Iván Darío Ramírez, Juan Camilo Pulido y Cristian Santiago Sandoval, tres de los vinculados al atentado contra el
centro comercial Andino que dejó a tres personas muertas en junio del año pasado,
visitaban los campamentos del Eln en Arauca, llegaron a estar en la frontera con Venezuela y cumplían con labores encargadas por jefes de esa organización ilegal. Además, los tres hombres habrían ingresado después de enero de 2015 a zonas campamentarias de la guerrilla en La Guajira y el sur de Bolívar.
Esa es la hipótesis de la Fiscalía y la Policía que llevó a la recaptura de siete de los diez procesados por el atentado, que lograron el viernes que un juez de Bogotá ordenara su libertad por vencimiento de términos.
El domingo en la noche fueron capturadas las tres personas, a las que ya se les imputó el cargo de rebelión; y este martes serán llevadas ante un juez de Paloquemao cuatro mujeres que estaban recluidas en el Buen Pastor y fueron detenidas a su salida del centro carcelario, y en las próximas horas serán efectivas las capturas de los tres restantes, que están en la Modelo.
Las órdenes de captura fueron expedidas por un juez de Medellín el domingo en la mañana, menos de 48 horas después de que se ordenó su libertad.
Esta es una nueva investigación que se lleva hace más de nueve meses y busca desmantelar el brazo urbano del Eln
La Fiscalía aclaró durante la diligencia judicial que este caso no tiene nada que ver con el atentado contra el centro comercial Andino, por el cual a los investigados ya se les imputaron los cargos de concierto para delinquir, terrorismo, homicidio y tentativa de homicidio.
"Esta es una nueva investigación que se lleva hace más de nueve meses y busca desmantelar el brazo urbano del Eln”, dijo el fiscal del caso tras señalar que Violeta Arango Ramírez, la única del grupo Movimiento Revolucionario Popular (MRP) que no fue capturada, “está encuadrillada” en el frente de guerra oriental, liderado por Gustavo Aníbal Giraldo, alias Pablito, integrante del Comando Central del Eln (Coce).
En este proceso –se dice en la investigación– es clave Boris Ernesto Rojas Quijano, uno de los capturados, quien habría sido el enlace para reclutar en universidades estudiantes que “asumieron comportamientos que los ligaban con la estructura guerrillera” y empezaron a instruir a los guerrilleros rasos “y a cambio recibieron instrucción militar”.
La Fiscalía dijo que, por ejemplo, Cristian Santiago Sandoval fue encargado de hacer inteligencia sobre los movimientos de la Fuerza Pública en Arauca e, incluso, recibió instrucción en la fabricación de explosivos.
En el caso de Iván Darío Ramírez, los investigadores señalaron que visitaba constantemente los campamentos del Eln.
En el expediente hay un testigo clave que se presentó a la Fiscalía y entregó información sobre los capturados y sus supuestos nexos con la guerrilla.
“El cabecilla decía que había que protegerlos porque eran unas personas preparadas, unos universitarios que se iban a constituir en el brazo armado en la zona urbana”, les dijo el testigo a los investigadores.
El cabecilla decía que había que protegerlos porque eran unas personas preparadas, unos universitarios que se iban a constituir en el brazo armado en la zona urbana
Y añadió: “el
MRP (al que pertenecerían los capturados por el caso) se adhirió al Ejército de Liberación Nacional y se constituyó como un outsourcing para llevar a cabo diferentes actos contrarios al derecho, fueron a Arauca, fueron a Venezuela, compartieron con los guerrilleros y se transmitieron información militar y social”.
En el expediente, asegura la Fiscalía, hay evidencias que comprometen a los capturados y fueron incautadas recientemente en operativos de las autoridades contra el Eln. Por ejemplo, existe un correo electrónico en un equipo hallado en la operación en la que murió en San Pablo, sur de Bolívar, Jacob David Acuña, alias Samuelito, integrante de la dirección nacional de la guerrilla.
En el correo, Pedro Romero les escribe a tres personas, entre ellas Violeta Arango, a quien le manifiesta su preocupación por su estado de salud. “Sabes de mi apoyo y respaldo; he analizado tu caso en concreto, estaremos en solidaridad con ustedes como revolucionarios y orientaré para apoyar la parte jurídica de sus compañeros”, se lee en la conversación.
Los capturados no aceptaron el cargo imputado y, a través de sus abogados, manifestaron que son inocentes.
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