Se necesitan más recursos para que los jóvenes se eduquen en las regiones

El sector de la educación en Colombia enfrenta diversos desafíos que demandan la urgente intervención estatal y de los organismos que puedan aportar para que cada vez más jóvenes tengan al conocimiento.

Parte de esa problemática fue abordada en días pasados en el foro ‘Impacto de la educación posmedia en la competitividad y productividad de las regiones’, organizado por la Federación Nacional de Departamentos (FND), en alianza con Casa Editorial EL TIEMPO.

En el conversatorio, que contó con la participación del Gobierno Nacional, departamental y entidades públicas y privadas, el director ejecutivo de la FND, Didier Tavera, alertó sobre la necesidad de acabar con el hípercentralismo que existe en el país y darles más fuerza a las regiones con autonomía y descentralización, teniendo en cuenta las competencias que se tienen, así como qué se va a trasladar y cómo se hace ese balance y ese equilibrio, un proceso donde el respaldo de entidades como el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y Fedesarrollo es fundamental.

“Hoy aquí nos convocan 12.500.000 jóvenes que tenemos hoy en Colombia, de los cuales el 25 por ciento se encuentra en el campo (unos 3.100.000). Si en las ciudades cuatro de 10 accede a la educación, en las intermedias esa proporción es tres de 10, pero en el sector rural y la municipalidad alejada se pasa a dos de cada 10. Debemos preparar a nuestros jóvenes y más cuando dicen que nos estamos envejeciendo en el país. Bogotá tiene cerca del 18 por ciento de la población nacional y su oferta en educación superior está en el 34 por ciento y hay otros lugares donde esa oferta es proporcional a su población, pero no podemos seguir teniendo esa migración desde las regiones para la capital, sino crearles oportunidades en sus regiones”, subrayó Tavera

En el foro también se presentaron otras cifras reveladoras, como que el 50 por ciento de los jóvenes que terminan la secundaria en el país no pueden acceder a la educación a una carrera tecnológica ni a una profesional.

Al tiempo, la oferta de educación posmedia se concentra en Bogotá y otros cuatro grandes centros urbanos mientras que otras regiones sigue siendo exigua.

Carlos Amaya, gobernador de Boyacá, además de coincidir con las demandas de otros gobernadores frente a la escasez de recursos y la necesidad de reformar el Sistema General de Participaciones (SGP), celebró la creación del programa del Ministerio de Educación ‘Universidad en tu territorio’.

Esta estrategia consta de cinco ejes de acción: ampliación de cobertura y política de gratuidad, Plan Nacional de Espacios Educativos como centro de vida comunitaria, programas de tránsito inmediato a la educación superior, transformación del Sistema de Aseguramiento de la Calidad de Educación Superior y consolidar un sistema de educación integral, incluyente, intercultural y antirracista.

“Creo que es una gran apuesta y hay que aplaudirla. Nosotros estamos en Puerto Boyacá con una de sus sedes, próxima a recibir estudiantes de primer semestre, en Soatá vamos a otra sede que ya está al 100 por ciento y que esperamos abrir el próximo semestre, mientras que en el Plan de Desarrollo y en las prioridades del Ministerio también quedaron Moniquirá, Miraflores y Muzo, así que se está avanzando. Ahora el reto es cómo garantizamos que esas sedes logren mantener a los jóvenes allá”, enfatizó.

Así mismo, dijo que el panorama para los jóvenes en las regiones es muy complejo y pareciera que poder acceder a una universidad es un privilegio, por lo que los estudiantes de los municipios más alejados de Colombia, en sus departamentos, deben ir a las cabeceras departamentales a intentar acceder a la educación superior.

“El hecho de que migren desde sus municipios hacia las ciudades lo que provoca es la pérdida productiva de estos jóvenes en las regiones”, anotó el mandatario departamental.

Con relación a las apuestas que hay por la educación híbrida y la infraestructura tecnológica para garantizar la educación virtual, expresó que la educación híbrida se puede desarrollar si se garantiza en las instituciones educativas el a Internet, al igual que salas de cómputo y la posibilidad de tener buenos equipos y proyectores para que los estudiantes accedan al conocimiento de manera virtual.

