La citología cervicouterina es un examen ginecológico que se realiza para detectar células anormales en el cuello uterino. Conozca en qué consiste este procedimiento y cómo prepararse.
Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), este examen es esencial en la prevención y detección precoz del cáncer de cuello uterino.
Una de las ventajas del procedimiento de la citología cervicouterina es que es rápido y sencillo.
Durante el examen, el ginecólogo, la ginecóloga, o el profesional que lo realice, inserta un espéculo en la vagina para visualizar el cuello uterino.
Luego, toma una muestra de células del cuello uterino con un cepillo o una espátula. La muestra se envía a un laboratorio para su análisis.
Este examen se realiza para detectar células anormales en el cuello uterino que pueden ser indicativas de cáncer de cuello uterino o lesiones precancerosas.
En ese sentido, si se detectan estas células, se puede realizar una colposcopia para evaluar el cuello uterino con más detalle y determinar si se necesitan tratamientos adicionales.
El tiempo que tarda la citología cervicouterina depende del profesional y del laboratorio que realiza el análisis de la muestra, pero normalmente se obtienen los resultados en unos pocos días.
Para prepararse para la citología cervicouterina, se recomienda:
- No tener relaciones sexuales
- No usar tampones o espermicidas
- Evitar las duchas vaginales al menos dos días antes del examen
Además, de acuerdo con la SEGO, las mujeres deben evitar hacerse el examen durante la menstruación, ya que puede dificultar la toma de muestras.
La frecuencia con la que una mujer debe hacerse este examen depende de varios factores, como su edad, historial médico, factores de riesgo y resultados de citologías anteriores.
Algunas recomendaciones generales son que de 25 a 65 años sea cada 3 años, de 21 a 24 años cada año y mayores de 65 años pueden dejar de hacerse las pruebas si todo está dentro de lo normal.
Sin embargo, es importante destacar que estas son solo recomendaciones generales y que cada mujer debe hablar con su médico para determinar cuál es la mejor frecuencia para hacerse las citologías cervicouterinas en función de su historial médico y sus factores de riesgo.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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