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Claves de la crisis social que vive Israel por la reforma judicial de Netanyahu

La ley provocó el domingo las mayores protestas de la historia, con un récord de 650.000 asistentes.

Israel es escenario de protestas desde hace 13 semanas. Foto: AFP

PERIODISTA27.03.2023 07:42 Actualizado: 27.03.2023 08:32

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Israel está sumido en su mayor crisis constitucional desde su fundación en 1948 debido a que el nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu anunció su plan de reforma judicial, que busca mermar la independencia de la Justicia y aumentar el control del Ejecutivo sobre la misma.

La legislación, cuyos aspectos más polémicos ya avanzan en la Knéset (Parlamento israelí), provocó las mayores protestas de la historia de Israel, con un récord de 650.000 asistentes en la noche del domingo, después de que Netanyahu cesó al ministro de Defensa, Yoav Gallant, por pedir frenar su tramitación.

Estas son las claves de la reforma y de la crisis que causó en el país.

¿Cuál es el origen del proyecto?

El proyecto es promovido por el gobierno de Netanyahu, uno de los más derechistas de la historia de Israel, busca -dice el primer ministro- incrementar el poder de los políticos sobre los jueces y disminuir el rol de la Corte Suprema.

El Gobierno alega que el Tribunal Supremo históricamente se ha inmiscuido demasiado en asuntos políticos, por lo que es necesario poner un límite a esos poderes.

Al contrario, sus detractores consideran que la reforma amenaza la separación de poderes y el carácter democrático del Estado de Israel. El rechazo al proyecto generó en los tres últimos meses uno de los mayores movimientos populares de protestas de la historia del país.

Los detractores sostienen que un poder judicial independiente es vital para la salud democrática del país, donde los poderes legislativo y ejecutivo suelen fundirse al ser siempre la coalición gobernante quien acapara la mayoría parlamentaria, con poder casi absoluto para imponer leyes.

(Puede leer: Israel: ¿Benjamin Netanyahu está poniendo en peligro la democracia del país?)

Según los críticos, la reforma merma la independencia de la Justicia y aumenta el control del Ejecutivo sobre la misma. Foto:AFP

¿Cuáles son los puntos más polémicos?

Entre los puntos más controvertidos de la reforma se encuentra la elección de los jueces: el comité responsable de recomendar el nombramiento de jueces actualmente está compuesto por nueve , entre jueces en ejercicio, representantes del Colegio de Abogados de Israel, de la Knéset y del gobierno; de forma que se requiere un acuerdo entre todos para elegir a los jueces.

La reforma planteada por el ministro de Justicia, Yariv Levin, busca ampliar a once los del comité y cambiar la composición del comité: tres ministros y tres legisladores de la coalición, además de tres jueces independientes y dos legisladores de la oposición; lo que otorgaría al gobierno una mayoría de seis sobre once.

Netanyahu se convirtió este jueves en el Primer Ministro de Israel por tercera vez Foto:EFE/EPA/AMIR COHEN

Los cambios propuestos también buscan frenar que la Corte Suprema pueda revisar la legislación, incluidas la Ley Básica, cuerpo de leyes con rango constitucional. La reforma busca exigir que la invalidación de cualquier ley requiera el consenso del 80 % del de jueces del Supremo, cuando ahora solo es necesaria una mayoría simple.

(Además: El Gobierno israelí impulsa la pena de muerte para 'terroristas' palestinos)

En tercer lugar se encuentra la cláusula de Anulación. Se trata de uno de los aspectos que más polémica han desatado, ya que permitiría que una mayoría parlamentaria simple (61 diputados de 120) puedan anular fallos del Supremo cuando estos impliquen revertir o modificar leyes.

Los que se oponen a la ley ven esta cláusula como una clara violación de la separación de poderes y la independencia judicial y, por ende, una seria amenaza para la democracia israelí.

La reforma planteada por el Gobierno también busca reclasificar los puestos de asesores legales de los ministerios, que hasta ahora eran expertos independientes supervisados por el Ministerio de Justicia, a abogados elegidos políticamente. Además, las opiniones de esos asesores dejarán de ser vinculantes y de obligado cumplimiento.

Por último, la reforma pretende limitar el alcance del concepto de "razonabilidad" por el que los tribunales pueden someter por iniciativa propia a revisión judicial cualquier decisión gubernamental, incluyendo el nombramiento de cargos públicos, en base a si consideran las medidas razonables o irrazonables.

La reacción en las calles

La reforma ha causado una ola de movilización casi inédita. Más de medio millón de israelíes salieron este domingo a las calles a manifestarse. Esta vez tras el cese del ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien se convirtió en el primer miembro del Gobierno en oponerse públicamente al avance de la polémica reforma judicial.

Las manifestaciones tuvieron lugar en distintos puntos del país, sobre todo en las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén. En Tel Aviv, los manifestantes bloquearon el tráfico de la principal arteria de la ciudad, portando banderas israelíes y al grito de "Democracia, democracia".

