Hoy, China confirmó el primer caso del sublinaje de ómicron BA.2, la BA.2.12.1, que está ganando terreno en países como Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, en las últimas semanas se ha encontrado que la variante BA.2.12.1, identificada por primera vez a comienzos de abril, tiene una velocidad de diseminación un 27% más rápida que la de la variante BA.2 y causa ya el 37% de los casos de covid-19 en Estados Unidos, por lo cual se esperaba que se convirtiera en la variante dominante en las próximas semanas.
Lo que se ha podido saber hasta el momento es que cada una de las variantes BA es más contagiosa que la anterior y se ha visto también que, en algunos casos, son capaces de evadir los anticuerpos neutralizantes que se producen como respuesta a las vacunas o a la infección natural.
Por este motivo, muchos estudios han enfatizado en la importancia de continuar con los procesos de inmunización. La inmunidad natural por ómicron, no promete una protección total.
Por ahora, se cree que es posible que las variantes BA.4, BA.5, y quizás BA.2.12.1 puedan causar nuevas olas de infección en el mundo por lo que la vacunación es fundamental para evitar el daño que puedan producir sobre todo en personas susceptibles y vulnerables.
El caso en China, se registró en un hombre de 27 años que tomó un vuelo desde Nairobi (Kenia) hasta la ciudad meridional china de Cantón el pasado 23 de abril. Luego de dar positivo por covid cuatro días después, el contagiado fue trasladado a un hospital local para recibir tratamiento, según el centro.
A diferencia de la mayor parte del mundo, que ya ha decidido convivir con el virus, China mantiene desde hace dos años una estricta política de tolerancia cero contra la covid con el argumento de proteger a la población mayor, que en un alto porcentaje no está vacunada, o evitar un hipotético colapso sanitario.
Sin embargo, la dureza de las medidas para atajar los rebrotes -especialmente en la metrópoli oriental de Shanghái, confinada desde hace casi dos meses- ha provocado una inédita reacción crítica en la población, que ha difundido innumerables quejas y vídeos de denuncia a través de las redes.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus, afirmó la semana pasada que las restricciones puestas en marcha no son sostenibles y recomendó un cambio de estrategia.
Por su parte, los portavoces del Gobierno chino calificaron sus declaraciones de "irresponsables" alegando que las medidas tomadas han logrado salvar millones de vidas. Según el último recuento oficial de las autoridades sanitarias publicado hoy, China notificó un nuevo fallecimiento a causa de la covid y 175 nuevos positivos, 162 de ellos por contagio local.
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