El independentismo será el centro de las próximas elecciones catalanas

Fallo juidicial anuló decreto que aplazaba los comicios, por lo que se mantendrán el 14 de febrero.

El presidente del Ejecutivo catalán en funciones y anterior vicepresidente, Pere Aragonés. Foto: Lluis Gene. Efe

29.01.2021 14:12 Actualizado: 29.01.2021 18:43

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Cataluña votará por su gobierno el 14 de febrero, con la sombra de casi tres años y medio de procesos judiciales desde que se proclamó la fallida independencia de la región. Y el separatismo sigue como protagonista.

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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) confirmó la fecha de los comicios, luego de que el gobierno local hubiera interpuesto un recurso —que fue denegado— para aplazarlos hasta el 30 de mayo por el coronavirus.

Este viernes, pues, se dieron los primeros pasos de una campaña que vuelve a constituir un pulso entre el Gobierno de Pedro Sánchez y los independentistas. Coincide, además, con la salida de los presos políticos —aquellos que entraron en prisión por haber impulsado el proceso ilegal de la independencia—, que obtienen el tercer grado: pueden pasar el día por fuera de prisión y deben pernoctar en ella.

Ya anunciaron que participarán en la campaña y desde el momento de la salida expresaron su interés en continuar en la lucha separatista. Varios de ellos posaron con un cartel en que pedían amnistía.

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Gobierno inestable

El gobierno local de Cataluña se encuentra en una situación inestable desde que el Tribunal Supremo de Justicia inhabilitó al presidente Quim Torra en septiembre de 2020 por haber desobedecido las órdenes de la Junta Electoral Central de retirar las pancartas y símbolos independentistas de la sede del gobierno durante el período electoral de abril del año pasado.

Ahora gobierna Pere Aragonés, como presidente en funciones. Ha sido uno de los que con mayor insistencia ha pedido el aplazamiento de las elecciones, pues, en sus palabras, “celebrar los comicios el 14-F puede afectar el nivel de participación” de los cinco millones y medio de catalanes llamados a votar.

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Sin embargo, el TSJC consideró que se pueden celebrar las elecciones con garantías y que aplazarlas produciría un “período prolongado de provisionalidad”.

La ficha más fuerte se debate entre las dos orillas

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por el presidente Sánchez, mandó su ficha fuerte a la contienda: Salvador Illa, el ministro de Salud que ha manejado el virus en el país.

Renunció a la cartera para presentarse como candidato socialista para presidir el Govern. En un debate organizado el viernes por la mañana por el periódico catalán La Vanguardia, fue el blanco de las críticas de los demás candidatos, que le reprocharon lo que consideraron como una gestión nefasta de la pandemia.

Además, al ser un miembro clave del gobierno central, le echaron en cara la falta de recursos que sufre Cataluña.

Los últimos sondeos no muestran un posible cambio de escenario. Sigue la división, casi por mitades, de los independentistas y los que quieren que Cataluña siga siendo parte de España. Y continúa la leve ventaja de los primeros, que los ha mantenido en el gobierno local durante los últimos años.

El independentismo sumaría el 51,2% de los votos, según el Centro de Estudios de Opinión: lograría entre 70 y 77 diputados, una cifra superior a los 68 que marca la mayoría absoluta. La coalición de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) volvería a gobernar.

Carles Puigdemont, el presidente que proclamó la independencia y huyó a Bélgica, lidera el primero, pero la “presidenciable” sería Laura Borrás, dado que él no puede pisar el país.

Según los sondeos, ERC obtendría entre 34 y 35 escaños; Junts per Catalunya, su socio, entre 32 y 34; y el Partido Socialista Catalán, con Illa a la cabeza, subiría de 17 a 26 o 29.