Es hora de tener en cuenta que los cambios del clima y en especial la llegada del invierno, pueden afectar no solo el estado de ánimo, sino la disposición de las parejas para 'el aquello'.
De hecho, los estudios señalan que con el frío las ganas salen en estampida, tanto que con la reducción de las horas de luz solar y la presencia de chubascos y nevadas maltratan la producción de sustancias en el organismo que, como la serotonina, ayudan en la disposición de ánimo para enfrentar las tareas sobre el catre.
Asegura el sexólogo Andrés Suro, de la Universidad de Sevilla, que “el clima, en el caso de los hombres, hace que se disminuya ligeramente los niveles de testosterona, mientras que en el caso de las mujeres, los cambios hormonales son las responsables de modular los cambios estacionales de la libido que merma a temperaturas más bajas".
Lo que sucede en ellas, según Suro, es que “sus organismos son más sensibles a la falta de luz solar y a las inclemencias meteorológicas, por lo que es muy importante tener en cuenta estos factores a la hora de analizar la caída del deseo en esos periodos, dado que a veces se desconocen o se minimizan.”
Por supuesto, que lo mandado también es considerar las reacciones naturales al clima en los que intervienen, entre otros, el estrés, la ansiedad, el cansancio y hasta molestias estructurales que sumadas terminan por reducir notablemente la frecuencia y el desempeño del departamento inferior.
El clima, en el caso de los hombres, hace que se disminuya ligeramente los niveles de testosterona
Mónica Chang, experta en bienestar sexual, opina que la dinámica en la cama de las parejas está influenciada por la combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales que deben alinearse para garantizar un mejor rendimiento.
De ahí que en temporadas en las que se elevan la tensión, la evitación, el rechazo, hay que revisar las condiciones climáticas y entender que este puede ser un factor de peso que hay que revisar y si, además, no hay una comunicación abierta y cada uno exprese lo que está viviendo en esos momentos.
“Esto puede derivar en sentimientos de inseguridad o baja autoestima y la pareja puede no sentirse deseada, cuando, en realidad, las causas pueden abordarse de manera más fácil”, dice Chang.
“Lo primero que hay que hacer es hablar claramente y expresar honestamente cuáles son los cambios que más les afecta y de qué manera lo hacen”, señala Suro.
Esto puede derivar en sentimientos de inseguridad o baja autoestima y la pareja puede no sentirse deseada
Otros recursos efectivos pueden ser crear un ambiente cálido y acogedor en el hogar, la exploración de las fantasías y la incorporación de juegos previos más largos, siempre buscando soluciones.
Los juguetes eróticos pueden ser unos buenos aliados y pueden añadir un elemento de emoción y diversión a la vida sexual, reavivando la pasión que pueda compensar la disminución del deseo que se presenta cuando bajan las temperaturas.
Por eso no deje que la lluvia, el frío y la oscuridad del invierno los vuelva perezosos. Hay que reducir los niveles de estrés, favorecer el descanso y echar mano de todas las herramientas que mantengan la llama del deseo prendida, cuando la temperatura se baja o se sube demasiado. Hasta luego.
ESTHER BALAC
Para EL TIEMPO
Más noticias aquí