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Causas de la proliferación de los partidos políticos
En los últimos meses se han otorgado varias personerías jurídicas.
Más de 20 millones de colombianos participaron de estas elecciones regionales. Foto: Abél Cárdenas. EL TIEMPO
Hasta hace muy poco, la única posibilidad que tenían los partidos políticos para sobrevivir, es decir, mantener su personería jurídica, era superar el umbral en las elecciones a Congreso, o sea el 3 por ciento de los votos. Sin embargo, en los últimos meses ha habido casos que muestran que podría haber otros caminos.
Algunas decisiones judiciales, ampliamente explicadas por las instancias que las han adoptado, han ordenado el reconocimiento de este privilegio por vías diferentes a la original.
Uno de los ejemplos es lo que ocurrió en 2014 con la Unión Patriótica, a la que un fallo del Consejo de Estado le devolvió su personería. Un camino similar transitó el Nuevo Liberalismo, el cual logró que sus peticiones fueran escuchadas por la Corte Constitucional, la cual le regresó este reconocimiento hace algunas semanas.
Otra vía fue la que emprendió el senador Jorge Enrique Robledo, quien, tras separarse del Polo Democrático, acudió al Consejo Nacional Electoral para obtener la personería de su movimiento Dignidad, mientras que el partido Comunes (antes Farc) la recibió tras el acuerdo de paz.
Aunque estas decisiones diferentes justificaciones, no deja de llamar la atención que el artículo constitucional que impone las reglas para la personería jurídica ya no parece ser la única vía.
Manifestación tras la muerte de Jaime Pardo Leal. Foto:Archivo EL TIEMPO
La proliferación de movimientos que ha vuelto a surgir en Colombia se da justo cuando, según la más reciente medición de Invamer, la imagen negativa de los partidos sigue siendo alta.
De hecho, ante esta realidad, algunos de los aspirantes presidenciales han preferido salir a recoger firmas que tener el aval de un partido. Según la Registraduría, hasta el momento se han inscrito 11 comités promotores para recolectar apoyos.
“Esta modalidad es una forma de darle apariencia de independencia a un candidato en momentos en que los partidos están cada vez más desprestigiados”, apuntó el politólogo Rodrigo Sánchez.
Al evidente desprestigio se suma la crisis interna que se vive en algunos partidos, tanto que se ha puesto de moda una palabra que hasta hace algunos años poco se mencionaba en la política: la ‘escisión’, es decir la división formal de los partidos.
Esto fue lo que ocurrió este año con el Polo Democrático, lo que le permitió al senador Robledo armar toldo aparte. Por este camino también podrían transitar el partido Comunes y la Alianza Verde, donde ya se puso sobre la mesa de manera formal la posibilidad de ‘partir cobijas’.
En los ‘verdes’ desde hace varios meses hay dos tendencias marcadas: un sector quiere que la colectividad en 2022 se vaya a la Coalición de la Esperanza y otro grupo prefiere estar con el Pacto Histórico, que lidera Gustavo Petro. Ante la imposibilidad de un acuerdo, la senadora Angélica Lozano puso sobre la mesa la opción de una escisión.
Algunos de los ‘verdes’, como Angélica Lozano, Antanas Mockus, Claudia López, Carlos R. González y Antonio Navarro, en el 2018. Foto:Mauricio León. Archivo EL TIEMPO
Para algunos observadores, este paso podría ser un ‘tiro en el pie’, pues pondría en riesgo la personería para 2022. Por eso, ninguno quiere acudir a esta figura.
“Una escisión debería ser la última alternativa, debemos explorar todos los caminos”, afirmó el exgobernador Carlos Amaya, precandidato ‘verde’ afín a la Coalición de la Esperanza. Por su parte, la representante Katherine Miranda, cercana al Pacto Histórico, aseguró que “dividir el partido para nosotros no es una opción”.
Ante este panorama, ¿por qué sigue siendo tan ‘tentador’ buscar una personería jurídica? Parte de la respuesta la entregó el exalcalde de Bogotá y aspirante a la Presidencia Enrique Peñalosa: “En Colombia tenemos una legislación que les cierra la puerta a los candidatos. Es muy difícil llegar por fuera de los partidos”.
Una escisión debería ser la última alternativa, debemos explorar todos los caminos
Prueba de ello es que, como lo explicó el analista Sánchez, “desde 1991 a la fecha, solo un candidato ha llegado a la presidencia por firmas (Álvaro Uribe), los demás han llegado por coaliciones de partidos”.
Para Sánchez, “lo que existe es una ‘relación tóxica’, en la que los candidatos tienen su caudal electoral, pero necesitan una personería jurídica para llegar, mientras que los partidos necesitan otorgar avales a figuras con votos, así estas sean cuestionables y afecten su imagen, para mantenerse con vida”.
Esto demuestra también por qué, como ha venido ocurriendo, los líderes políticos pasan de un partido a otro, así sean ideológicamente distintos, sin ruborizarse.
“En definitiva, los partidos son instrumentos temporalmente útiles, pero que se intercambian o se descartan con la misma facilidad con la que se los elige”, indicaron los investigadores de la Universidad Icesi de Cali Juan Pablo Milanese y Juan Albarracín, en artículo para Razón Pública.
“En realidad, las bancadas apenas les ofrecen avales a sus . Por eso, muchos candidatos ven la pertenencia a un partido como un requisito formal para acceder a cargos públicos”, agregan los investigadores.
Adicionalmente, como lo expresó Sánchez, está demostrado que pertenecer a una bancada “da mayor juego” a la hora de “discutir la participación política en un gobierno”.