Cada año, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son responsables del 35 por ciento de las muertes femeninas en el mundo. A nivel Colombia, las cifras son aún más alarmantes, pues las afectaciones cardíacas se consolidaron como la causa número uno de muerte en las mujeres y concentraron el 25,2 por ciento de las defunciones femeninas en el país, demostrando que el corazón de las mujeres es un reto para la salud pública.
El 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, una fecha para concientizar a la ciudadanía sobre la prevención de las enfermedades cardiovasculares (ECV), las cuales hacen referencia a un grupo de trastornos que afecta el corazón y los vasos sanguíneos.
De acuerdo con Novartis Colombia, empresa dedicada al desarrollo de medicamentos innovadores para hacer frente a enfermedades graves, las ECV o cardiopatías afectan especialmente a las mujeres, quienes enfrentan desafíos únicos en la salud cardiovascular, pues pueden presentar síntomas más silenciosos y menos evidentes de ataque cardíaco, además de tener un mayor riesgo en la posmenopausia.
“Una de cada 3 muertes en mujeres es causada por ECV, pero estas enfermedades siguen siendo subdiagnosticadas debido a mitos y falta de conciencia, tanto en pacientes como en el personal de salud. Los síntomas en mujeres pueden diferir de los hombres, lo que provoca diagnósticos erróneos o atribuidos a la ansiedad. (…) Es crucial que tanto los médicos como el público en general conozcan mejor los problemas del corazón en mujeres. Cuanto más sepan las mujeres sobre las cardiopatías, más posibilidades tendrán de identificarlas a tiempo”, señaló Sandra Cabezas, presidenta corporativa de Novartis Colombia.
Precisamente, aunque el corazón de las mujeres puede tener el mismo aspecto que el de los hombres, existen diferencias importantes y determinantes a la hora de diagnosticar una cardiopatía. Por ejemplo, los patrones menstruales o las afecciones relacionadas con la fertilidad, como el síndrome de ovario poliquístico o la endometriosis, pueden influir en el estado del corazón .
Ahora bien, las cifras también demuestran que las ECV son uno de los mayores dolores del corazón de las mujeres en Colombia, pues, contrario a lo que se cree de que estas son más comunes en hombres, las cardiopatías representan el 35 por ciento de las muertes femeninas cada año en el mundo, superando a todos los cánceres combinados, y concentraron el 25,2 por ciento de las defunciones de mujeres en Colombia, en el 2023.
“Esto puede deberse, en parte, a que las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar arterias endurecidas por la acumulación de grasas y colesterol y, además, suelen experimentar síntomas atípicos de ataque cardíaco que no están directamente relacionados con el dolor de pecho, inclusive se considera que este es el menos perceptible en la población femenina”, indicó Cabezas.
Aunque factores como el colesterol elevado, hipertensión, tabaquismo, alcohol, diabetes y el sedentarismo agravan el riesgo de padecer ECV4, en las mujeres también influye el uso de anticonceptivos, la diabetes gestacional, la preeclampsia y el estrés emocional. Sin embargo, llama la atención que solo el 44 por ciento de la población femenina reconoce a las ECV como una amenaza para su salud.
“Durante la menopausia, el riesgo también incrementa, pues el colesterol LDL y los triglicéridos suelen elevarse, y las mujeres con colesterol alto reciben menos medicación que los hombres, agravando su condición. Esto se debe en parte a la complejidad de prescribir medicamentos durante la edad fértil y a la desigualdad inherente de los sistemas de salud, evidente en el modo en que los proveedores de salud no ofrecen el tratamiento adecuado con la misma frecuencia que a los hombres ”, señaló la presidenta de Novartis Colombia.
Un dolor al corazón y al bolsillo de los colombianos
Este panorama resalta la urgencia de mejorar la tasa de diagnósticos tempranos, especialmente para las mujeres, que representan el 51 por ciento de la población y el 52 por ciento de la fuerza laboral en Colombia".
Además de ser una de las principales causas de muerte, las enfermedades cardiovasculares también generan pérdidas económicas significativas al afectar la fuerza laboral.
Según un estudio del Instituto WifOR, encargados de mostrar el impacto social de la salud en el mundo, reveló que en 2022 estas enfermedades redujeron el PIB de países como Colombia en un 0,5 por ciento. Junto con las neoplasias, la migraña y la diabetes representaron el 3,1 por ciento del PIB, equivalente a 10.900 millones de dólares.
Este impacto, especialmente en jóvenes, podría seguir afectando la productividad y estabilidad laboral en América Latina, especialmente si se tiene en cuenta que las estimaciones al 2035 hablan de que los casos por ECV incrementen en 1,6 millones de casos y su carga económica en 14 billones de dólares.
“Este panorama resalta la urgencia de mejorar la tasa de diagnósticos tempranos, especialmente para las mujeres, que representan el 51 por ciento de la población y el 52 por ciento de la fuerza laboral en Colombia. Además, las mujeres son clave en el ámbito empresarial, con el 59 por ciento de las 1,2 millones de empresas registradas a su nombre, puntualizó Cabezas.
Por esta razón, el llamado a fortalecer el a la salud para las mujeres en Colombia se hace prioritario, pues es un país donde el 67.7 por ciento de quienes brindan cuidados directos son mujeres; y donde el 76.2 por ciento del trabajo no remunerado de cuidado es realizado por población femenina, dos factores limitantes para su propia salud, pues incide en el tiempo que ellas dedican para las citas médicas y actividades personales.
“Las ECV en Colombia son una preocupación de salud pública significativa, y su impacto en las mujeres presenta desafíos únicos a nivel socioeconómico que deben ser abordados con atención y precisión. Por eso hay que fortalecer la atención con enfoque en la prevención, para tomar medidas proactivas que nos permitan cuidar de la salud del corazón. En Colombia, es vital mejorar el al diagnóstico, la atención y la prevención de estas condiciones, cuyo impacto en la vida de las personas es alarmante”, concluyó Cabezas.
Vogel, B., Acevedo, M., Appelman, Y., Merz, C. N. B., Chieffo, A., Figtree, G. A & Mehran, R. (2021). The Lancet women and cardiovascular disease Commission: reducing the global burden by 2030. Recuperado de:
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)00684-X/abstractGao, L., Zhao, Y., Wu, H., Lin, X., Guo, F., Li, J., ... & Huang, H. (2023). Polycystic ovary syndrome fuels cardiovascular inflammation and aggravates ischemic cardiac injury. Recuperado de:
https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIRCULATIONAHA.123.065827 *MÁS CONTENIDO. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO con el auspicio de Novartis Colombia.