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¿Por qué siente culpa al gastar dinero en usted mismo, según la psicología?

• Identificar patrones familiares y sociales es clave para transformar su relación con el dinero.

Esto dice la psicología sobre lo que su estilo de vestir revela de su personalidad

Dólar y peso — Cómo mejorar este patrón Foto: Sergio Acero Yate

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Donato Del Blanco

REDACTOR22.05.2025 10:00 Actualizado: 22.05.2025 10:28

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¿Se sintió alguna vez culpable por comprarse algo que deseaba? Según la psicología, esa sensación no es simplemente racional: suele estar arraigada en creencias formadas desde la infancia.

Si hoy duda cada vez que gasta en su bienestar, puede que haya interiorizado mensajes que relacionan el autocuidado con el egoísmo o la inmoralidad.

Aprender que cuidarse es un lujo, como primer pensamiento

Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), muchas personas crecieron en entornos donde el gasto personal era visto como frívolo.

Escuchar frases como “no necesitamos eso” o ver a sus cuidadores priorizar siempre las necesidades ajenas, genera una mentalidad de escasez y sacrificio.

Así, gastar en uno mismo se transforma en un dilema moral, incluso si se cuenta con los medios para hacerlo.

La Asociación Americana de Psicología señala que los niños absorben actitudes sobre el dinero observando a los adultos. De este modo, la culpa al consumir puede no estar ligada a una situación actual, sino a una narrativa emocional no resuelta.

Otro patrón frecuente es asociar el valor propio con la utilidad. Si creció creyendo que solo merece recompensa después de cumplir con responsabilidades, es probable que tienda a posponer sus deseos.

Prosperidad — Debe mantener una relación sana con el dinero Foto:iStock

Esta lógica lleva a justificar cada compra como si necesitara “ganársela”, perpetuando la idea de que disfrutar sin razón es indebido.

Los expertos sugieren comenzar con un cambio en la percepción: reconocer que gastar dinero en usted mismo no es un acto egoísta, sino una forma legítima de bienestar. Crear un presupuesto destinado al autocuidado, por ejemplo, puede ayudar a legitimar el disfrute sin culpa.

Además, recuperar el o con lo que realmente desea —y no lo que otros esperan que desee— permite tomar decisiones de compra más conscientes y satisfactorias.

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