Desde su llegada al país en los años 80, cuando fueron introducidos ilegalmente al país por Pablo Escobar cuatro animales, la presencia de los hipopótamos en la cuenca del río Magdalena ha crecido considerablemente debido a una alta disponibilidad de alimento y cuerpos de aguas, algo que no ocurre en África por las fluctuaciones climáticas.
Según se dio a conocer este año en un estudio adelantado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, los expertos pudieron registrar la presencia de 169 individuos y se estima la presencia mínima de estos animales puede llegar a 181.
A partir de ese diagnóstico Minambiente dio a conocer el que será el plan de manejo y control de hipopótamos que implementará el Gobierno Nacional. Una estrategia en la que las acciones clave serán la translocación y la esterilización quirúrgica, el confinamiento y, como último recurso, la eutanasia bajo altos estándares éticos.
Expertos que han trabajado en el tema recibieron con opiniones encontradas la propuesta del Gobierno. Por una parte, la bióloga Nataly Castelblanco, doctora en Ecología y Desarrollo Sustentable, considera que este plan recoge los comentarios y recomendaciones que han hecho los investigadores del Humboldt y de la Universidad Nacional sobre el tema.
“Siento que recoge la idea que siempre hemos tenido de que sea una estrategia de tipo mixta que no sea solo castraciones, traslados o eutanasia, sino que se mezcle dependiendo de las condiciones de cada grupo de hipopótamos que tenemos en el país”, explica Castelblanco.
Sobre los altos costos que estas medidas pueden alcanzar, la bióloga afirma que es algo que debe esperarse de cualquiera que sea el abordaje que se tome. “Los hipopótamos son una especie muy complicada de manejar, entonces cualquier cosa que intentemos con ellos siempre va a ser costosa”, apunta.
Una opinión diferente es la del profesor de la Universidad Javeriana, Germán Jiménez, quien considera que llevar a la realidad varios de los planteamientos sigue siendo problemático. Es el caso del tema de la exportación o traslocación, donde preocupa, por un lado, el tema de los permisos y la opinión de la comunidad científica frente a recibir estos animales, donde también hay problemas con invasiones biológicas.
Respecto a la esterilización, recordó que desde la academia se han hecho publicaciones en donde se muestra su dificultad. "Probablemente, no será una esterilización masiva, va a ser costoso, dispendioso y va a tomar mucho tiempo", señala y añade que si la población de hipopótamos sigue aumentando en algunos sitios de la cuenca del río Magdalena, también lo va a hacer el potencial de encuentros con los seres humanos y habrá que aprender a vivir con ello.
Para Jiménez, el manejo a esta problemática sigue siendo "romántico" y no se debe descartar la eutanasia. "Respeto la posición de la ministra y de los grupos animalistas, pero yo honestamente pienso que es una postura muy romántica y pienso que tendremos que generar una estrategia en la que combinemos todas las medidas. En algún momento un animal problema habrá que sacrificarlo lamentablemente, porque es un animal problema, que es difícil de controlar comportamentalmente", apunta el experto.
REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE
Encuentre también en Medioambiente