El cáncer de pulmón sigue siendo uno de los principales desafíos de salud pública en Colombia, según las cifras del Ministerio de Salud, aproximadamente 3.875 personas mueren cada año a causa de esta enfermedad.
Los datos que entrega el Instituto Nacional de Cancerología tampoco son alentadores: más del 70 % de los casos se detectan en etapas avanzadas, limitando las opciones de tratamiento.
El cáncer de pulmón se desarrolla cuando las células pulmonares crecen de forma anómala, formando tumores que pueden extenderse a otras partes del cuerpo.
Los principales factores de riesgo incluyen el tabaquismo, responsable del 80 % de los casos, la exposición a contaminantes ambientales y laborales, y predisposiciones genéticas. Sin embargo, algunos estudios aseguran que más del 20 % de las personas diagnosticadas nunca han fumado, lo que subraya la importancia de estrategias de prevención y detección temprana.
Síntomas como la tos persistente, dolor en el pecho o dificultad para respirar suelen confundirse con afecciones respiratorias comunes, lo que retrasa la atención apropiada de la enfermedad, señalan los expertos.
El Centers for Disease Control and Prevention (CDC por sus siglas en inglés) señala que el cáncer de pulmón también puede causar neumonías recurrentes e inflamación o agrandamiento de ganglios en el área entre los pulmones. Estos síntomas también pueden asociarse con otras enfermedades, por lo que es crucial consultar al médico para determinar la causa exacta y recibir un diagnóstico adecuado
En el caso del tratamiento, opciones como la inmunoterapia han emergido como herramientas importantes para mejorar el control de la enfermedad. Este enfoque busca personalizar los tratamientos, aumentando la supervivencia y calidad de vida de los pacientes.
Para ayudar al sistema inmune, la inmunoterapia se basa en el uso de sustancias que estimulan o inhiben el sistema inmunitario, para que este pueda encontrar y destruir las células cancerosas.
Por otra parte, para prevenir la enfermedad, las autoridades recomiendan medidas como la reducción del consumo de tabaco, el control de la calidad del aire y la promoción de hábitos saludables.