En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

La tercera ola de la pandemia y su meseta devastadora

El momento epidémico del país amenaza con mantenerse otras semanas.

Crítica situación en Cali y en el Valle por las UCI.

Crítica situación en Cali y en el Valle por las UCI. Foto: Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
La pandemia en Colombia pasó de azotar al país con picos agudos y cortos a causar una verdadera tragedia en medio de la tercera ola, convertida en una meseta de muertes que ha cobrado una de cada tres vidas que se ha llevado el covid-19 en poco más de 15 meses.
El léxico pandémico ahora ve con fuerza el auge de la palabra meseta para explicar esta nueva embestida que comenzó a ascender el 21 de marzo. Ese día, apenas un mes después de que las cifras de la segunda ola terminaron de estabilizarse, se presentaron 147 fallecimientos. Fue el primer asomo de una elevación del impacto del covid-19 que se había proyectado en medio de la reactivación del país, pero que hasta el momento ha sobrepasado todas las expectativas.
El 4 de abril ya se presentaban más de 200 muertes diarias; el 9 de abril, más de 300, y el 14 de ese mes, ya el nivel de muertes por fecha de ocurrencia se ubicó por encima de 400. La aceleración en los decesos diarios pasó de 200 a 400 en tan solo 10 jornadas. Y para llegar a las 500 víctimas diarias se tomó solo una semana más (498 el 21 de abril).
A partir de ese momento, el país entró en la llamada meseta. Las muertes reportadas desde el 1.º de mayo ya son 20.895, es decir, más de 1 de cada 5 de las que ha conocido la nación en menos de mes y medio. Y el promedio diario de fallecimientos informados en este periodo es de 497.
La diferencia es abismal con el segundo pico, que comenzó en diciembre y terminó en enero y que a su vez fue mayor que el primero, registrado entre julio y agosto. Para empezar el intervalo entre ambos fue de tres meses. En segunda medida, la aceleración fue menor. Las muertes comenzaron a elevarse desde el 15 de diciembre a partir de un nivel de 200 y llegaron a 400 un mes después (403 el 13 de enero). El segundo pico se consolidó el 21 de enero, cuando fallecieron 421 personas por el covid-19, y a partir de ese día, las víctimas comenzaron a caer rápidamente. Los decesos reportados por el Ministerio de Salud en los 31 días de enero fueron 10.770, con un promedio diario de 347.
El primer pico, por su parte, tuvo una aceleración menor justamente por las medidas que se tomaron al comienzo de la pandemia, con cuarentenas estrictas y restricciones de movilidad. Ese primer embate registró más de 200 muertos (208) el 7 de julio, más de 300 el 21 de julio y llegó a un máximo de 359 el 30 de ese mes. Desde ese punto comenzó a descender aún más lentamente y el 12 de septiembre se presentaron menos de 200 fallecimientos diarios. Las muertes que informaron las autoridades en julio fueron 6.771, con un promedio diario de 218, cifras que hoy parecen diminutas frente a lo que conoce el país cada tarde.
Lo que muestran los datos lo confirma el Ministerio de Salud. La transmisión alta y sostenida en el tiempo en varias regiones, fundamentalmente en zonas densamente pobladas, como Bogotá, llevó a que la curva de fallecidos presente una meseta prolongada, comparada con lo que se vivió en los picos anteriores, aseguró Julián Fernández Niño, director de Epidemiología y Demografía de la cartera.
Bogota mayo 27 de 2021.  Se inició la vacunación contra el coronavirus para profesores de colegios y jardines públicos en Bogotá.  fotos: Milton Diaz El Tiempo

Bogota mayo 27 de 2021. Se inició la vacunación contra el coronavirus para profesores de colegios y jardines públicos en Bogotá. fotos: Milton Diaz El Tiempo Foto:Milton Diaz / El Tiempo

“Hacia finales de abril estábamos comenzando a observar una reducción de los contagios y comenzando mayo, siete días después del 28 de abril, empezamos a observar un nuevo incremento” de forma consistente en casi todas las regiones del país, salvo en aquellas donde el tercer pico fue más temprano, precisó el funcionario. “El número reproductivo y básico ha permanecido muy alto, en 1,9; algo que nos indica que la velocidad de contagio ha sido muy alta de manera sostenida”, aseguró.

