Las semillas de lino, consideradas como un nuevo súper alimento, ha venido ganando popularidad en la dieta de las personas debido a sus beneficios nutricionales. Así como el aceite que se extrae de estas semillas procedentes de la lianza, son fuentes ricas del ácido alfa linolénico, una fuente de omega-3 con grandes beneficios para el corazón.
Entre las principales razones por las que son consumidas están su contribución para reducir el colesterol y el azúcar en la sangre, así como tratar afecciones digestivas e inflamatorias, aumentar el brillo del cabello o combatir el acné. Además, este alimento contiene lignanos, que tienen fitoestrógenos, los cuales podrían tener propiedades contra el cáncer.
Es importante anotar que se recomienda consumirlas enteras (no masticarlas) y evitarlas en caso de tener la presión baja. Asimismo, evitar tanto las semillas como el aceite durante el embarazo.
Propiedades y beneficios
Los beneficios de las semillas de lino son variados y es importante reconocerlos para sacar el máximo provecho de estas en una dieta balanceada.
-Fuente de omega-3: el alto contenido que tienen en ácido alfalinolénico ayuda a contrarrestar la descompensación a favor de la omega-6, la cual contienen aceites y margarinas de girasol, maíz y otras grasas vegetales. Estos tienden provocar inflamación. Además, según la Clínica Mayo, el ácido alfalinolénico podría beneficiar a quienes sufren de enfermedad cardíaca. “Las primeras investigaciones también sugieren que las semillas de lino podrían ayudar a bajar la presión arterial alta, la cual influye en la enfermedad cardíaca”, señalan en su portal.
-Presencia de lignanos: son compuestos similares a la fibra, los cuales benefician el buen funcionamiento de los procesos digestivos. También tiene mucílagos, que es otro tipo de fibra con grandes beneficios para el tracto intestinal.
-Gran fuente de energía: estas semillas proporcionan vitamina B1, las cuales producen energía y ayudan al bienestar del corazón y del sistema nervioso.
-Contrarrestar la diabetes: Según la Clínica Mayo, ingerir este alimento “podría reducir el nivel de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2. Sin embargo, no se ha comprobado que el aceite de lino tenga el mismo efecto”.
Posibles efectos adversos
El mismo centro médico señala que, en términos generales y bien utilizadas –preferiblemente con ejercicios diarios y una dieta baja en colesterol-, ingerir semillas de lino es seguro. No obstante, consumirlas en cantidades grandes y con poca agua, podrían ocasionar hinchazón, gases y diarrea. Es muy importante no consumirlas crudas o sin madurar y estar muy atentos a si se producen alergias.
También es de suma importancia consultar las posibles reacciones adversas que se pueden generar con anticoagulantes y medicamentos antiagregantes plaquetarios, hierbas y suplementos; medicamentos para la presión arterial, hierbas y suplementos; medicamentos para la diabetes; estrógenos y medicinas orales.
¿Cómo incluirlas en la dieta?
Para hacerlas parte de la dieta, se aconseja introducir las semillas de lino de manera gradual, en aras de que el organismo se habitúe a esta nueva fuente de fibra. A partir de esto, se recomienda ingerir entre una y dos cucharadas cada día.
Algunas ideas para introducirlas a la rutina nutricional son:
-Incorporar una cucharada de linaza molida al yogur o a las salsas que acompañen las comidas.
-Agregar las semillas tostadas a preparaciones de ensaladas.
-Usarlas como complemento en los batidos.
-Añadir lino molino para potenciar el sabor de los platos.