Como todos los años por estas fechas, dedico mi última columna a plantear algunas apuestas sobre el ciclo de doce meses que arranca este miércoles. Para 2024, acerté en que el Gobierno no iba a ser capaz de recuperar el control del Congreso, a pesar de la mermelada repartida vía sucios contratos que hoy investiga la Justicia y que ya llevaron a varios exfuncionarios petristas a la cárcel. Hundidas la ley de presupuesto y la reforma tributaria, y estancadas las otras reformas, es pobrísimo el balance que puede presentar el mininterior Juan Fernando Cristo, quien, al parecer, va de salida.
En cuanto a la economía, se comportó un poco mejor de lo previsto: crecerá en torno al 2 % cuando el cálculo hace un año era de 1,3 %. Y en el orden público, tal y como lo predije, el deterioro continuó: el alza de las cifras de extorsión (21 %, según el Consejo Gremial), y el nivel sostenido del asesinato de líderes sociales confirman el fracaso de la paz total que ha fortalecido a las bandas criminales.
¿Y para 2025? Nada indica que el Gobierno vaya a recuperar el manejo del Congreso: su agenda reformista –marcada casi toda por propuestas dañinas– yace bajo tierra, con excepción de la reforma laboral que, aprobada en Cámara, pasará este año al Senado. El cambio de gabinete que se avecina marcará la llegada de más petristas radicales, lo que en nada mejorará la relación con el parlamento.
La economía seguirá en una senda de muy lenta y frágil recuperación. Tanto el Banco de la República como las principales entidades financieras y centros de pensamiento como Anif apuntan a un crecimiento del PIB en un rango de entre 2,5 % y 3 %. Pero las incertidumbres de la economía mundial, agravadas por los locos anuncios de Donald Trump de un alza general de aranceles, pueden golpear las exportaciones colombianas y empujar a la baja esas proyecciones.
Hundidas la ley de presupuesto y la reforma tributaria, y estancadas las otras reformas, es pobrísimo el balance que puede presentar el mininterior Juan Fernando Cristo, quien, al parecer, va de salida
La paz total seguirá de tumbo en tumbo, con el Eln y los demás grupos criminales matando y narcotraficando a sus anchas, aunque por fin asoman indicios de una respuesta un poco más fuerte de la Fuerza Pública que, aunque tardía, puede ayudar a frenar la expansión de estas bandas. El regreso de los bombardeos a los campamentos de esos asesinos debería ayudar.
La campaña presidencial para 2026 arrancará más temprano, sin un claro favorito. Sergio Fajardo, Vicky Dávila y Claudia López lucen con algo de ventaja, pero si activan sus candidaturas con demasiada anticipación, pueden llegar desgastados, dentro de un año, al partidor de la carrera. De la amplia baraja de presidenciables, destaco una carta: si el senador David Luna consigue descachaquizarse, se quita la corbata y se despeina un poco, va a subir unos puntos, en especial si construye un discurso que no se limite a derrotar al petrismo.
Quien quiera picar en punta y recoger una buena tajada del 60 % o más de la opinión que desaprueba al Gobierno, debe entender que le harán falta propuestas concretas que vayan más allá del “Fuera Petro”. Tampoco bastará con prometer seguridad y mano dura. Una política social que trascienda el asistencialismo, una transición energética responsable que no renuncie al petróleo ni mucho menos al gas antes de tiempo, y programas ambiciosos pero realizables en vivienda e infraestructura, deben estar en la agenda.
En el mundo, difícil hacer predicciones cuando al comando de la primera potencia llega un personaje imprevisible como Trump, por cuenta del cual el planeta será aún más inestable en 2025. Si decide quitarle el apoyo a Ucrania, le hará un regalo gigantesco al presidente de Rusia, Vladimir Putin –justo cuando su economía flaquea–, Europa sufrirá y Estados Unidos se arrepentirá tarde o temprano. En cuanto a Cuba y Venezuela, aparte de más sanciones, no asoma una estrategia de parte del nuevo inquilino de la Casa Blanca: a punta de trinos e improvisación, no será posible tumbar esas dictaduras. ¡Feliz 2025!
MAURICIO VARGAS
IG: @mvargaslinares