No hay funcionario del Gobierno que haya podido dar una respuesta satisfactoria a las preguntas clave de recursos para la equidad social...
¿Cómo explicar que no hay plata para cumplirles a los estudiantes de las juventudes populares a quienes se les frustró su sueño de estudiar, porque no hay plata ni para la educación ni para el Icetex, pero sí hay plata para la consulta... 500.000 millones, 600.000 millones de pesos?
¿O a las familias populares a las que se les frustró el sueño de tener vivienda, porque no hay plata para Mi Casa Ya, pero sí hay plata para la consulta?
¿O a los pacientes populares a los que se les ha deteriorado la calidad del servicio de salud, porque no hay plata para pagar las deudas del Estado, pero sí hay plata para la consulta?
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Duro dilema para los senadores y senadoras que van a tener que decidir si le dan luz verde a la consulta cuando la radiquen.
Sobre los del Pacto Histórico, se sabe que deben apoyar con sus votos parlamentarios a su jefe político, el presidente Petro. No tienen margen de maniobra y así muchos, aun en esas toldas, piensen que es impresentable esa consulta, si no le hacen caso a Petro, no vuelven al Congreso. Simplemente no los meten a las listas, y Petro es el dueño de esa lista.
Sobre los partidos de la oposición declarada, como el Centro Democrático o Cambio Radical, se sabe que deben votar en contra porque son decisiones de bancada y eso es lo que procede para los partidos de oposición.
Puede que, si hay voto secreto, Benedetti logre voltear a uno o dos senadores a sabiendas de que a Uribe lo han rondado reconocidos traidores y Benedetti sabe bien cómo y por qué se voltean.
Así, la clave serán los senadores liberales, los de ‘la U’ y los conservadores y algunos de ese saco de anzuelos envenenados en el que han convertido al partido Verde con todas las corruptelas de algunos de sus más prominentes y las divisiones, subdivisiones, fraccionamientos, traiciones y recriminaciones entre los que siguen activos.
La clave serán los senadores liberales, los de ‘la U’ y los conservadores y algunos de ese saco de anzuelos envenenados en el que han convertido al partido Verde
El enigma, entonces, son los senadores de esos partidos que, según ellos mismos cuentan, están recibiendo mermelada al detal repartiéndoles cargos por combitos de a 5, de a 4, un ministerio aquí, un viceministerio allá, una secretaría general más allá, otro instituto por acá con todo y contraticos incorporados.
Ese despelote de venta de votos al menudeo tiene una triple causa: el Gobierno que ofrece la mermelada, (el gobierno del cambio, igualito a lo que hacían los que querían cambiar), el parlamentario hipócrita que posa de prócer, pero vende su voto, y los partidos políticos que lo toleran y lo estimulan con la impunidad absoluta que ronda a quienes se pasan por la faja las decisiones del partido, la voz de los jefes de partido o que seducen al partido con migajas de recambio si los declaran para esas votaciones torcidas sin decisión de bancada para que puedan entrar en la subasta de su voto.
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Benedetti ha dicho que la consulta va, sí o sí, a pesar de que su colega del Mintrabajo había dicho todo lo contrario.
Quizás lo que haya querido decir Benedetti es que la solicitud de la consulta se va a radicar, sí o sí, lo que es distinto, pues si no logran voltear más senadores, hoy no hay votos suficientes para aprobarla.
A fin de cuentas, las marchas que se convocan solo les sirven electoralmente al presidente Petro y al Pacto Histórico. Para los senadores vendidos, por el contrario, puede ser el fin de sus carreras, pues si algo tiene Benedetti es que va contando todo lo que hace y tarde o temprano se va a saber que su voto parlamentario tuvo precio. Todos los ojos del país estarán sobre ellos y sus partidos en esta época de ollas raspadas.
Desde ya, la consulta más parece una fábrica de nuevos odios con miras a las elecciones de 2026 que una herramienta democrática para estimular la participación.
Eso de dividir a los colombianos entre los demonios que quieren revivir la esclavitud y los próceres y ángeles que quieren salvarlos no solo es falso. Es dañino. Es cruel. Y es violento.
JUAN LOZANO