La Unidad de Salud de EL TIEMPO responderá sus inquietudes sobre la vacunación y otros aspectos relacionados con el covid-19, de la misma forma como se hace en el espacio de las 5 de la tarde en el que través de las redes sociales, además, se dan a conocer los reportes de la pandemia.
En esta oportunidad le responde a la pregunta hecha por Martha Díaz. ¿Por qué me siento enferma después de vacunarme?
El infectólogo Carlos Eduardo Pérez dice que las vacunas no son elementos inertes, sino que buscan producir en el cuerpo reacciones del sistema de defensas para que se queden guardadas (como una especie de memoria) y actúen de manera rápida cuando los elementos infecciosos ataquen de verdad al cuerpo.
En el caso de las vacunas contra el covid-19, la situación es similar. En tal sentido, lo que contienen los biológicos son componentes que, si bien no son infecciosos, hacen que el organismo los tome "como un pequeño invasor" y las células y las sustancias que lo protegen se pongan en guardia.
En esa reacción pueden aparecer algunos síntomas como fiebre, malestar, sensación de cansancio, dolores de cabeza, musculares o en la zona de la inyección, además de escalofríos o diarrea, de intensidad variable.
Pérez manifiesta que este listado de síntomas no tienen que aparecer en su totalidad y que su presencia depende de cada persona, por lo que muchos pueden incluso no tenerlos y en otros pueden ser más intensos.
"Lo cierto es que cuando están dentro de lo esperado, son considerados normales y por lo general tienen un curso benigno y transitorio, tanto que desaparecen dentro de las 72 horas siguientes", agrega Pérez.
Sin embargo, cuando estos se prolongan en el tiempo o se acompañan de otras manifestaciones, es importante consultar.
En síntesis, las reacciones posvacuna son normales, pasajeras e inocuas, y en el caso de las que se utilizan para enfrentar el covid-19 ocurre lo mismo.
El infectólogo recomienda seguir al pie de la letra las instrucciones que se dan en el puesto de vacunación para el manejo del dolor en el brazo y otros síntomas menores como la toma de analgésicos y medidas caseras para enfrentarlos. Insiste en no automedicarse con antibióticos u otros productos que requieren formulación médica y que, en caso de evidenciar molestias que alteran el curso normal de las actividades de la persona recién vacunada, es necesario consultar a un especialista.
UNIDAD DE SALUD
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