La anemia es una enfermedad caracterizada por la reducción de los niveles de hemoglobina en la sangre, lo que provoca una disminución en el transporte de oxígeno a los tejidos del cuerpo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una de las enfermedades más comunes en el mundo, afectando a más de 1.600 millones de personas. Una de sus variantes es la anemia perniciosa. Le contamos.
La anemia perniciosa es una forma de anemia megaloblástica que se produce cuando el cuerpo no puede absorber adecuadamente la vitamina B12, necesaria para la producción de glóbulos rojos.
Según la Sociedad Americana de Hematología, esta enfermedad afecta principalmente a personas mayores de 60 años y a aquellas con antecedentes familiares de la enfermedad.
A diferencia de la anemia común, los síntomas de la anemia perniciosa pueden tardar meses o incluso años en manifestarse.
Entre los síntomas más comunes se encuentran la fatiga, debilidad, palidez, dificultad para respirar, mareos y pérdida de peso. Además, puede causar daños irreversibles en el sistema nervioso central si no se trata adecuadamente.
La anemia perniciosa se puede contraer ya sea por una falta de producción de factor intrínseco en el estómago o por una enfermedad autoinmune que ataca las células que producen dicho factor.
De hecho, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los factores de riesgo incluyen la edad avanzada, antecedentes familiares de la enfermedad, cirugía gastrointestinal y consumo de medicamentos que inhiben la absorción de vitamina B12.
Los efectos de la anemia perniciosa en la salud pueden ser graves si no se tratan adecuadamente. Puede causar daño en el sistema nervioso central, como neuropatía periférica, problemas cognitivos y demencia.
Además, la falta de oxígeno en los tejidos puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y problemas respiratorios.
El tratamiento de esta afección consiste en la istración de suplementos de vitamina B12 por vía intramuscular o subcutánea.
También se pueden istrar dosis elevadas de vitamina B12 por vía oral, aunque este método no es tan efectivo en personas mayores o con daño neurológico. En algunos casos, también se puede requerir una transfusión de sangre.
La prevención de la anemia perniciosa consiste en consumir una dieta equilibrada y rica en alimentos que contengan vitamina B12, como carnes rojas, pescados y productos lácteos.
Es importante que las personas mayores de 60 años se sometan a pruebas de detección de la enfermedad, ya que el diagnóstico temprano es fundamental para un tratamiento efectivo.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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