El presidente Gustavo Petro asistió a la primera Convención Nacional de Campesinos, que se realiza este fin de semana en la Universidad Nacional. Allí habló de la importancia del campesinado para el país, de la reforma agraria y de la necesidad de que "los campesinos se organicen para presionar reformas fundamentales".
En su discurso insistió en que las comunidades campesinas deben organizarse y que este es uno de los objetivos de esta convención, para "revivir un movimiento nacional campesino capaz de soportar, de presionar reformas fundamentales que necesita la sociedad colombiana y que tiene como ejes la tierra, el agua, la libertad, la democracia, la paz y la mujer".
Luego de esto y con un sombrero blanco, el mandatario habló de la reforma rural, con la que, según él, esperan: reconocer al campesinado, aumentar sus rentabilidades y hacerlos dueños de las tierras que trabajan.
Frente a esto, mencionó que con la reforma pretenden "hacer una reforma agraria por las buenas: sin quitarle la cabeza a los reyes, como en Francia, y sin robarle la tierra a los indígenas, como en Estados Unidos, sino comprando la tierra a precio comercial".
Además, agregó que ya el gremio más importante en este sector, la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) ha dicho que sí.
Sostuvo, además, que quiere que el Banco Agrario sea uno de los más grandes de Colombia, para permitir con esto que los campesinos tengan a oportunidades para hacer crecer sus cosechas.
El jefe de Estado citó a la filósofa Hannah Arendt para decir que "no hay nación en el mundo que se haya configurado sino cuando el campesinado levanta la bandera nacional".
Expuso que e esta convención los campesinos van a expresar sus necesidades y proponer soluciones para lo que necesitan y cerro su intervención diciéndole a los campesinos que en esta convención "van a lograr que el grito campesino se escuche".
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