Del perfil plástico y trayectoria fílmica de un estupendo artista texano, destaco sus anteriores cuatro producciones maravillosamente entretenidas: la comedia romántica e infantil Moonrise Kingdom (El cielo bajo la luna), aquella deslumbrante recreación de El gran Hotel Budapest, el animado estilo japonés Isla de perros y su anterior crónica europea en versión original The French Dispatch. Dos, sus colaboradores habituales: el compositor parisino Alexandre Desplat y la escritura en llave con Roman Coppola –hijo de Francis–.
Perfil de un autor imaginativo: Wes Anderson (Houston, 1969). Cautiva su estética fantasiosa y juguetona gracias a una galería de personajes versátiles e ingeniosos. Porque Wesley Wales Anderson, cineasta empírico y filósofo de la Universidad de Texas, posee la capacidad de construir universos nostálgicos bañados de reminiscencias geniales, con matices propios de una museografía pop. Se dijo que sus piezas solían inspirarse en aquellos libros ilustrados y plegables para niños, en donde las fantasías se hacen realidad y el tono aparentemente ingenuo se vuelve irónico e irreverente.
Director, coproductor y coescritor, Anderson es un artista polifacético dotado de creatividad y visiones cambiantes; además de sus reconocidas piruetas narrativas, logra darles continuidad estilística a las imágenes mediante coreográficos movimientos de cámara y simétrica disposición de planos cinematográficos. De inagotable imaginación, Anderson ha realizado una decena de proyectos audaces en Hollywood, más allá de las expectativas comerciales de un mercado de recetas convencionales y clichés o estereotipos comunes.
Estreno fantasiosa recreación años 50: Asteroid City (2023). El imaginario espacio pintoresco en pleno desierto de Arizona de un observatorio astronómico, una casual estación nuclear y un parque de entretenimiento en los pasados años 50. Un lugar de reunión de científicos y militares, adultos noveleros y niños inquietos. Asteroide, en astronomía, es… una estrella menor del sistema solar que no alcanza los 1000 km de diámetro.
Anderson vuelve a reflejar su particular estética minimalista de calidades tanto plásticas pop como de alta pastelería: travellings o caminatas por fachadas de cabañas reconstruidas en tonos pasteles, cactus pintados y rocas de cartón, maquetas con pisos de arena, casitas de armar y tableros gigantes de cielos, peñascos y horizontes. Hasta el menor detalle escenográfico tiene su razón de ser, sea un cofre de cenizas o un desnudo de ventana.
Ejemplo culminante: los créditos finales ruedan sobre un cuadro fijo de la lúdica estación abandonada en el desierto para percatarnos de la existencia de un minúsculo correcaminos robótico que se mueve al ritmo de la música. Cinta coral y simétrica, así le gusta a Mr. Anderson, filmada en Chinchón (Madrid, España); con el más de una lluvia de estrellas como Edward Norton, Margot Robbie, Scarlett Johansson o Tom Hanks, y el menos, su reconocida tendencia a banalizar narrativas y desparramar anécdotas bobas.
Comedia anterior euroamericana: La crónica sa (2020). Cierre definitivo del magazín americano The French Dispatch, con artículos de antología para honrar la memoria de su editor Arthur Howitzer, Jr. –el comediante ‘cara seria’ Bill Murray–. Editado en el ficticio pueblo francés Ennui (aburrimiento), al estilo de la prestigiosa revista The New Yorker, con corresponsalías especiales de un periódico de Kansas. Portadas caricaturescas, paginación gruesa y artículos extensos, con secciones de perfiles humanos y guías turísticas; además, crimen, política y notas especializadas en arte y cocina.
Entre máquinas de escribir y micrófonos, fauna de cronistas y reporteros, salas de redacción y conferencias de prensa, enviados especiales y expertos en diferentes campos. Tres artículos y una columna de obituarios en demenciales o pintorescas imágenes de cine. Irrumpe pelotón de personajes finamente caricaturizado, historias entreveradas de época, carrusel de curiosidades o extravagancias salpicadas de humor negro y planimetría en b/n alternado con paleta de colores, vistosas modas e informales decorados años 60.
Otras de sus películas anteriores. Moonrise Kingdom (2012). Comedia romántica e infantil para adultos, coescrita por Roman Coppola. Fábula nostálgica años 70 de la preadolescencia, divertimento loco sobre primeros flechazos amorosos y ridículos códigos de niños scouts. Amores infantiles de naturaleza liberatoria entre casas de madera, campamentos en isla boscosa y… ‘Guía de orquesta para jóvenes’ o ‘Variaciones y fuga sobre un tema del compositor de Westminster Henry Purcell’, por el muy moderno Sir Benjamin Britten.
El gran hotel Budapest (2014). Comedia bizarra de robos, disfraces y persecuciones, capacitada para configurar un ejercicio caleidoscópico de estilos en lugares imaginarios y tiempos tenaces de Europa Central: belle epoque, ascenso del nazismo, guerra mundial, secuelas comunistas y furor sesentero. Suntuosa recreación de un decadente balneario en un imaginario país de Europa del Este a lo largo de cuatro décadas, según relatos de un aprendiz de botones con textos inspirados por el escritor vienés Stefan Zweig.
Isla de perros (2018): cumbre de la animación tridimensional (3-D) cuadro a cuadro. Aventuras de reivindicación animalista con un niño samurái que se propone rescatar a su mascota guardiana entre basureros y canes desterrados portadores de una misteriosa fiebre. El huérfano adoptado por un alcalde tirano, se rebela contra las medidas antiperrunas y toma la iniciativa de liberar a sus fieles compañeros afectados por garrapatas, desnutrición y suciedad.
MAURICIO LAURENS