Los manifestantes ondearon banderas israelíes y corearon lemas como "¡Israel no es una dictadura!" y "No a un gobierno fascista".

(Lea también: El peligroso giro de Israel hacia la autocracia)

Desde el momento en que termina esta conferencia de prensa, el Estado de Israel se detiene

En Jerusalén, grandes grupos rompieron uno de los cordones de seguridad en torno a la residencia del primer ministro y se enfrentaron con la Policía.

En paralelo, se registraron también multitudinarias manifestaciones de norte a sur del país, incluyendo grandes concentraciones en las ciudades de Haifa, en el norte del país, y Beer Sheva, en el sur.

A diferencia de las protestas contra la reforma judicial que tienen lugar desde hace doce semanas, habitualmente planificadas con anticipación y en coordinación con las fuerzas de seguridad, las manifestaciones del domingo fueron espontáneas.

Las protestas del domingo son las mayores protestas de la historia de Israel. Foto:EFE

Este lunes, el líder de la gran central sindical de Israel convocó a una "huelga general" inmediata en respuesta al programa de reforma judicial.

"Convoco a una huelga general", dijo el presidente del sindicato Histadrut, Arnon Bar-David, en un mensaje difundido por televisión en el que agregó que "desde el momento en que termina esta conferencia de prensa, el Estado de Israel se detiene".

Las universidades del país ya habían anunciado que interrumpirán las clases a partir de este lunes y un grupo de alcaldes y líderes municipales anticiparon que llevarían a cabo una huelga de hambre.

El Colegio de Médicos anunció rápidamente una "huelga total en el sistema sanitario", que impactará en los hospitales públicos.

Los principales bancos, la compañía eléctrica, cadenas de restauración, grandes almacenes y numerosos ayuntamientos, incluido el de Tel Aviv se han adherido a la huelga; mientras que el sindicato de trabajadores del aeropuerto de Ben Gurion han logrado cancelar el despegue de vuelos.

Vuelos retrasados en el aeropuerto Ben Gurion, cerca a Tel Aviv, por cuenta de las manifestaciones contra la reforma judicial. Foto:AFP

Lo que dice Netanhayu

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió este lunes a los manifestantes, "tanto de derecha como de izquierda", no actuar con violencia en las protestas que se desarrollan ahora mismo en Jerusalén.

"Hago un llamamiento a todos los manifestantes de Jerusalén, tanto de derecha como de izquierda, para que se comporten con responsabilidad y no actúen con violencia. Todos somos hermanos", señaló el primer ministro en un comunicado difundido por su partido Likud.

(Siga leyendo: Protestas en Israel por reforma judicial de Netanyahu)

Toda la nación está profundamente preocupada. Nuestra seguridad, nuestra economía y nuestra sociedad están amenazadas

Al contrario, el presidente israelí, Isaac Herzog, llamó el lunes al gobierno a detener "inmediatamente" el proceso de aprobación legislativa del proyecto de reforma judicial.

"Anoche fuimos testigos de escenas muy difíciles", dijo Herzog en una declaración difundida por sus servicios.

"Toda la nación está profundamente preocupada. Nuestra seguridad, nuestra economía y nuestra sociedad están amenazadas", dijo el presidente, que hizo un llamado solemne "al primer ministro, a los del Gobierno y a los de la mayoría".

Imagen de archivo del presidente electo de Israel, Isaac Herzog, en 2016. Foto:AFP / MENAHEM KAHANA

"Todo el pueblo de Israel los mira. Todo el pueblo judío los mira. El mundo entero los mira", añadió Herzog, cuyos reiterados llamados a favor de una solución de compromiso no han sido escuchados y no impidieron que el país se deslice poco a poco hacia una crisis.

"En nombre de la unidad del pueblo de Israel [...] los llamo a detener inmediatamente el proceso legislativo", añadió Herzog.

¿Cuál es el futuro del proyecto?

Ante las masivas protestas que se desataron de nuevo en todo Israel, las mayores en trece semanas consecutivas de manifestaciones desde que el Gobierno anunciara su plan de reforma judicial, se espera desde hace horas que Netanyahu anuncie en una comparecencia pública la suspensión temporal de la misma.

(Puede leer: Israel, en riesgo de crisis constitucional por discusión sobre reforma judicial)

El primer ministro iba a hacer un anuncio importante en la mañana de este lunes, según medios israelíes, pero su intervención se ha visto constantemente retrasada mientras mantiene reuniones con sus socios de coalición para consensuar cómo proceder ante la grave fractura social causada por la reforma, vista por sus detractores como una amenaza para la democracia porque socava la independencia de la Justicia.

Según filtraciones a los medios hebreos, Netanyahu habría convencido a la mayoría de sus socios de la necesidad de suspender temporalmente la tramitación parlamentaria de la reforma, aunque algunos como el extremista Itamar Ben Gvir, se opone y habría amenazado con abandonar la coalición.

ANGIE RUIZ

REDACCIÓN INTERNACIONAL

*Con información de AFP y EFE

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