La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado la implantación en Nigeria de la nueva vacuna contra la meningitis MenFive que promete ser "revolucionaria" porque ataca las cinco cepas más importantes --A, C, W, Y y X--, mientras que la utilizada hasta ahora en África solo era eficaz contra la meningitis A.
"La meningitis es un viejo y mortal enemigo, pero esta nueva vacuna podría cambiar la trayectoria de la enfermedad, evitar futuros brotes y salvar muchas vidas", ha destacado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un comunicado. El objetivo de erradicar la meningitis para 2030 parece ahora más cercano, ha resaltado Tedros.
La meningitis provoca la inflamación del tejido que rodea al cerebro y la columna vertebral y por ello puede ser fatal. Entre los síntomas está el dolor de cabeza, la fiebre y un cuello rígido.
Tiene causas virales, bacteriológicas, fúngicas y parasitarias, pero la más grave es la meningitis bacterial, que puede provocar sepsis y causar graves discapacidades o matar en apenas 24 horas desde su contagio.
Nigeria es uno de los 26 países de África en los que la meningitis es hiperendémica, una zona conocida como el Cinturón Africano de la Meningitis.
Entre el 1 de octubre y el 11 de marzo han muerto 153 personas por un brote de meningitis en Nigeria, donde hay en marcha una campaña desde marzo para vacunar a más de un millón de personas de menos de 29 años de edad.
"El norte de Nigeria, en concreto los estados de Jigawa, Bauchi y Yobe han sido gravemente afectados por este mortal brote de meningitis. Esta vacuna es una herramienta para que el personal sanitario pare este brote y ponga al país en vías de la erradicación de la enfermedad", ha subrayado el profesor Muhammad Ali Pate, del Ministerio de Sanidad y Bienestar Social nigeriano.
¿Qué es la meningitis?
Según la OMS, la meningitis es una enfermedad inflamatoria que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Se presenta en todo el mundo y puede ser causada por virus, bacterias u hongos, siendo las bacterias las más preocupantes debido a su gravedad. Esta enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en bebés, niños y adultos jóvenes.
Asimismo, el riesgo es mayor cuando las personas que presentan meningitis participan en eventos públicos y lugares concurridos. Entre los principales focos de contagio están: campamentos de refugiados, colegios, y espacios cerrados con poca ventilación.
También aumentan el riesgo de sufrir diversos tipos de meningitis, inmunodeficiencias como las causadas por la infección por el VIH o las deficiencias del complemento, la inmunodepresión, y el consumo y exposición al humo del tabaco.
El diagnóstico se realiza mediante un examen físico, análisis de sangre y una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR). Los resultados de estas pruebas ayudan a determinar si la meningitis es de origen viral o bacteriano, lo que es crucial para el tratamiento adecuado.
La OMS establece que "una de cada cinco personas que sobrevive a una meningitis bacteriana puede tener secuelas de larga duración, como: pérdida de audición, convulsiones; debilidad de las extremidades; problemas de la visión, el habla, el lenguaje, la memoria y la comunicación; y deformidades cicatriciales y amputaciones de extremidades tras la septicemia".
En consecuencia, la prevención es esencial para reducir la incidencia de meningitis bacteriana. Las prácticas de higiene, como el lavado de manos, pueden ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad. Además, evitar el o cercano con personas enfermas es importante.
EUROPA PRESS