultados importantes”.
En la misma línea, Jean Carlos Mejía, decano de Derecho de la Universidad Militar, dice que los Comandos Conjuntos generaron en Colombia “un cambio estratégico” con alcance operacional que definió militarmente la guerra contra las Farc y el Eln y obligó a esos grupos a poner sus retaguardias estratégicas fuera del país”.
Mejía señala que más allá del debate estratégico, “hay un problema eminentemente político y mediático” por los magros resultados del actual gobierno en los aspectos de seguridad y defensa.
Empezar a enderezar con golpes militares contundentes las cargas que se han torcido en los últimos años será la prueba de fuego para los responsables de la decisión. En El Plateado, la puerta al estratégico cañón del Micay, se está jugando ya el primer partido de esa nueva estrategia.