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¿Qué tantas opciones tiene Joe Biden de ser reelegido en Estados Unidos?
El mandatario estadounidense anunció este martes que quiere buscar la reelección.
El presidente Biden pidió este lunes a los estadounidenses tener confianza en su sistema bancario. Foto: AFP
“Quiero terminar el trabajo comenzado. La pregunta a la que estamos enfrentados es si a futuro queremos más o menos derechos, más o menos libertades. Yo sé cuál es la respuesta que quiero. No podemos ser complacientes en este momento. Y es por eso que voy a buscar la reelección”.
Con esas palabras, en un corto video publicado este martes, el presidente estadounidense Joe Biden anunció formalmente que aspira a permanecer otros cuatro años en la Casa Blanca y que buscará la nominación de su partido para los comicios del 2024.
Aunque la decisión se daba por descontada y el propio Biden ya había telegrafiado sus intenciones -algo además normal en el sistema político estadounidense- la confirmación fue controvertida.
Si bien su candidatura desafía a un buen sector demócrata que clama por un representante más progresista y joven que refleje la diversidad del partido, especialmente entre los líderes y directivas del partido, existe el convencimiento de que Biden es el mejor chance que tienen para impedir el probable regreso de Donald Trump a la presidencia.
Un reciente informe publicado por el Washington Post, y el acumulado de las encuestas más recientes, ilustra ambos puntos. Titulado Demócratas reacios a Biden en 2024, pero no ven otra opción, muestra cómo el electorado enfrenta una especie de viacrucis.
Para muchos, Biden, a sus 80 años (arrancaría a los 82 años su segundo periodo) ya no está en su mejor momento y les preocupa su salud y capacidades cognitivas. Si bien los gajes del oficio lo han acompañado en casi toda su vida política, se han acrecentado en tiempos recientes. Además, dado que el electorado demócrata suele estar compuesto por gente más joven y minorías, les preocupa que no conecte con ellos y sus intereses.
Los abogados de Joe Biden fueron quienes entregaron los registros a las autoridades. Foto:AFP
Para ponerlo en contexto, basta con revisar las encuestas del último año. En promedio, no más del 40 por ciento de los demócratas se inclinaba por nominar a Biden como candidato del partido mientras que un 57 por ciento pedía a alguien diferente. En contraste, durante los años de la presidencia de Trump, un 73 % de los republicanos respaldaba al magnate para su reelección. En el caso de Barack Obama ese número crecía al 75 % o más.
Aunque la presidencia de Biden ha tenido altibajos y aún es prematuro saber cómo llegará EE. UU. a la carrera presidencial, sus simpatizantes anotan que el mandatario le ha devuelto estabilidad al país tras los caóticos años de Trump en la Casa Blanca que culminaron como un serio desafío al sistema democrático tras el desconocimiento del resultado de las elecciones y la violenta toma del Capitolio del 6 de enero del 2021.
“El presidente Biden heredó las crisis más profundas en generaciones y las revirtió para generar un crecimiento laboral sin precedentes, las mayores inversiones en infraestructura en 70 años, el nuevo poder de Medicare para negociar costos más bajos de medicamentos, el mayor resurgimiento de la fabricación en la historia moderna y una robusta agenda medioambiental”, dijo Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca.
Biden podrá ser un tipo aburrido, pero yo prefiero aburrido que caótico y delincuente
En gran parte, ese será el eje de su campaña: resaltar los logros y contrastar su mandato con la visión extrema de un partido republicano que no cree en los valores democráticos y está empujando medidas, como las restricciones al derecho al aborto, que van en contra del sentir de la mayoría.
“Biden podrá ser un tipo aburrido, pero yo prefiero aburrido que caótico y delincuente”, le dijo a este diario Harvey Richards, un residente de Fairfax, en Virginia.
“Delincuente”, dice Richards, pues Trump ya está siendo procesado por ocultar el pago a una actriz porno, más otras acusaciones que están pendientes por fraude fiscal y su posible intervención en el proceso electoral del 2020.
De alguna manera, la candidatura de Biden para el 2024 también es una especie de necesidad política. Cuando llegó a la Casa Blanca en 2021, el demócrata siempre indicó que veía su presidencia como una de “transición”. Y se especulaba que daría un paso al costado para abrirle el camino a Kamala Harris, su vicepresidenta.
Pero, Harris no ha cuajado como su posible reemplazo y tampoco ha surgido otro líder con la estatura suficiente como para reemplazarlo. Además, someter al partido a un proceso de nominación entre múltiples candidatos sería como darse un tiro en el pie y perder la ventaja que le otorga el control actual del Ejecutivo.
De paso, la opción de buscar una alternativa más joven y moderna que Biden, dependía en buena parte de los movimientos en el partido republicano. Si, por ejemplo, se habría paso la candidatura de alguien como Ron DeSantis, gobernador de la Florida (tiene 44 años), entonces tenía sentido explorar nombres como el del gobernador de California Gavin Newsom, de 55 años, para competir mano a mano en un cambio generacional.
El episodio ocurrió durante un mitin en Florida. Foto:AFP
Pero, dado que Trump se perfila desde ya como el escogido por los republicanos, no hay nadie en mejor posición que Biden para contenerlo. Es decir, una segunda versión de las elecciones del 2020 pero a la inversa. Y una en la que los demócratas -al menos los estrategas- creen que pueden salir airosos por que será una contienda de contrastes.
A pesar de que los índices de popularidad de Biden son muy bajos (40 %), la imagen de Trump es peor (25 %). La apuesta, por lo tanto, es por un candidato que sin despertar entusiasmo promete continuidad versus otro que eleva pasiones pero es impredecible y carga con un oscuro pasado que le puede pesar entre los votantes independientes, que son los que por lo general inclinan la balanza electoral. ¿Cuál de las dos narrativas ganará? Es lo que está por verse.