Según la Clínica Mayo, el consumo de antidepresivos, puede tener efectos secundarios sobre la vida sexual de hombres y mujeres.
En ellas está la falta de deseo y de lubricación; en ellos, los síntomas pueden ser la disfunción eréctil y la eyaculación prematura, retrógrada o ausente. En ambos casos, se pueden presentar la anorgasmia y el dolor en los genitales.
Cabe aclarar que el nivel de gravedad depende de diversos factores que incluyen el tipo y la dosis específicas de antidepresivo. Así como el mismo individuo debido a que, cada organismo reacciona diferente ante distintos fármacos.
Según la Clínica Mayo, los antidepresivos con la tasa más baja de efectos secundarios son:
-Bupropión (Wellbutrin XL, Wellbutrin SR): utilizado para tratar el trastorno afectivo temporal (SAD, por su siglas en inglés) y, episodios de depresivos que tienen lugar en la misma temporada cada año.
-Mirtazapina (Remeron): medicamento implementado en adultos mayores para controlar el trastorno de depresión.
-Vilazodona (Viibryd): usado para tratar la depresión porque ayuda a mantener el equilibrio mental.
-Vortioxetina (Trintellix): utilizado en adultos con trastorno depresivo.
Los antidepresivos, ya sean tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), o de serotonina y noradrenalina (ISRNA) o los inhibidores de la MAO (IMAO), con frecuencia están asociados a problemas sexuales adicionales.
Puntualmente, los fármacos de esta categoría que producen afectaciones a la vivencia sexual son:
-Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como el citalopram (Celexa), el escitalopram (Lexapro), la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil, Pexeva) y la sertralina (Zoloft).
-Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina, que incluyen la venlafaxina (Effexor XR), la desvenlafaxina (Pristiq) y la duloxetina (Cymbalta).
-Antidepresivos tricíclicos y tetracíclicos, entre los que se encuentra la amitriptilina, la nortriptilina (Pamelor) y la clomipramina (Anafranil).
-Inhibidores de la monoaminoxidasa, como la isocarboxazida (Marplan), la fenelzina (Nardil) y la tranilcipromina (Parnate). Sin embargo, la selegilina (Emsam), un inhibidor de la monoaminoxidasa que se pega en la piel como un parche, tiene un bajo riesgo de efectos secundarios sexuales.
Las recomendaciones para tratar los efectos secundarios varían, pero para la Clínica Mayo son las siguientes:
-Darle un tiempo al medicamento: esperar unas semanas a que su organismo se adecue al fármaco.
-Reducir la dosis: este punto solo puede llevarse a cabo bajo la supervisión de su médico, sin embargo así podría disminuir los efectos que generan en la sexualidad. Otra consideración es el posible cambio de antidepresivo.
-Añadir un segundo antidepresivo que contrarreste las consecuencias negativas que se encuentren relacionadas a su vivencia sexual.
-Recurrir a un medicamento que en específico sea destinado a la función sexual. El sildenafil (Viagra), el tadalafil (Cialis) o el vardenafil (Levitra, Staxyn), fármacos aprobados por la istración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), son un ejemplo. Dichos medicamentos sólo tratan problemas sexuales en hombres; para mujeres todavía no hay pues no se ha estudiado su eficacia y seguridad en aquella población.
Además de los antidepresivos, las drogas de uso más común (alcohol, cocaína y otros estimulantes y alucinógenos) son causas frecuentes de problemas sexuales. Tenga presente que si desea tomar acción en cuanto a los efectos secundarios de los antidepresivos, es primordial que primero lo consulte con su médico.
Con información de la Clínica Mayo.
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