Las causas se mantienen

Los números de este tercer pico están soportados en factores que de acuerdo con Carlos Álvarez, coordinador para Colombia de Estudios covid-19 de la OMS, amenazan con mantenerse, tienden a permanecer, e incluso aumentarse. De acuerdo con Álvarez, es claro que el SARS-Cov-2 se ha tornado más eficiente a partir de variables más agresivas que aceleran los contagios; de igual forma, factores ambientales como la temporada de lluvias favorecen la transmisión viral por la presencia de personas en espacios cerrados y sin ventilación; a lo que se suma que la inmunidad frente al covid-19 –natural y por la vacunación– aún es baja, lo que deja un volumen de personas aún susceptibles de adquirir el virus, y otro factor es la interacción de las personas, cada vez es mayor, sin las medidas de protección.
En estas condiciones, según el experto, es probable que este pico se estabilice en 3 semanas y posiblemente empiece a descender dentro de cuatro semanas, lo que complicaría la situación actual.
José Ricardo Navarro, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, agrega que también ha influido una falsa proyección de seguridad en la comunidad, condicionada por mensajes contradictorios de algunas autoridades y medios de comunicación, que ha llevado a que se le pierda miedo al virus y se relaje la aplicación de las medidas de bioseguridad. Asimismo, manifiesta que no está de acuerdo con la apertura sin límites planteada por el Gobierno, lo que terminará por aumentar los contagios; ahora que el sistema hospitalario está colapsado.
Luis Jorge Hernández, doctor en Salud Pública de la Universidad de los Andes, dice que Colombia es el único país en la región con un conflicto sociopolítico que produce aglomeraciones masivas que se suman a los factores ya descritos, las cuales incrementan la transmisión del virus y contribuyen a la consolidación de la meseta y la prolongación de este tercer pico.
Pero las complicaciones sanitarias no son derivadas exclusivamente por las afectaciones que deja la pandemia, porque su impacto –dada la alta demanda de servicios– impide que el resto de enfermedades que exigen manejos urgentes puedan enfrentarse con calidad y oportunidad. Así lo deja entrever el salubrista Pedro León Cifuentes Rodríguez, al asegurar que la sobreocupación de los servicios de urgencias y de las demás áreas hospitalarias, incluidas las UCI, por cuadros respiratorios, no dejan espacio para recibir personas que requieren intervenciones urgentes. “El acumulo de patologías graves sin atención es otra epidemia que se está gestando”, remata Cifuentes.
El asunto es que en las pandemias no existen muchas alternativas de manejo cuando no hay tratamientos efectivos y vacunas suficientes, esto asegura Carlos Eduardo Pérez, jefe de Infectología del Hospital La Samaritana y de la Clínica de Marly, quien agrega que frente a esto, las medidas de control social son la única respuesta, para evitar el colapso hospitalario. Sin embargo, dice que en el país ya no existe ese control y se ha terminado por delegar a los ciudadanos, con una serie de instrucciones sin supervisión que, además de confusión, han incrementado el problema.
En momentos en que la apertura es casi un hecho, Pérez se muestra preocupado porque se favorecerán las reuniones, el consumo de licor y el incremento en accidentes de tránsito, riñas y otras patologías que no hay donde atenderlas. “Este el único país en el mundo que hizo todos los esfuerzos para evitar un colapso hospitalario y cuando se presenta el colapso, abre todas las actividades económicas”, aunque dice que queda la esperanza de la vacunación y el avance de una inmunidad a partir de los contagios masivos.

Lo que viene

El decano Ricardo Navarro insiste en que el periodo de vacaciones que se está iniciando mantendrá por algunas semanas esta meseta e insiste que se enfatice en la aplicación de las medidas de bioseguridad y pedagogía.
Se vienen momentos difíciles, pero aún hay tiempo para enfrentarlos con rigor y racionalidad
Luis Jorge Hernández agrega que el tercer pico se extenderá hasta la mitad de julio, en lo que coincide con el infectólogo Álvarez, quien asegura que los modelamientos epidemiológicos solo muestran descensos no antes de cuatro semanas, e insiste en que aquí la vacunación masiva y la restricción en la interacción social son los únicos factores que se pueden modificar para atenuar las cifras de contagios y muertes.
“Es inaplazable la aplicación de medidas que conduzcan a disminuir la presión en los hospitales e insistir en la obligatoriedad del distanciamiento, el pico y cédula y las sanciones para el desborde de los aforos en sitios públicos”, dice Gabriel Riveros, exministro de Salud, quien además hace un llamado a las autoridades sanitarias para que habiliten segundos niveles de atención y sitios para atender urgencias no covid, además de líneas virtuales reales de atención para disminuir la presión sobre los hospitales.
Es una situación crítica en la que se pone a prueba la responsabilidad colectiva, en cabeza de los gobiernos nacional, regional y local, que no puede de ninguna manera proyectarle a la población la idea de que frente a la pandemia están abandonados a su suerte. “Se vienen momentos difíciles, pero aún hay tiempo para enfrentarlos con rigor y racionalidad”, remata el salubrista.
UNIDAD DE SALUD

Sigue toda la información de Salud en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.