El próximo martes 16 de mayo se inicia la edición número 76 del Festival Internacional del Film, bajo la presidencia de Iris Knobloch y el delegado general Thierry Frémaux. Desde el pasado 13 de abril, cuando sus directivas anunciaron nombres y títulos en competencia, muy complacido al saber que una tercera parte de sus cineastas postulados hacen parte de mi ‘abecé del cine de autor’ (Intermedio Editores, 2020).
El finlandés Aki Kaurismaki (1957). Minimalista, con historias sencillas y anécdotas reducidas a lo esencial en comedias dramáticas de modestos presupuestos alrededor del afán de sobrevivir. Mantiene ese color particular de perfiles solitarios e imprevisibles, bajas autoestimas y predisposiciones autodestructivas acentuadas por el alcohol. Su primer Palmares: ‘El hombre sin pasado’ (2002): sin nombre ni memoria, en un puerto donde imperan la miseria física y el abandono. Competirá esta vez con el romance otoñal ‘Fallen Leaves’.
El tejano Wes Anderson (1969). Polifacético e ingenioso, dotado de fantasiosa estética pop de perfiles excéntricos en locaciones coloridas e intervenidas. Cultivador de aventuras escapistas y fantasías animalistas, sus comedias románticas e infantiles para adultos son fábulas de naturaleza liberadora que arremeten contra el sin sentido de las normalidades. Ejemplo anterior: ‘El gran hotel Budapest’, suntuosa recreación de un decadente balneario por cuatro décadas consecutivas. Vuelve a Cannes, con la preciosa recreación de ‘Asteroid City’.
El japonés Hirokazu Kore-eda (Tokio, 1962). Por sus humanas y embrionarias narrativas fue un novelista frustrado. Entre sus piezas maestras: el drama humano universal del cambio accidental de bebés, un minucioso relato hogareño en la cotidianidad de tugurios urbanos, otro sensible retrato humanista de células provincianas y la delicada recreación del devenir de un acucioso detective. Gracias a ‘Un asunto de familia’ reconfirmó su vena intimista y demostró ser el más fiel seguidor de Ozu y De Sica. Vuelve con ‘Monster’ —simple pelea escolar vuelta escándalo político nacional—.
El italiano Nanni Moretti (Trentino, 1953). Director de tragicomedias personalizadas, suele interpretar sus propias películas; siendo excéntrico genial y narcisista incorregible, un estado autárquico vislumbra los matices poéticos de su predisposición artística. De naturaleza autobiográfica, ‘Caro diario’ contenía tres episodios narrados e interpretados por él mismo en torno a sus viajes, manías e impresiones. Vinculado a Roma, ciudad adoptiva, triunfó en 2001 con una dolorosa tragedia personal (‘La habitación del hijo’). Podría repetir, en quince días, con ‘Il sol dell’avvenire’.
El turco Nuri Bilge Ceylan (Estambul, 1959). Impuso su mirada, desde 1997: viento que mece los árboles y nubes negras que flotan en los cielos de Anatolia. Ritmo lento pero hermoso solo apto para espectadores contemplativos; dramas rurales y urbanos sobrellevados entre palacios otomanos en ruinas y muelles carcomidos; poemas en imágenes con puntos de vista personales; autorretratos afectivos y agudas introspecciones de familias disfuncionales. ‘Sueño de invierno’, inspirado por cuentos de Chéjov y Dostoievski, le valió la Palma 2014. Su segundo galardón sería ‘Las hierbas muertas’, con un profesor rural en Estambul.
El británico Ken Loach (Warwickshire, 1936), dos premios dorados: ‘El viento que agita la cebada’, en Irlanda, y ‘Yo, Daniel Blake’. Abogado de Oxford y cabeza del realismo socialista británico, sensible a problemáticas sociales y crisis económicas generalizadas del Reino Unido —en particular durante las eras conservadoras y anti-sindicalistas de Margaret Thatcher y Tony Blair—. Creador de docudramas o ficciones improvisadas por personas comunes y situaciones críticas cotidianas en territorios lindantes con Londres. Por ‘The Old Oak’, único ‘pub ‘de un pueblo arruinado, aspira al tercer Palmares.
El gran cineasta alemán Wim Wenders (Düsseldorf, 1945) busca su segunda estatuilla al filmar ‘Días perfectos’ en suelo japonés. Filósofo de la memoria, tiene frases de película recopiladas por el especial Cahiers du Cinéma 300: “Un tiempo para vivir y otro para morir, un tiempo para reír y otro para llorar”, “el tiempo parece ser lento, diferente y doloroso”, “el tiempo nuestro es nada comparado con la eternidad” y “si miras hacia atrás y piensas en el tiempo recorrido, estarás escribiendo tu historia”. Por terapia amnésica, o recuperación progresiva del tiempo perdido, ‘París Texas’ fue glorificada en Cannes 84.
Tres consagrados realizadores, que no incluí en ‘El abecé del cine de autor’: el grito contestatario del italiano Marco Bellocchio —con ‘Rapito’ (¿rapto?)—, la reaparición del vietnamita Tran Anh Hung —mundialmente reconocido por ‘El olor de la papaya verde’—, ahora viene con ‘La pasión de Dodin Bouffant’, y el agradecido Todd Haynes cuyo más reciente romance se intitula ‘May December’.
Sin quitarles condiciones de autoras sobresalientes en el mundo cinematográfico europeo y antes de caer en desigualdades de género, me limito a registrar los títulos de tres brillantes directoras: las sas Catherine Breillat (‘El último verano’) y Catherine Corsini (‘El regreso’), además del talento italiano de Alice Rohrwacher (‘La quimera’).
Finalmente, tres magníficas personalidades fuera de concurso proyectarán sus últimas creaciones en la sección de premieres especiales: Martin Scorsese, el cineasta vivo más importante del planeta tras ‘Los asesinos de Flower Moon’, el imaginativo comediante japonés de época Takeshi Kitano sorprenderá con ‘Kubi’ y el pintor español de aguda sensibilidad Víctor Erice desplegará el intimismo de ‘Cerrar los ojos’. ¡Amanecerá y veremos!
MAURICIO LAURENS - Cine al Ojo