De acuerdo con el vocero de la Comisión de Seguimiento a la Sentencia T-760 de 2008, Pedro Santana, el sistema de salud que se plantea en el proyecto base de la reforma a la salud cubre el riesgo de inducción de demanda de servicios.
Este problema comprende un fenómeno en el que un sistema de salud podría llegar a quebrar ante un aumento inesperado de la demanda que hacen los s sobre el sistema sanitario.
Al ser consultado sobre este tema, en entrevista con EL TIEMPO, el experto aseguró que este riesgo existe, pero "el nuevo sistema tiene mecanismos para detectarlo. Reitero: el sistema único de información en tiempo real puede prender las alarmas para que los elementos encargados de vigilar y de tomar decisiones actúen. Las sanciones, insisto, serán muy fuertes".
Este riesgo, según Santana, sería gestionado por el sistema público y el responsable sería el Estado.
"Las EPS no gestionan el riesgo porque dejan componentes como la promoción y la prevención por fuera, al igual que la atención primaria, y como no hay reaseguros, cuando las EPS se quiebran se van debiendo sumas millonarias que impactan en empresarios y trabajadores", precisó.
En la misma línea, el vocero explicó cuáles son los mecanismos por los que se podría gestionar una posible inducción de demanda:
"El primero el sistema único de información que registrara las demandas por servicios y que prenderá las alarmas de las Auditorias Médicas, de la Superintendencia de Salud, de los Consejos Territoriales de salud que advertirá a clínicas y hospitales, a las juntas médicas de tal forma que se alerte sobre estas prácticas y que de persistir acarrearán drásticas sanciones la mayor de las cuales será el retiro de la clínica o del hospital de las redes integrales e integradas de prestación de servicios de salud al sector público", señaló.
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