Los estudiantes colombianos tienen un bajo nivel de comprensión lectora, de ideas y, en general, de entendimiento del idioma español. Así lo deja ver un reciente análisis del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana.
El informe, que se basó en los últimos resultados de las pruebas Pisa aplicadas a estudiantes de entre 15 y 16 años, encontró, entre otras cosas, que los jóvenes del país tienen serios problemas en cuanto al desarrollo de habilidades del lenguaje, quedando rezagados respecto a los países de la Ocde. Sin embargo, se trata de un mal de la región que, en general, cuenta con malos resultados, con excepción de Chile.
Las pruebas Pisa clasifican el desempeño en esta área en seis niveles, donde el nivel 1 es el más bajo y el nivel 6 el más alto. Según los datos recopilados, en Colombia el 45,2 por ciento de los jóvenes solo alcanzan el nivel 1, lo que muestra un desempeño bajo en comprensión lectora. Eso sugiere que sus capacidades de entendimiento del idioma escrito se limitan a oraciones, frases o incluso palabras.
En cambio, solamente el 8,5 por ciento alcanzó un buen desempeño al ubicarse en los niveles 4, 5 y 6 avanzado, lo que contrasta con un porcentaje del 34,76 por ciento en los demás países de la Ocde.
De acuerdo con los investigadores, esto quiere decir que “muy pocos estudiantes son capaces de realizar actividades complejas de comprensión lectora, como localizar y organizar varias piezas de información profundamente incrustadas en el texto, hacer análisis reflexivos o evaluaciones críticas”.
Muy pocos estudiantes son capaces de realizar actividades complejas de comprensión lectora, como hacer análisis reflexivos o evaluaciones críticas.
Si se compara con la región, en países como Perú, República Dominicana, Argentina, Brasil y México el porcentaje de estudiantes con bajo nivel también está por encima del 40 por ciento. En contraste, Chile se acerca más al promedio de la Ocde al tener un poco más del 20 por ciento de sus jóvenes con bajo desempeño.
Al respecto, Gloria Bernal, coodirectora del LEE, aseguró: “Mejorar las altas deficiencias en las habilidades lectoras permitiría un mejor desempeño de los estudiantes dentro y fuera de las aulas. Por un lado, ayudaría a que los estudiantes mejoren la destreza en comprender textos en las diferentes áreas del conocimiento. Por otro lado, ayudaría a ampliar sus capacidades comunicativas, lingüísticas, analíticas y críticas, entre otras, permitiéndoles una mejor preparación para su vida personal y laboral”.
¿Leen los jóvenes colombianos?
Un punto que llama la atención del informe es que gran parte de los estudiantes afirman estar de acuerdo o completamente de acuerdo con que la lectura es uno de sus pasatiempos favoritos (55,36 por ciento).
Así mismo, el 88,36 por ciento manifestó estar completamente en desacuerdo o en desacuerdo con que la lectura es una pérdida de tiempo.
A priori, esto indicaría que los estudiantes colombianos son lectores activos, al menos en su mayoría. Sin embargo, esto no se ve reflejado en su desempeño en las pruebas.
Esto puede sonar paradójico, y más cuando se observan los resultados de los países de la Ocde, donde tienen mejor nivel, pero los estudiantes dicen no sentirse tan atraídos por la lectura.
La poca tenencia de material de lectura en los hogares puede ser uno de los factores que explique el desinterés de los estudiantes por la lectura en Colombia.
En cuanto a las posibles explicaciones de este fenómeno se encuentra la poca presencia de material de lectura en los hogares de los colombianos. La proporción de estudiantes que aseguró tener menos de 10 libros en su hogar es del 37,9 por ciento.
“Esta poca tenencia de material de lectura en los hogares puede ser uno de los factores que explique el desinterés de los estudiantes por la lectura en Colombia y en América Latina, la cual estaría relacionado con los bajos desempeños y competencias lectoras y de entendimiento del idioma”, sostiene el informe.
Nuevas maneras de comunicación
Los bajos resultados de comprensión lectora podrían explicarse, aseguran algunos expertos, por las nuevas formas de comunicarse de los jóvenes colombianos, en los que los textos han sido reemplazados por otras maneras de expresar ideas.
Así lo explica Jhon Jairo Anzola-Gómez, docente del departamento de Humanidades y miembro del Observatorio de Humanismo Digital de Areandina: “Han replicado modelos de comunicación en los que, en ocasiones, no hay pensamiento crítico. Un meme reúne un texto y una imagen; una nota de voz reemplaza y/o puede ampliar un mensaje escrito”.
Frente a esto, un estudio realizado por el Observatorio de Comportamientos Culturales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano encontró que los estudiantes del país prefieren comunicarse mediante el uso de imágenes, stickers, emojis y demás recursos visuales y audiovisuales.
REDACCIÓN EDUCACIÓN
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