A pocos días de la llegada de la Navidad, los colombianos contamos con la buena noticia de que el Eln se compromete con el Gobierno Nacional a suspender los secuestros extorsivos.
Esta información se anunció durante el quinto ciclo de conversaciones, que se llevó a cabo en México, superando, de esta manera, la crisis producida a raíz del secuestro de ‘Mané’ Díaz, padre del futbolista colombiano Lucho Díaz, que en la actualidad juega con el Liverpool de Inglaterra.
El secuestro es una práctica cruel e inhumana que coarta la libertad de los individuos. Por esto es muy importante haber logrado este acuerdo con una guerrilla que el próximo año cumplirá sesenta años de existencia.
Además del compromiso del Eln frente al secuestro, el quinto ciclo acordó ampliar el cese del fuego bilateral hasta el 29 de enero y la creación de condiciones que permitan una participación nacional y, en particular, un diálogo con las comunidades afectadas por la guerra.
Con el proceso de paz en Colombia debe saber distinguirse entre la naturaleza y las características particulares de cada guerrilla, y su diferencia sustancial con las bandas.
El representante especial del secretario general de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, afirmó ante este nuevo acuerdo: “Mi reconocimiento al Gobierno de Colombia y al Eln, quienes a través del diálogo constructivo, la voluntad política y con compromiso por la paz superaron diferencias alcanzando importantes acuerdos para la sociedad colombiana”.
Y agregó: “Las Naciones Unidas seguirá acompañando el proceso de transformaciones y de consolidación de la paz en Colombia”.
Esto significa que la paz entre el Gobierno Nacional y el Eln va en serio, y estará acompañado por la ONU y la Conferencia Episcopal de Colombia. Y apoyada por los países garantes: Brasil, Cuba, Chile, México, Noruega y Venezuela.
Si bien es cierto que el gobierno del presidente Gustavo Petro ha hablado de una ‘paz total’, esta, debido a la complejidad de cada proceso, debe hacerse planificada y por partes.
Con el proceso de paz en Colombia debe saber distinguirse entre la naturaleza y las características particulares de cada guerrilla, y su diferencia sustancial con las bandas delincuenciales que están al servicio del narcotráfico.
La mesa de negociación con el Eln que preside Otty Patiño debe acordar cuanto antes un protocolo riguroso y preciso, con el objeto de avanzar y superar los escollos que se vayan presentando en el camino.
La enseñanza que nos dejó el proceso llevado a cabo durante el gobierno del presidente Santos y la guerrilla de las Farc se resume en estas palabras: “No levantarse de la mesa de negociaciones hasta que haya un nuevo acuerdo”.
Negociar con el Eln nunca ha sido fácil. Pero no es imposible. En esta ocasión, la guerrilla tiene la gran oportunidad histórica de abandonar la guerra y optar por la política.
El mejor gesto de Navidad y año nuevo que los colombianos esperamos es que el Eln libere a todos los secuestrados.
¡A mis caros lectores les deseo una feliz Navidad y un feliz año 2024!
FABIO MARTÍNEZ