A eso se suma el proceso de formación que se logre desarrollar por medio de capacitadores con altos estándares de calidad y en la medida que puedan realizar actividades productivas en sus municipios y departamentos.

Para Amaya, es un gran momento para usar la educación como el arma más poderosa para cambiar el país y cree que a partir de la reforma al Sistema General de Participaciones se puede empezar a hacer realidad esa idea.

El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, llamó la atención sobre la necesidad de más recursos para atender todos los requerimientos que demanda la educación. Señaló que así lo sienten los gobernadores, que viven preocupados por llegar al ciento por ciento de tasas de cobertura en los programas de alimentación escolar, con presupuestos que ya no alcanzan y que, incluso, los llevan a ‘echar mano’ de las regalías.

Pero eso no es todo. Según el gobernador Rey, también deben pensar en cómo reducir la tasa de deserción en la educación superior, sin tener la tranquilidad de cómo pagar costos mínimos en las instituciones educativas como el aseo y la vigilancia, una situación que pone a cualquier istración departamental en serios aprietos.

Por otra parte, recordó que su departamento tiene municipios que hasta hace 15 o 20 años padecían un conflicto armando importante y destacó que hoy, por la visión del Ministerio de Educación, tienen la posibilidad de beneficiarse de la estrategia ‘La Universidad en tu territorio’. Son sitios que tienen diferenciales frente a otros que se ubican en la Sabana y muestran particularidades socio-económicas degradadas que requieren la atención unificada de los gobiernos Nacional y departamental y de los mismos municipios. “Celebro que ya estemos pensando en multicampus universitarios en provincias apartadas y que a través de alianzas con universidades públicas y privadas podamos llegar a ese sector rural que tanto lo requiere”, anotó.

Sobre establecer alianzas entre el sector público y el privado, Rey manifestó que es necesario hacer un bloque común para lograr que los jóvenes prefieran la educación superior a la formación rápida (cursos cortos que se pusieron de moda en pandemia), puesto que esto no permite que haya unos círculos económicos locales más robustos.

Rey cree que las universidades están perdiendo esa batalla por hechos concretos como la reducción de las matrículas en los programas de pregrado,y especialmente en carreras técnicas y tecnológicas, donde las diferencias frente a lo que sucede en otros países de la OCDE son muy significativas.

“La tasa de tránsito inmediato de los jóvenes que llegan a grado 11 y aspiran a alcanzar la educación superior en Colombia es del 43 por ciento (este Gobierno la encontró en el 39 por ciento), pero aún estamos muy lejos de países como Argentina, cuya tasa de cobertura en educación superior ronda el 99 por ciento”, explicó Rojas Medellín.

Mientras que en lo rural, ese indicador es aún más preocupante pues, según el Ministro, hoy está en el 27 por ciento (antes se encontraba en el 23%), lo que demuestra la distancia que hay frente a otros estándares tanto en el país centralizado frente a América Latina o los países OCDE, como con relación al contexto rural.

De acuerdo con el titular de la cartera de Educación, esta situación requiere cambios en lo moral, lo político y en lo cultural ya que, de mantenerse, se estaría sosteniendo un sistema educativo que reproduce la inequidad en los territorios y que no sirve para la movilidad social.

Esta fue la primera reflexión de Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, en su participación en el foro.

Según el experto, esa es una de las razones fundamentales por las cuales la educación tiene que ser un aspecto vital en las estrategias, no solo del orden nacional (a cargo del Ministerio de Educación), sino también de las iniciativas que llevan a cabo los gobernadores.

“Así como los recursos, las reformas van a ser importantes. No solo se debe aumentar la participación sin comprometer la sostenibilidad fiscal, sino también descentralizar competencias, proporcionarle más flexibilidad a esa bolsa de recursos para los propósitos que establece la Constitución (educación, salud, agua potable y saneamiento básico) y darle un énfasis relevante al tema de la calidad”.

Mejía planteó, por otro lado, cerrar la brecha de acreditación entre el componente universitario y el componente técnico y tecnológico, que tiene más demanda en el sector productivo.