Chambacú y Dragacol, dos escándalos que marcaron a Pastrana

“Un tiro en el pie”. Eso es lo que se comenta en la mañana de este miércoles en los corrillos políticos tras el giro que ha tomado el tema de la carta que llevó el expresidente Andrés Pastrana Arango, en su intervención en la Comisión de la Verdad. ¿Por qué? El exmandatario quería ratificar su tesis de que Ernesto Samper Pizano sí sabía de los ingresos de los dineros del cartel de Cali a su campaña, lo que en efecto logró. Lo inesperado fue la reacción de los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, quienes ahora lo señalan a él de haber recibido también plata y volvieron a poner sobre la mesa dos hechos de corrupción que marcaron su gobierno.

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Se trata de los escándalos de Chambacú y Dragacol. El primero explotó durante su gobierno (1998-2002) e involucró a Fernando Araújo Perdomo y Luis Alberto Moreno, luego presidente del BID, y muy cercano a Pastrana.

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A ambos se los señaló de aprovechar información privilegiada para negociar en términos favorables al Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (Inurbe) un lote para desarrollar un proyecto de construcción entre la ciudad amurallada y el castillo de San Felipe en Cartagena.

Ese terreno, hasta ese momento, era habitado por personas en condición de extrema pobreza, en su gran mayoría población afrocolombiana. 

Por su parte, el escándalo de Dragacol se presentó por la contratación entre su gobierno y la empresa Sociedad de Dragados y Construcciones de Colombia y del Caribe S. A. (Dragacol), en marzo de 1999.

A través del Ministerio de Transporte se pagó el trabajo de la draga Josefina cuando dicha maquinaria estaba supuestamente embargada, pero en realidad estaba siendo operada para realizar otro contrato en Cartagena de Indias.

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El caso fue denunciado en el Congreso por el senador Javier Cáceres Leal. Más de 30 funcionarios fueron investigados a raíz de estos hechos. Se habló del mal manejo de 26.000 millones de pesos.

En ese caso se declaró responsable solidario al exministro Mauricio Cárdenas, quien ahora resulta afectado porque, si bien ha continuado una exitosa vida pública –de hecho, hoy es aspirante a la Presidencia-, lo vuelve a poner a dar explicaciones.

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