En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
¿Qué es una llamarada solar?
En el lenguaje de investigación en astrofísica solar, a este fenómeno se le denomina fulguración.
El 10 se septiembre, el Sol emitió una fuerte llamarada, emitiendo una poderosa radiación. Esta bengala está clasificada como una llamarada de clase X8.2, que denota las más intensas. Foto: Nasa
En los próximos años, escuchar hablar de llamaradas solares puede ser el pan de cada día. Posiblemente muchos entren en pánico al recibir noticias sobre los efectos catastróficos de un intenso ‘estornudo’ de nuestra estrella.
Recuerdo que hace ya una década, con la supuesta profecía maya del fin del mundo, algunos vaticinaban una llamarada o tormenta solar que devastaría el planeta Tierra.
Para poner las cosas en su sitio, es bueno comenzar por explicar qué es una llamarada solar, para luego entrar a describir sus efectos.
Una llamarada o erupción solar, a lo que en el lenguaje de investigación en astrofísica solar se le denomina fulguración, es una explosión en el Sol que ocurre cuando la energía almacenada en campos magnéticos se libera repentinamente.
El fenómeno físico se conoce como reconexión magnética y a partir de él se produce un estallido de radiación en todo el espectro electromagnético, desde ondas de radio hasta rayos X y rayos gamma.
Sumado a ello, las fulguraciones generalmente van acompañadas de emisión de material solar (partículas como protones y electrones), en lo que se conoce como eyecciones de masa coronal o CME (por sus siglas en inglés).
Estos fenómenos de liberación de materia y energía son cada vez más frecuentes cuando el Sol entra en la fase creciente de su ciclo de actividad, hasta llegar un momento en que su ocurrencia es máxima, justamente en el máximo solar.
Durante el ciclo solar, que tiene una duración de alrededor de 11 años, el Sol pasa por momentos de máximo y mínimo solar, que van asociados principalmente al número de manchas en la superficie del Sol.
Las manchas solares albergan gran cantidad de campo magnético, el cual emerge del interior solar. La salida de ese campo magnético facilita que se produzcan más interacciones y procesos que liberan energía en la atmósfera solar.
Se espera que el próximo máximo solar ocurra hacia el 2025-2026, momento en el cual serán mucho más frecuentes las fulguraciones y eyecciones de masa coronal, que en los años siguientes disminuirían hasta volver a alcanzar el mínimo solar.
El Sol es el principal protagonista de lo que se denomina clima espacial, afectando las condiciones del medio interplanetario y de nuestro planeta. De allí que el estudio de nuestra estrella tenga implicaciones directas incluso sobre la planeación de futuras misiones tripuladas a la Luna y a Marte, dado que el clima espacial podría ser un obstáculo si no podemos predecir cuándo y cómo puede afectar la misión.
¿Se puede prevenir una catástrofe?
La aurora boreal iluminando el cielo en la ciurad de Tromso, al norte de Noruega. Foto:EFE
Durante la tormenta solar más potente registrada hasta el momento, ocurrida en 1859, la red de telégrafos sufrió en Estados Unidos y Europa, pero, a diferencia de lo que sucede ahora, la sociedad de la época no tenía nuestra actual dependencia tecnología.
El fenómeno más vistoso asociado al impacto de tormentas solares sobre la Tierra es la generación de las auroras, que no tienen consecuencias negativas sobre los seres vivos.
En 1859 la potencia del fenómeno produjo auroras que pudieron ser vistas incluso a latitudes ecuatoriales, como las que se vieron en Montería la noche de 31 de agosto de ese año.
Una tormenta de tal intensidad que ocurra en la actualidad podría causar una catástrofe tecnológica con el caos generalizado en la sociedad que eso conllevaría. De allí la necesidad de seguir estudiando el tema para poder algún día predecir estos fenómenos y salvaguardar nuestra forma de vida.
SANTIAGO VARGAS
Ph. D. en Astrofísica Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional