Experto de puestas cinematográficas en escena de piezas clásicas de Shakespeare (Enrique V – Mucho ruido y pocas nueces – Hamlet de Kenneth Branagh), el realizador británico e irlandés estrena en simultánea mundial de Fox su tercera comedia de misterio derivada de cuentos y novelas de Agatha Christie –precedida por Asesinato en el Expreso de Oriente (2017) y Muerte en el Nilo (2022)–.
Actor-director de cine y teatro, Branagh (Belfast, Irlanda del Norte, 1960) ha realizado sobrias adaptaciones de valía fantástica en locaciones mayormente londinenses; su anterior incursión autobiográfica en pandemia fue la muy laureada Belfast, en b./n.
Figura del Royal Shakespeare Company y fundador de la compañía teatral Renaissance, debutó en los medios al adaptar e interpretar Enrique V, en 1989; así mismo, con estrellas angloamericanas hizo Mucho ruido y pocas nueces (1993). Tres años después, el exuberante Hamlet de Kenneth Branagh, que personifica y lleva su nombre.
Cacería en Venecia (A Haunting in Venice, 2023). Comedia espiritista y parodia penumbrosa de tonalidades expresionistas que bordean el estilo kitsch –filmada en Pinewood Studios y Campo Santa María Nova de Venezia–. Caído el fascismo y finalizada la Segunda Guerra Mundial, el hambre y los escombros invaden la ciudad rodeada de canales, palacios, edificaciones húmedas y paredes enmohecidas; persisten leyendas negras de otros tiempos y maldiciones fantasmales provocadas por el encerramiento en el pasado de menores afectados de hambre y peste. Los hechos transcurren en la noche víspera de la fiesta de Todos los Santos (Halloween), con máscaras y atuendos de lúgubres carnestolendas venecianas.
El sabueso Hércules Poirot –de flema inglesa y origen belga–, en uso de buen retiro, asiste a una sesión de espiritismo a medianoche por invitación de una escritora de enigmas criminales que revelará secretos del más allá y el nombre del más reciente asesino. No hay luz eléctrica, candelabros y mecheros se hallan dispersos en oscuros y maderables recintos. Mientras que Las manzanas (título original) evoca paraísos perdidos y venenos inyectados por brujas endemoniadas, la ganadora del Óscar (Michelle Yeoh) remeda a la médium.
Asesinato en el Expreso de Oriente (Branagh, 2017). Alguien apareció muerto en el camarote de un lujoso tren, que partió de Estambul y se dirigía hacia Europa occidental en pleno invierno. Sus trece pasajeros a bordo figuraron como sospechosos de haber acuchillado a un prestante hombre de negocios de siniestro pasado mafioso.
El famoso detective creado por Agatha Christie, quien se encontraba en plenas vacaciones, deberá esclarecer el misterio de tan macabro crimen y evitar que se repita otro bochornoso incidente por cuanto los viajeros quedaron aislados debido al descarrilamiento producido por una avalancha. El “viejo zorro”, varias veces parodiado o remedado, fue asumido con propiedad por tan distinguido cineasta actoral.
Belfast (Branagh, 2021). Panorámica urbana a colores del puerto industrial y los astilleros modernizados del Titanic, seguida de transición al blanco y negro para posteriormente irse hacia tonalidades sepias dominantes –Óscar mejor guion original–. Nos remontamos al año de la llegada del hombre a la luna (1969), el niño Buddy de Belfast ve con sus propios ojos la guerra civil que enfrenta a los citadinos irlandeses en dos bandos irreconciliables: protestantes despóticos, fieles a la Corona, y católicos marginados independentistas.
Buddy era feliz, gozaba del cariño familiar rodeado de sus abuelos, padre obrero en Londres, madre ama de casa y hermano mayor, pero se enfrenta a un terrible e incomprensible dilema en medio de su inocencia: hay que migrar, buscar otros horizontes –sea Nueva York, Vancouver o Sídney–, dejar su barrio y todas aquellas personas amorosas que le rodeaban. Ken, hijo de un carpintero y plomero protestante, tenía apenas 9 años cuando debió abandonar el terruño y dirigirse con su familia más cercana hacia Londres. Cincuenta años después decidió regresar a casa y filmar una ficción autobiográfica dedicada en el último fotograma a… “quienes se fueron, se quedaron y ya no están con nosotros”.
El gusto de Branagh por lo fantástico y misterioso se revela en Volver a morir (Dead Again, 1991).
El gusto de Branagh por lo fantástico y misterioso se revela en Volver a morir (Dead Again, 1991). Del subconsciente enfermizo de una mujer, que sueña recurrentemente con tijeras y ‘despierta’ por hipnosis, rastrea las tenebrosas circunstancias que rodean el asesinato de una célebre pianista. Ante semejante desdoblamiento de una personalidad post mortem, que también afecta a otros implicados, el espectador se esfuerza en despejar el enigma y la venganza adquiere crueles connotaciones. Branagh se reserva el doble papel de investigador privado y víctima de la fatalidad, acompañado de un hipnotizador (Derek Jacobi) y de su esposa en aquel entonces (Emma Thompson).
Frankenstein de Mary Shelley (1994). Branagh asumió la responsabilidad de revisar una historia que había sido mal contada. Los temas propuestos no se redujeron al del loco creador víctima de su propio invento, ni tampoco al del monstruo gigante y torpe que mataba sin contemplaciones. Porque el doctor Víctor Frankenstein le narra su alucinante experiencia a un capitán empeñado en descubrir una salida al Polo Norte, mientras que se cuestiona la responsabilidad paterna por boca de la Criatura, con esa sensibilidad atribuida a un hombre feo que es discriminado o se siente solo –Robert De Niro le aportó al mítico monstruo unas dimensiones insospechadas–.
MAURICIO LAURENS