Argentina, elecciones al borde del abismo

En condiciones económicas negativas extremas, con un descontento social inducido, por ejemplo, por la situación de un 40 % de la población en la pobreza, se celebraron el pasado día 13 elecciones primarias en Argentina, que arrojaron unos resultados imprevistos, con la victoria de la ultraderecha que encarna el hasta ahora desconocido Javier Milei. Los comicios presidenciales están previstos para el 22 de octubre; mientras, se abren semanas de incertidumbre para la tercera potencia del continente.

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Milei, que funge de economista y hombre del espectáculo, completamente impresentable, a la cabeza de un partido llamado Libertad Avanza, consiguió un imprevisto primer puesto, seguido por Patricia Bullrrich y su Juntos por el Cambio. Se trata de una antigua peronista que incluso militó en la guerrilla montonera y se ha convertido en ultraconservadora con el único mensaje del orden y la represión. El miércoles pasado, Bullrrich pidió la declaración del “estado de sitio” en Argentina por una oscura ola de robos organizados a los comercios.

El tercer puesto lo obtuvo el ministro de Economía del actual gobierno peronista, Sergio Massa, de mediocre gestión y al que se atribuye responsabilidad en la desastrosa situación económica de Argentina: inflación del 120 % anual en aumento; caída violenta de los ingresos de los trabajadores que se suceden desde el anterior gobierno de centroderecha; el Fondo Monetario Internacional obligando a devaluar la moneda, etc.

De la naturaleza política del victorioso populista Milei da muestra su declarada iración por el ultra Bolsonaro, de Brasil, o el fascista Kast en Chile. Por si faltara algo, hay que registrar la inmediata felicitación por su victoria en las primarias del partido fascista español Vox, que se considera continuador de lo que representó el dictador Francisco Franco. Bajo una capa de presunto “libertario”, que ha llegado a conquistar la simpatía de una cierta juventud hastiada de la vieja política y sin futuro a la vista, Milei, que dice querer reducir la estructura del Estado, defiende la venta de órganos humanos, se opone al aborto o es partidario del porte libre de armas, es negacionista del cambio climático y aparece rodeado de gente nostálgica de la dictadura militar de los 70 con sus miles de desaparecidos.

Hasta que llegue el mes de octubre Argentina va a atravesar una situación de incertidumbre imprevisible, con un clima social explosivo, sin que una fuerza seria, empezando por las que respaldan al actual gobierno, se muestre con capacidad para dar una respuesta en clave democrática a la situación, frente al ultraderechismo posdemocrático de Milei y Bullrrich, que, según diversos politólogos y medios, “conducirían a Argentina al precipicio”.

P. S. Ecuador. “Una victoria para el planeta”. Así se ha calificado el resultado del referéndum, celebrado el domingo pasado, en el que, junto con la primera vuelta de las elecciones ecuatorianas, se votaba sobre la detención de la explotación petrolera en el bosque amazónico Yasuní. El resultado, que ha pasado desapercibido en medio de la violencia que presidió Ecuador en el momento electoral, fue abultado, con un 60 % de oposición. Se trata de una reserva de un millón de hectáreas declarada por la Unesco Reserva de la Biosfera desde 1989. Se dice que en una sola hectárea de Yasuní hay más diversidad biológica que en toda América del Norte. De allí se ha extraído hasta ahora el 12 % del petróleo ecuatoriano, el principal producto de exportación del país. Frente al parecer de los ecologistas, el presidente Correa favoreció el extractivismo desaforado que protagonizan las multinacionales concesionarias. A pesar de que su candidata Luisa González ganó en la primera vuelta, la política antiecologista correísta fue derrotada el domingo pasado por la presión de la juventud ecuatoriana.

ANTONIO ALBIÑANA